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Después de años de controversia, la familia de Rafael Peralta acepta la medalla Cruz de la Marina de Guerra

En una ceremonia en Camp Pendleton, Rosa Peralta acepta la Cruz de la Marina de manos del Secretario de la Marina Ray Mabus en nombre de su hijo, sargento de la Marina Rafael Peralta, quien fue asesinado en Irak. Muchos dicen que merecía la medalla de Honor.

En una ceremonia en Camp Pendleton, Rosa Peralta acepta la Cruz de la Marina de manos del Secretario de la Marina Ray Mabus en nombre de su hijo, sargento de la Marina Rafael Peralta, quien fue asesinado en Irak. Muchos dicen que merecía la medalla de Honor.

(Don Bartletti / Los Angeles Times)
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El lunes, en una ceremonia donde se mezclaba la tristeza con el orgullo, la familia del sargento de la Marina, Rafael Peralta, aceptó la Cruz de la Marina, que de manera póstuma, le fue concedida por su valentía en Fallouja, Irak, en 2004.

Rosa, la madre de Peralta, se secaba las lágrimas al aceptar la medalla que Ray Mabus, Secretario de la Marina, le otorgo a su hijo, mientras elogiaba su patriotismo. Mabus dijo que el acto de Peralta ya en estado moribundo fue a salvar las vidas de sus compañeros infantes de Marina sofocando una granada enemiga durante un cerrado y furioso tiroteo.

“Gracias a la familia de este héroe americano”, dijo Mabus.

Mabus no hizo mención alguna de la controversia, que duró una década, que se centró sobre que medalla debía recibir Peralta. Peralta, un inmigrante mexicano que se enlistó el día que obtuvo su tarjeta verde, tenía 25 años cuando fue ultimado.

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Durante años, los miembros de su familia se habían rehusado a aceptar la Cruz de la Marina, bajo la creencia de que Peralta merecía la medalla de Honor. Pero la lucha ya los tenía abatidos, y recientemente y a regañadientes revirtieron su decisión.

El Departamento de defensa recomendó inicialmente que recibiera el más alto reconocimiento, pero luego anuló esa decisión después de una investigación acerca de si estaba vivo en el momento del acto de heroísmo que se le atribuye.

Dijo el sargento Adam Morrison que sigue convencido de que Peralta, muriéndose, voluntariamente buscó alcanzar la granada para sofocarla.

“Gracias a Rafael Peralta, estoy aquí hoy”, dijo Morrison, de 30 años, quien resultó herido en la explosión de esa granada. “Gracias a Rafael Peralta, mi padre es ahora el abuelo a tres niños”.

La concesión de la Cruz de la Marina se basa en el testimonio de Morrison y otros cuatro infantes de marina que estaban con Peralta y quienes dijeron que sus acciones fueron voluntarias.

Los infantes de Marina habían irrumpido en una casa donde los insurgentes estaban fuertemente atrincherados y esperando. Peralta, tomando la iniciativa, fue baleado inmediatamente. Los insurgentes lanzaron una granada que cayó cerca de donde Peralta agonizaba.

“La granada vino a caer cerca de la cabeza del sargento Peralta”, según el relato. “Sin dudarlo y con completa indiferencia por su propia seguridad, el sargento Peralta llegó y jaló la granada hacia su cuerpo, absorbiendo el impacto de la explosión y blindando así a sus compañeros infantes de Marina, que se encontraban a sólo pies de distancia”.

La infantería de Marina, famosa por ser muy difícil en la concesión de medallas a sus tropas de combate, investigó el incidente y nominó a Peralta para la Medalla de Honor.

El Departamento de Defensa, revisando la nominación, incluso las pruebas médicas, lo recomienea inicialmente para la medalla. El entonces Secretario de defensa, Robert Gates, estuvo de acuerdo.

Solo que entonces, un investigador del inspector general del Departamento de Defensa protestó la nominación argumentando que esta parecía estar basada en la discutible conclusión de que Peralta estaba todavía vivo cuando la granada cayó cerca de su cuerpo.

En un rara acción, si no es que sin precedentes, Gates rescindió su decisión en 2008 después de formar una fuerza especial, incluyendo a patólogos y oficiales retirados, para revisar el caso. Los patólogos que revisaron el caso decidieron que Peralta estaba probablemente clínicamente muerto y que sus acciones fueron involuntarias.

La fuerza especial concluyó que, dada la impugnada evidencia médica, no se justificaba la medalla de Honor. En su lugar se recomendó se otorgara la Cruz de la Marina, que requería menos peso de evidencia.

La decisión enfureció a los infantes de Marina y devastó emocionalmente a la familia Peralta. El representante Duncan Hunter (R-Alpine) intentó - sin éxito- que dos sucesores de Gates anularan la decisión. Él dice que puede intentarlo de nuevo con Ash Carter, el ahora secretario de Defensa “cuando sea el momento adecuado”.

El hermano de Peralta, Ricardo, quien se enlistó en los Marines para honrar a su hermano, dijo a los cientos infantes de Marina y a los invitados a la ceremonia de premiación que su hermano “es extrañado pero no olvidado”. Su historia es contada a los reclutas en el campamento de entrenamiento y un destructor de la marina de guerra será nombrado en su honor.

Rafael fue a Irak tal como dijo su hermano, Ricardo Peralta, “y él regresó como leyenda.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Icelda Donald y su madre, Rosa Peralta, escuchan a Ricardo Peralta dirigirse a los asistentes durante la ceremonia de entrega de la Cruz de la Marina (Navy Cross) al sargento de la Mrina to Marina Rafael Peralta durante una ceremonia en Camp Pendleton. Peralta tenía solo 25 años cuando perdió la vida el 15 de noviembre de 2004, Fallouja, Iraq.

(Don Bartletti / Los Angeles Times)

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