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Cuatro hermanos fueron secuestrados y forzados a trabajar en una plantación de marihuana en California

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Los cuatro hermanos, oriundos de Modesto, se presentaron una noche de julio en un hogar ubicado en la remota zona de West Point, del norte de California, heridos y asustados. Tres de ellos fueron llevados al hospital con lesiones graves. Su historia era desgarradora: habían sido obligados a trabajar en una granja de marihuana, en medio de torturas y amenazas de asesinato.

La granja estaba ubicada cerca de un “camino largo, estrecho y sinuoso en el medio de la nada”, afirmó el capitán Jim Macedo, del Departamento del Sheriff del Condado de Calaveras. “La zona parece como si uno estuviera en un sitio muy remoto”.

Las autoridades investigan ahora la posible actividad allí de cárteles de droga, luego de que los hermanos narraron que fueron secuestrados y forzados a trabajar por más de cinco meses en una enorme granja ilegal de marihuana, bajo la amenaza de la violencia constante.

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El Departamento del Sheriff del Condado de Calaveras anunció esta semana el arresto de dos mujeres vinculadas con la causa. Guadalupe “Lupe” Arrellano, de 43 años de edad, y Medarda “Daniella” Urbieta Estudillo, de 34 años, fueron detenidas el 14 de septiembre pasado en Modesto, y acusadas por tráfico de personas, secuestro, ataque con lesiones corporales graves, amenazas terroristas y delitos de drogas, señalaron las autoridades. Los funcionarios del Sheriff afirmaron que aún buscan a dos hombres relacionados con el caso.

En febrero pasado, Arellano recogió a dos hombres de una tienda de Modesto conocida como un sitio donde se congregan jornaleros, explicó Macedo en una conferencia de prensa. La mujer les dijo que necesitaba que trabajaran en un proyecto de paisajismo en una casa del condado de Calaveras.

Los hermanos trabajaron en una propiedad de West Point durante varios días antes de ser llevados por la fuerza a un sitio de cultivo de marihuana ubicado en las inmediaciones, donde fueron amenazados, según informó la oficina del Sheriff.

Arrellano se dirigió al domicilio particular de los hombres, en Modesto, y le dijo a los familiares que dos de ellos estaban trabajando para ella en una granja de marihuana. Allí, se ofreció a llevar a dos parientes más al sitio, y les advirtió que si informaban a las autoridades serían asesinados, explicó la oficina del Sheriff.

Dos hermanos más se dirigieron con ella al sitio de West Point, donde fueron amenazados por hombres armados, reunidos con sus parientes y obligados a trabajar en la cosecha de marihuana, mientras que los familiares que permanecían en Modesto eran continuamente amenazados por los captores, señalaron las autoridades.

Los cuatro hombres, cuyos nombres no se han dado a conocer, vivían allí en condiciones precarias y dormían en catres, al aire libre. Eran, además, severamente golpeados si se quejaban de sus condiciones. En una oportunidad, uno de ellos escuchó a un captor pedirle a Arellano que los mate, precisó Macedo. Arellano se negó, porque estaban a punto de terminar con la cosecha de marihuana, y dijo que podrían aniquilarlos luego de que hubieran terminado su trabajo. En ese momento, uno de los captores intentó apuñalar a una de las víctimas, sosteniendo un arma y un cuchillo a la vez. Esa noche, el 27 de julio, los hombres escaparon y huyeron a una casa en West Point, donde un residente llamó a las autoridades. Tres de ellos tenían importantes heridas visibles.

Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, y uno de ellos fue llevado a un centro de trauma debido a la gravedad de su condición.

El 28 de julio, oficiales de los condados de Calaveras y Tuolumme, junto con agencias federales, requisaron un sitio cercano a Bald Mountain Road, donde localizaron la operación de cultivo. Los investigadores hallaron 23,245 plantas de marihuana, con un valor estimado de venta de entre $18 y $60 millones; al menos dos armas de fuego, varios teléfonos celulares y $10,000 en efectivo.

“Se mencionó la actividad de un cártel, pero esa información aún debe ser corroborada”, indicó Macedo. “Se nombró a una agrupación específica, pero no lo hemos comprobado todavía”

Macedo dijo que se trató de una “investigación a gran escala”, que implicó numerosas agencias locales y federales. La cantidad de alimentos almacenados en la plantación indicaban que se trataba de una operación de importancia, estimó.

Mientras que las autoridades registraban el lugar vieron a un hombre huir de los investigadores. En un camino cercano se halló una mochila, con un arma de fuego en su interior.

Al momento de la búsqueda no se hicieron arrestos, pero en las semanas siguientes las autoridades cumplieron con órdenes de allanamiento en varios sitios del condado Stanislaus. En uno de ellos hallaron un santuario religioso de la Santa Muerte, el santo popular entre los traficantes de drogas y los cárteles, durante una requisa en una casa de Modesto vinculada con el caso.

Macedo indicó que Arellano y Urbieta Estudillo se encontraban en el país ilegalmente y se les conocía el uso de varios alias. En mayo pasado, la Junta de Supervisores del Condado de Calaveras legalizó el cultivo de marihuana medicinal para venta comercial. La ordenanza de urgencia fue promulgada, en parte, para ayudar al condado luego del devastador incendio forestal Butte, que el año pasado carbonizó más de 70,000 acres, destruyó 549 viviendas y mató a dos personas.

Las autoridades señalaron que la granja de marihuana de West Point no estaba registrada.

Traducción: Valeria Agis

Si desea leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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