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¿Estás considerando una cesárea? Aquí el por qué tu hospital podría decirte que no

Allyson Brooks, obstetra del Hospital Hoag en Newport Beach, dice que en 2013 el hospital comenzó a tratar de reducir la tasa de cesáreas cuando alcanzó el 31% entre los embarazos de bajo riesgo. Dicha tasa en el Hospital Hoag cayó al 26% en 2014. ()

Allyson Brooks, obstetra del Hospital Hoag en Newport Beach, dice que en 2013 el hospital comenzó a tratar de reducir la tasa de cesáreas cuando alcanzó el 31% entre los embarazos de bajo riesgo. Dicha tasa en el Hospital Hoag cayó al 26% en 2014. ()

(Mark Boster / Los Angeles Times)
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En los hospitales de California, los administradores están presionando a los doctores para que practiquen menos partos por cesárea, contratando entrenadores para partos y pidiendo a las mujeres embarazadas que traten de alargar su proceso de labor.

Durante años, expertos en medicina han dicho que las cesáreas —el proceso quirúrgico en el que el doctor hace una incisión en el viente y útero de las madres para sacar a los bebés— se estaban practicando con demasiada frecuencia, y los números de casos seguían aumentando.

Sin embargo, en 2014 los hospitales en California redujeron el número de cesáreas practicadas por más de 1,000, en comparación con el 2013, según un nuevo análisis estadístico del L.A. Times.

Lo que ha cambiado recientemente, dicen algunos expertos, es la naturaleza del sistema de salud, que cada vez se enfoca más en eliminar gastos innecesarios. En la era del Affordable Care Act (conocido como Obamacare) y su énfasis en el cuidado médico de bajo costo, las cesáreas —que cuestan más que los partos naturales— se han convertido en un punto de fricción para los hospitales y un objetivo para la gente que paga las cuentas.

El nacimiento de un niño es la causa más común de hospitalización en Estados Unidos, dice Katy Kozhimannil, profesora de política de salud de la Universidad de Minnesota, así que cuando las aseguradoras “miran hacia dónde se están yendo sus costos, empiezas a ver que los partos por cesárea están hasta arriba”.

Los hospitales no solo enfrentan presión directa de las aseguradoras para reducir el número de cesáreas, sino que también están preocupados de que un alto número podría afectar su negocio. Mientras los pacientes cada vez tienen más información sobre los centros de salud, los hospitales no quieren caer al fondo del grupo y perder a los pacientes.

La doctora Allyson Brooks, obstetra y directora de calidad del Hoag Memorial Hospital Presbyterian en Newport Beach, recuerda que hace unos años el hospital estaba bajo intensa presión de su aseguradora por su elevada tasa de cesáreas.

En California, las partos naturales les cuestan a las aseguradoras comerciales un promedio de $15,259, mientras que las cesáreas cuestan alrededor de $21,307, según un informe del Centro para la Calidad de Asistencia médica y Reforma de Pago, un centro de investigacón apartidista.

En las últimas dos décadas, muchos doctores de EE.UU. comenzaron a optar por las cesáreas en parte porque son más convenientes, ya que el procedimiento a menudo es mucho más rápido que esperar a que una mujer tenga a su hijo cuando su cuerpo se lo dicta, dicen los expertos. Y algunas pacientes escogen tener cesáreas —una tendencia que se hizo famosa entre las celebridades a principios del milenio—.

Aunque generalmente seguras, las cesareas siguen siendo cirugías invasivas, con un periodo de recuperación más largo que los partos naturales. Y una vez que una mujer ha tenido una, tiene un 90% de posibilidades de tener a sus siguientes bebés por el mismo método. La Organización Mundial de la Salud dice que la tasa ideal de cesáreas es alrededor del 15%, pero en Estados Unidos llegó al 32.9% en 2009.

Las tasas se vieron influenciadas por factores como la cultura de los hospitales y el tipo de comunidades a las que sirven. Hace tres años, Brooks recuerda haber visto mensajes en redes sociales de residentes del condado Orange que decían “si quieres tener un parto natural ve a otro hospital, si quieres una cesárea ve al Hoag”.

Brooks dice que aunque muchos obstetras están de acuerdo en que se practican demasiadas cesáreas, puede ser difícil hacerlos considerar que hagan menos, pues temen que tratar de bajar el número podría afectar a las mujeres. Las cesáreas pueden ser necesarias si el cordón umbilical está peligrosamente enredado en el cuello del bebé, y si el útero de la madre está en riesgo de romperse.

Así que ella comenzó a calcular una tasa de cesáreas de bajo riesgo para su hospital. Eso incluye a las mujeres consideradas con menos necesidad de requerir una cesárea —madres primerizas y dentro de su fecha establecida, y cuyo hijo venga en la posición correcta—.

El cirujano en jefe estadounidense ha pedido reducir la tasa de cesáreas de bajo riesgo al 23.9 % para el 2020.

El Hoag comenzó a pedirle a los doctores razones médicas claras para inducir en labor a las mujeres, y también comenzó a calcular y compartir la tasa de cesáreas de bajo riesgo de cada doctor.

En Hoag, las cesáreas de ese tipo disminuyeron del 31% en 2013 al 26% en 2014, uno de los mayores descensos en el estado.

Y no solo fue el Hoag. De 2013 a 2014, el número de cesáreas de bajo riesgo en California cayó del 27.3% al 26.1%, una reducción de 1,219 procedimientos en todo el estado, según estadísticas reveladas el mes pasado por la Evaluación de Hospitales de California y analizada por el L.A. Times.

El análisis también encontró que el porcentaje de los 244 hospitales que practican partos en California que cumplió con la meta del cirujano en jefe estadounidense brincó del 32% al 42% en dos años.

Hoag negoció con su aseguradora que se le pagara una tasa similar para las cesáreas y los partos naturales, para que no perdieran dinero cuando los números bajaran.

Pero otros hospitales que también han disminuido su número de cesáreas han enfrentado consecuencias financieras.

Los seis hospitales Providence Health & Service del sur de California sufrieron un impacto en sus ingresos por practicar menos cesáreas, dijo el oficial médico en jefe de la región, Michael Bernstein. También gastaron dinero en contratar obstetras para ayudar en las labores de parto, para que los doctores no se sintieran presionados y optaran por las cesáreas porque son procedimientos más rápidos.

Bernstein dijo que piensa que el cambio es mejor para los pacientes y puede ser mejor para el grupo de hospitales a largo plazo.

Pero el doctor Aaron Caughey, jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregon, dice que no hay una tasa específica de cesáreas de bajo riesgo que todos los hospitales deberían buscar, y que dichos procedimientos variarán de hospital a hospital debido a las diferencias en la población de los pacientes.

“Odiaría si Medicaid dice, ‘cada hospital que esté por arriba de la tasa, no les vamos a pagar una gran cantidad de dinero ’. Ése es un mal enfoque porque entonces los médicos tratarán de reducirlas lo más posible sin poner la atención a lo que es mejor para los pacientes”, dijo Caughey.

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