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El escándalo de Volkswagen se extiende a 11 millones de autos

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El progresivo escándalo por las emisiones de diésel de los autos Volkswagen ahora incluye a 11 millones de vehículos en todo el mundo y amenaza con destruir la credibilidad y el valor de mercado de un gigante mundial que ya estaba manifestando signos de inestabilidad.

El mayor fabricante mundial de automóviles, el Grupo Volkswagen estaba experimentando debilitamiento de sus ventas tanto en Estados Unidos como en China, sus dos áreas más promisorias de desarrollo. A partir el viernes, antes de que la historia de las emisiones fuera pública, las acciones de la compañía ya habían caído a $162 por acción, descendiendo de $255 en marzo de 2015. El martes a mediodía, las acciones se cotizaron en $106.

Volkswagen ha confirmado los cargos imputados por Environmental Protection Agency de que instaló un software llamado “defeat device” en sus vehículos de 2009-2015 que incluyen las versiones de autos de pasajeros Jetta, Bettle, Golf, Passat y Audi A3 equipados con motores 2.0 litros y 4 cilindros.

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El martes la compañía dijo que ese mismo software está presente en 11 millones de vehículos vendidos en todo el mundo. A la misma vez, insistió que la tecnología usada para evadir las emisiones “no afecta el manejo, consumo o emisiones”, dijo la compañía en un comunicado que estaba trabajando “a toda velocidad” en el cumplimiento de la norma.

La empresa enfrenta hasta $ 18 billones en multas solo en Estados Unidos--y es responsable por multas y sanciones en otros países, Volkswagen dijo que también apartaría $ 7.2 billones para cubrir los gastos de reclamos y “otros esfuerzos para recuperar la confianza de nuestros clientes”.

Esa confianza rota puede resultar igualmente problemática para la línea de fondo de Volkswagen. Muchos compradores se sienten engañados al haber comprado un coche contaminante de una compañía que usa una campaña de marketing verde que clama estar en favor del “diésel limpio”.

En California, que cuenta con los estándares de emisiones más duras del país, los indignados consumidores utilizan los medios sociales para ventilar su enojo con la empresa.

Muchos dijeron que estaban lo suficientemente enojados con la empresa como para darle la espalda permanentemente a la marca.

Bob Merlis, propietario de un vehículo Volkswagen y publicista independiente en la industria musical, dijo que la semana pasada él estuvo buscando otro pensando en agregar un segundo Volkswagen diésel.

“Salí a comprar uno nuevo, el Golf Sportwagen, pero ahora eso está totalmente fuera de consideración”, comentó Merlis. “No quiero hacer negocios con esos criminales”.

Merlis, a quien le encantaba el auto porque funcionaba bien, rendía un bien en millas por galón y era ‘limpio’, dijo que se sentía particularmente mal porque persuadió a tres amigos a comprar un VW diésel después de comprar el suyo.

“Pensé que este era el mejor auto”, señaló él. “Ahora me siento absolutamente usado porque hasta persuadí a otros de sus bondades”.

El fabricante de automóviles ha suspendido ventas de miles de vehículos diesel nuevos y usados en los lotes de los distribuidores. Los modelos diesel afectados son Jetta (años modelo 2009-15), beetle (15-2009), Audi A3 (15-2009), Golf (2009-15) y Passat (2012-15).

La debacle del diésel de Volkswagen comenzó después de que los reguladores europeos notaron discrepancias entre las emisiones y los resultados de las pruebas y las experiencias reales de los conductores.

Una institución americana, el Center for Alternative Fuels, Engines and Emissions (CAFEE) en la West Virginia University, finalmente fue contratada para realizar las pruebas de emisiones en varios coches alemanes. A finales del 2013 y principios del 2014, el grupo pasó varios meses estudiando el Volkswagen Passat3, Volkswagen Jetta y el BMW X5. Midieron las emisiones en un dinamómetro y luego en la calle, usando un aparato de pruebas portable que se llevaba en el maletero o cajuela de los autos.

“Los resultados mostraron que las emisiones de los vehículos VW eran más altas en situaciones en el mundo real de hasta 15 a 30 veces”, dijo Dr. Arvind Thiruvengadam, un profesor involucrado en el estudio.

De acuerdo a Thiruvengadam y otros familiarizados con la tecnología, los motores diésel emiten cantidades importantes de óxidos de nitrógeno, que en combinación con otros contaminantes causa niebla con humo (smog) y pueden ser insalubres.

La mayoría de los autos diésel, incluyendo los construidos por VW, BMW, Mercedes, Porsche, Chevrolet y otras empresas, están equipados con dispositivos o sistemas que eliminan la mayor parte de ese óxido de nitrógeno.

En el caso de Volkswagen, los dispositivos funcionaron correctamente sólo cuando los vehículos fueron monitoreados en circunstancias habituales de prueba, como en un banco en una estación de prueba de smog, tal y como es requerido por el DMV.

Thiruvengadam y sus asociados encontraron que, utilizando sus dispositivos portátiles de prueba, esos dispositivos dejaban de funcionar cuando los vehículos estaban siendo conducidos en situaciones del mundo real.

Las revelaciones diésel de VW no son las primeras. Hace más de una década, los funcionarios del gobierno alcanzaron un acuerdo de $ 1 billón con siete fabricantes de motores diésel de Estados Unidos a los que la EPA les había montado cargos por el uso de “dispositivos similares” que ilegalmente esquivan el equipo de control de emisiones.

Los fabricantes acordaron pagar $ 83.4 millones en multas, $ 109.5 millones para financiar la investigación de proyectos de combustibles limpios y por lo menos $ 850 millones para producir motores nuevos, más limpios.

Irónicamente, el laboratorio CAFEE de WVU fue construido usando los fondos de esas multas.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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