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Delfines y leones marinos en misiones de guerra

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Por el momento, los mamíferos y las máquinas se encuentran lado a lado en un muelle de la Marina.

Los delfines y los drones – y sus respectivos manejadores – pasan las mañanas entrenando para una posible orden de movilizarse al Golfo Pérsico o a algún otro punto conflictivo internacional para detectar minas submarinas, o tal vez para proteger un puerto contra una amenaza terrorista.

El mamífero se llama Puanani y es un delfín nariz de botella de 7 pies 10 pulgadas de largo y con un peso de 427 libras. El aparato es un vehículo submarino no tripulado, o UUV (por sus siglas en inglés), versión Kingfish, de 11 pies de largo y con un peso de 600 libras.

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Puanani nació en el Golfo de México y recibió un entrenamiento inicial por parte de la Marina en Hawái. El UUV con forma de cigarro fue construido por la empresa Hydroid Inc., un contratista de defensa con sede en Massachusetts.

Ambos están asignados a una misión que los funcionarios de la Marina dicen que es cada vez más crítica: el mantener el “dominio submarino” y la capacidad para impedir los ataques dirigidos al frente doméstico o a los barcos de Estados Unidos y de los aliados, localizados en ubicaciones extranjeras. Entre los objetivos potenciales de un posible ataque se encuentra el puerto de Long Beach, advierte el más alto Almirante de la Marina de Estados Unidos.

Estados Unidos tiene submarinos, sonares avanzados a bordo de naves de superficie y capacidades de exploración de alta tecnología a bordo de aviones, así como dispositivos de escucha bajo las olas y un número incalculable de recursos tecnológicos y de recuperación de inteligencia que están clasificados.

En San Diego, con un presupuesto de $28 millones de dólares al año, la Marina tiene 90 delfines y 50 leones marinos de California en un programa dirigido por el Sistema de Guerra Naval y Espacial del Pacífico. Casi todos los días los animales entrenan en la bahía de San Diego o en el océano más allá de Point Loma. También hay varios drones UUV.

Los delfines y los leones marinos, con su vista aguda y su “sonar biológico”, son expertos en encontrar minas.

Los leones marinos también son entrenados para detectar a cualquier nadador que se encuentre en un área restringida. El animal sujeta una “placa de mordida” sobre la pierna del nadador y se lleva la cuerda adjunta a su manejador.

Ese es el ejercicio que el veterano entrenador Chris Harris está realizando con Joe, un león marino que ha efectuado múltiples despliegues a diversos puntos incluyendo al Golfo Pérsico.

Harris le señala a Joe para que comience a sumergirse. Dentro de un minuto, Joe ha salido a la superficie, seguido por un buzo de la Marina interpretando el papel de un posible terrorista. El buzo da la señal de aprobación con el pulgar hacia arriba indicando que Joe ha hecho su trabajo.

Harris felicita a Joe y le arroja un pescado a su boca. “Es robusto y es confiable”, dijo Harris.

Puanani fue enviada al Golfo Pérsico durante la invasión de Irak. “Ella está lista para desplegarse en cualquier momento, a cualquier lugar”, dijo Mark Patefield, el entrenador principal de Puanani. “Todo lo que necesitamos es que nos digan la palaba ‘vayan’”.

Los leones marinos son anfibios y pueden esencialmente saltar dentro de un barco pequeño. Los delfines se levantan con un armazón. Dentro de un avión o un barco de transporte, los leones marinos son mantenidos dentro de recintos frescos y húmedos especialmente diseñados. Los delfines viajan en camillas forradas de lana suspendidos en contenedores de fibra de vidrio llenos de agua.

Los drones UUV están desplegados actualmente en el Golfo Pérsico y en el área patrullada por la 7ma Flota con base en Japón. Estos aparatos también han asistido en misiones de búsqueda, incluyendo el desastre del Challenger y el huracán Katrina.

Los leones marinos y los delfines protegen las bases localizadas en Kings Bay, Georgia, y en Bangor, Washington, donde se encuentran los submarinos nucleares Trident de la Marina. El Golfo Pérsico es una zona particularmente importante para Estados Unidos debido a las amenazas realizadas por parte de Irán de colocar minas en la vía marítima.

Algún día los drones UUV tal vez puedan reemplazar a los mamíferos en la misión de detección de minas. Hasta entonces ambos comparten la tarea.

“Los mamíferos son los mejores en lo que hacen”, dijo Mike Rothe, administrador del programa de mamíferos marinos. “Han evolucionado durante miles de años hasta llegar a tener un sorprendente sonar. Hemos estado desarrollando los drones UUV desde hace varias décadas”.

El primer delfín entrenado para la detección de minas fue Notty en 1960. Al presidente John F. Kennedy le gustó la idea de utilizar a las criaturas del mar para propósitos militares y el programa se amplió. Y durante la guerra de Vietnam, los delfines y los leones marinos ayudaron a proteger los muelles de municiones de la bahía Cam Ranh.

Cada día de entrenamiento comienza con una evaluación de la actitud de los animales, su aspecto y su apetito. “Cada día interactuamos con los animales”, dijo Harris.

El programa cuenta con delfines machos y hembras, y, por lo tanto, ocasionalmente se produce un nacimiento. Todos los leones marinos son machos castrados. Los integrantes más nuevos del programa son los nueve leones marinos que fueron capturados frente a la isla San Nicolas en el 2013.

Los delfines y los leones marinos pueden sumergirse a profundidades de varios cientos de pies y, a diferencia de los seres humanos, no sufren de la condición potencialmente fatal de descomprensión cuando salen a la superficie. Son cazadores naturales, aunque el prepararlos para el despliegue puede tomar varios años de entrenamiento. “Necesitas crear un vínculo de confianza”, dijo Patefield.

Los delfines son propensos a desarrollar problemas respiratorios y los leones marinos son propensos a las cataratas. El cuidado de la salud de estos mamíferos depende de los veterinarios del ejército del hospital veterinario localizado en la base.

En la película “The Day of the Dolphin” de 1974, los delfines eran robados por los extremistas que querían utilizarlos para explotar al Presidente en su yate.

Durante décadas, la Marina ha dicho que sus mamíferos marinos no son armas ofensivas y no están entrenados para transportar explosivos. Una Comisión Presidencial llegó a la misma conclusión.

Durante el entrenamiento así como en los despliegues a otros lugares, nada obliga a los delfines y a los leones marinos para regresar a los pequeños barcos de los manejadores, pero han aprendido donde se distribuye su alimento y esa es la razón por la que siempre regresan.

“Son mamíferos grandes, inteligentes y socialmente complejos con una mente propia”, dijo Mark Xitco, supervisor de la rama de apoyo científico y veterinario del programa. “No los podemos obligar a hacer algo que no quieran hacer”.

En el reciente ejercicio multinacional de Hawái, Nitro, un delfín que fue considerado una “estrella” para localizar minas estaba haciendo sonidos chirriantes durante una de las mañana.

“Esa es una buena señal”, dijo la entrenadora principal de Nitro, Amada Naderer. “Está listo para ir a trabajar”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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