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El voto latino, un trofeo que ni Clinton ni Sanders pueden presumir de haber ganado en Nevada

La precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton saluda a sus partidarios durante un acto de campaña realizado en la Universidad del Sur de Texas este último sábado, pocas horas después de derrotar a Bernie Sanders en los caucus demócratas de Nevada.

La precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton saluda a sus partidarios durante un acto de campaña realizado en la Universidad del Sur de Texas este último sábado, pocas horas después de derrotar a Bernie Sanders en los caucus demócratas de Nevada.

(Justin Sullivan / Getty Images)
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Hillary Clinton venció al senador Bernie Sanders en los caucus de Nevada el sábado pasado, pero las dos campañas aún pelean por presumir acerca de un punto muy importante: quién ha ganado el voto latino.

La respuesta involucra ciertos datos contradictorios, que los partidarios de ambos lados han manipulado para apoyar su moción.

La cuestión le importa a ambas facciones porque la campaña de Clinton ha sostenido que sus seguidores representan mejor la diversidad étnica y racial del partido demócrata. La campaña de Sanders dice que, si bien el senador de Vermont comenzó su carrera con un núcleo de partidarios liberales blancos, ha ganado terreno entre los votantes minoritarios a medida que éstos se familiarizaron con él.

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No hay duda de que Sanders ha ganado un terreno significativo entre los latinos, tanto en este estado como a nivel nacional, en las últimas semanas. Pero, ¿realmente podría decirse que ganó la mayoría de los latinos en Nevada?

He aquí algunos datos: cerca de 80,000 demócratas acudieron a las urnas el sábado último, en aproximadamente 1,700 asambleas de distritos electorales en todo el estado. Puesto que nadie realmente cuenta todos estos votos por etnia o raza, hay dos formas de estimar el voto de los latinos –o de cualquier otro grupo-. Ambas maneras implican una significativa incertidumbre.

Un conjunto de números proviene de las encuestas de votantes que ingresan a los caucus, realizada por Edison Research y encargada por la agencia de noticias Associated Press y las principales cadenas de televisión. Otro enfoque consiste en examinar los resultados de los recintos que tienen un alto grado de residentes latinos, para ver quién ganó en ellos.

El sondeo de votantes exhibió que Sanders habría ganado el sector latino, por 53%-45%. Su personal de campaña no dudó en proclamarlo el mismo sábado por la noche, en una gacetilla de prensa titulada “Sanders gana el voto latino en Nevada”.

Clinton negó esto. “No creemos que los llamados sondeos de votantes sean particularmente precisos”, afirmó la precandidata en una entrevista realizada este domingo en el programa de CNN “State of the Union”. “Observen los recintos”, dijo. “Miren dónde hemos dominado”.

De hecho, Andrés Nevada, un consultor político de Nevada, detalló que Clinton ganó cómodamente en las áreas con mayor proporción de residentes latinos, entre ellos el condado de Clark -que incluye Las Vegas- por cerca de 10 puntos de diferencia. “Cuando se trata de la zona clave de la diversidad en el estado, Sanders salió derrotado”, aseguró Ramírez, quien apoya a Clinton pero no trabaja para su campaña.

Ninguno de los enfoques –las encuestas de votantes o la examinación por distrito electoral- puede dar una respuesta definitiva.

El sondeo de votantes presenta al menos dos fuentes de incertidumbre. Al igual que cualquier encuesta, los números vienen con un margen de error. Para la muestra total, el margen de error era de +/- 4 puntos porcentuales. Pero como los latinos sólo representan aproximadamente una quinta parte de la participación, el margen de error para ellos es mayor; cerca de 7 puntos.

En otras palabras, de haberse contado a cada votante latino, el margen de error en el sondeo indicaría que la cuota de Clinton fue de entre el 38% y el 52%, y del 46% y 60% para Sanders.

Pero hay otra potencial fuente de incertidumbre, aún mayor: las encuestas de votantes, tanto a la entrada como a la salida de las urnas, no están perfectamente diseñadas para decir cómo votaron los diferentes grupos demográficos, en especial aquellos que no están repartidos de manera uniforme en el área.

Las organizaciones de noticias que pagan por estos sondeos de votantes lo hacen, principalmente, para proyectar rápidamente qué candidato resultará ganador. Para hacer esto, los medios necesitan una muestra que refleje la votación general. En Nevada, eso significó enviar encuestadores a 25 sitios de elección en todo el estado para tomar una muestra aleatoria de los votantes.

Este enfoque funciona razonablemente bien para lo cual está diseñado: ayudar a proyectar quién gano. También ayuda después de los hechos, para analizar cómo han votado los grandes grupos, por ejemplo hombres versus mujeres, o votantes mayores versus jóvenes.

Pero una encuesta de votantes tiene mucha menos precisión para un grupo como los latinos, quienes representan una menor proporción del voto y están concentrados únicamente en ciertas partes del estado.

Para medir con precisión el voto latino, un encuestador debería elegir distritos electorales que reflejen los sitios donde este grupo reside, con el fin de obtener una muestra verdaderamente representativa de ellos.

Esto se ha hecho en algunas elecciones, y los resultados a menudo han diferido de las encuestas de votantes tradicionales, diseñadas como un muestreo de la votación general con la idea de proyectar quién será el ganador.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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