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Inicia juicio por abuso en la cárcel contra tres agentes del Sheriff

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Docenas de posibles miembros del jurado se presentaron en el centro de Los Ángeles, en la sala del tribunal del juez de distrito de Estados Unidos, George J. King, quien comenzó el proceso de selección para elegir al jurado que decidirá el destino de los oficiales.

Las declaraciones de apertura de los fiscales y los abogados defensores estaban programadas para iniciar en la tarde.

Un supervisor de la cárcel del condado de Los Ángeles le envió por mensaje a un colega esta foto de Gabriel Carrillo, un visitante de la cárcel que presuntamente fue golpeado por los oficiales, junto con el mensaje: “Parece que hicimos un mejor trabajo… ¿Dónde está mi cerveza big homie?”

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El caso deriva de un incidente que sucedió en febrero del 2011 en la Cárcel Central para Hombres, la instalación principal de una red de centros de detención operados por el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Los fiscales alegan que los oficiales golpearon a Gabriel Carrillo, quien había venido a la cárcel para visitar a su hermano, después de haber descubierto que llevaba un teléfono celular en violación a las reglas de la cárcel.

En sus informes y sus declaraciones para los investigadores, los oficiales involucrados en la detención dijeron que Carrillo había luchado con ellos en un área de espera y necesitaba ser físicamente restringido. Negaron rotundamente las acusaciones hechas por el hombre, las cuales decían que había sido esposado y luego golpeado.

En base a los hechos reportados por los oficiales, Carrillo se enfrentaba a cargos criminales por haber agredido a oficiales de la policía. Sin embargo, el abogado de Carrillo, encontró evidencia que dijo que demostraba que Carrillo había sufrido lesiones en ambas muñecas, consistentes con haber sido esposado durante la lucha. Días antes del juicio, el fiscal del distrito repentinamente retiró los cargos.

El Condado más tarde le pagó a Carrillo $1 millón 200 mil dólares para resolver una demanda civil.

Los oficiales que se enfrentan a juicio son Sussie Ayala y Fernando Luviano y el sargento Eric González, un supervisor del centro de visitantes de la cárcel. Los tres están siendo acusados del uso excesivo de fuerza sobre Carrillo y la falsificación de registros para obstruir la justicia. Ayala y González también se enfrentan a cargos de conspiración para violar los derechos civiles de Carrillo.

Los tres se han declarado no culpables.

Un gran jurado federal inicialmente acusó a otros dos oficiales, quienes se declararon culpables como parte de los acuerdos realizados con los fiscales. Como parte de los acuerdos judiciales, los oficiales han acordado cooperar con los fiscales y podrían ser llamados para testificar en el juicio, de acuerdo a los registros de la corte.

En la declaración que Noel Womack les dio a los fiscales como parte de su acuerdo, dijo que Carrillo fue esposado durante la golpiza. También dijo que copio el informe, realizado por otro oficial, del incidente que involucraba a Carrillo para asegurarse de que su recuento de los hechos estuviera en consonancia con las de los otros oficiales, muestran los registros de la corte. Agregó que vio como González después colocaba todos los informes de los oficiales sobre una mesa para compararlos y “garantizar su consistencia”.

Ayala y Luviano han sido relevados de sus deberes en espera del resultado del juicio. González dejó el Departamento en el 2013.

El caso es uno de varios que surgieron tras un esfuerzo amplio realizado por parte de las autoridades federales para investigar las cárceles del Departamento del Sheriff, las cuales durante mucho tiempo han sido perseguidas por alegaciones de abuso y corrupción.

El año pasado, siete oficiales fueron condenados por cargos de obstrucción y sentenciados a penas de prisión por su papel en supuestamente haber tratado de obstaculizar una investigación de las cárceles realizada por el FBI. Los oficiales permanecen libres bajo fianza mientras apelan los veredictos. Y un gran jurado recientemente dictaminó nuevas acusaciones, presentando cargos de obstrucción contra el ex undersheriff Paul Tanaka, una vez el funcionario de segundo rango más alto del Departamento, y otro funcionario superior.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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