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La prohibición de nuevos restaurantes de comida rápida en el Sur de L.A. tiene poco efecto

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La prohibición de nuevos restaurantes de comida rápida en el Sur de L.A. fracasa en atraer opciones más saludables y las tasas de obesidad han aumentado

Las personas en el sur de Los Angeles tienen una relación complicada con sus restaurantes McDonald’s, Taco Bell, Pizza Hut y KFC.

Ahora, mientras aumenta la evidencia de que hasta ahora ha fracasado la prohibición de nuevos restaurantes de comida rápida implementada por el Ayuntamiento de Los Angeles, los líderes y los activistas nuevamente están investigando el papel que juegan o que podrían desempeñar los restaurantes en los vecindarios que en gran parte son de bajos ingresos.

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Hace siete años, la ciudad impulsó la primera ordenanza de la nación en centrarse en la salud pública y la comida rápida, por lo menos en parte porque una organización de salud comunitaria sin fines de lucro había presionado tenazmente para que se implementara la regulación como una forma de combatir la obesidad, un problema que por lo general es peor en los vecindarios más pobres.

Pero a pesar de las discusiones apasionadas de que la ley fomentaría la llegada de restaurantes más saludables a la zona, un análisis realizado por Los Angeles Times muestra que el panorama de la comida permanece sin cambios.

Los establecimientos de comida rápida han continuado surgiendo mientras que los lugares con personal que los líderes de la ciudad tenían la esperanza de atraer han sido lentos para llegar. Para empeorar las cosas, un reciente estudio realizado por Rand Corp. muestra que las tasas de obesidad han aumentado desde que se aprobó la prohibición.

La ordenanza ha fracasado en su objetivo en parte porque sólo prohíbe la apertura de los nuevos restaurantes independientes, y no de aquellos que están dispuestos a operar en los centros comerciales.

Los críticos dicen que otra falla de la prohibición es que su definición de comida rápida no aborda el tema de la salud de frente. Por el contrario, la ordenanza limita la ubicación de “cualquier establecimiento que distribuye alimentos para el consumo en o fuera de sus instalaciones, y que tiene las siguientes características: un menú limitado, comida preparada por adelantado o preparada o calentada rápidamente, no tiene pedidos en la mesa y comida que se sirve en envolturas o contenedores desechables”.

Sin embargo, cuando la prohibición fue implementada la línea que separa a un tipo de restaurante de otro se hizo borrosa, y las cadenas “de comida rápida y casual” como Chipotle, Tender Greens y Panda Bread, conocidas por promocionarse hacia las personas conscientes de su salud, se les ha prohibido abrir establecimientos independientes en el sur de Los Angeles bajo la actual prohibición.

Los partidarios dicen que la prohibición debía ser una medida provisional para ganar tiempo mientras los funcionarios creaban iniciativas para atraer a los tipos de restaurantes que los residentes del área quieren. Pero cuando el gobernador Jerry Brown disolvió las agencias de reurbanización en el 2012, la ciudad perdió una de sus mejores herramientas para seducir a los desarrolladores a invertir en las comunidades con mayores problemas. Sin la influencia de los incentivos fiscales y otro apoyo de la ciudad, el atraer a nuevos restaurantes es difícil, dicen los funcionarios de la ciudad y los líderes empresariales.

Para luchar contra el estereotipo que considera que los vecindarios localizados al sur de la autopista 10 son pobres y están llenos de criminalidad, Kenneth Lombard de Capri Capital Partners, que está revitalizando Baldwin Hills Crenshaw Plaza, les muestra a los inversionistas potenciales Baldwin Hills, View Park y Ladera Heights — algunas de las regiones afroamericanas más ricas del país. Hasta ahora, ha tenido un éxito limitado.

El concejal Herb Wesson intentó reducir las restricciones en su distrito, argumentando que la prohibición estaba desalentador el desarrollo. Decenas de residentes abarrotaron una reunión de la Comisión de Planificación para protestar contra el debilitamiento de la ordenanza. Wesson dio marcha atrás a su intento.

Desde el 2009 hasta el 2014, la zona de aproximadamente 32 millas cuadradas cubierta por la prohibición a ganado 86 restaurantes, muestra un análisis realizado por el Times de los registros del Departamento de Salud del Condado de Los Angeles.

Sin embargo, más de la mitad de esos nuevos establecimientos estaban en o cerca de la USC. La población de estudiantes, profesores y administradores de ese enclave académico se asemeja más a la población demográfica del exclusivo Westwood que a aquella población localizada en las partes más pobres o de clase obrera del sur de Los Angeles.

Excluyendo ese territorio troyano, los cambios hicieron muy poca diferencia en el perfil de la comida general. Tres restaurantes Tam’s Burgers, dos de Kentucky Fried Chicken, un Domino’s Pizza, un Tom’s Jr. y un Daily Donuts desaparecieron del panorama, pero un Jack in the Box, un Carl’s Jr., un Golden Bird, dos Louisiana Fried Chicken y tres Taco Bell se trasladaron al área.

Varios restaurantes formales grandes cerraron, entre ellos se encontraban los restaurantes Babe’s & Ricky’s Inn, New Orleans Vieux Carre y Mama’s. Y unos cuantos lugares nuevos abrieron, incluyendo al Buffalo Wild Wings y al Post and Beam, un restaurante con su propio jardín de hierbas y verduras que rápidamente se convirtió en un imán para los profesionistas jóvenes y para las personas líderes e influyentes de la zona.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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