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Cerritos College es un modelo de éxito para los estudiantes latinos

Michelle Mancilla, de 20 años, estudiante de Cerritos College en Norwalk, planea transferirse a Cal State Fullerton en otoño 2016. Cerritos College ha aumentado la tasa de éxito de los estudiantes latinos.

Michelle Mancilla, de 20 años, estudiante de Cerritos College en Norwalk, planea transferirse a Cal State Fullerton en otoño 2016. Cerritos College ha aumentado la tasa de éxito de los estudiantes latinos.

(Mel Melcon / Los Angeles Times)
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Michelle Mancilla se matriculó en el Cerritos College hace tres años por los consejos de su padre. Su papá estaba muy bien impresionado con los programas académicos de la escuela, él le dijo que tendría las mejores posibilidades de éxito allí.

Él pudo haber estado en lo correcto. Según un estudio de New America, una organización sin fines de lucro con base en Washington D.C., Cerritos College fue destacado por aumentar el número de Latinos que son elegibles para transferirse y académicamente competir con los otros estudiantes.

El número de estudiantes latinos en el colegio comunitario de dos años que ganaron grados aprobatorios creció 10% entre 2007 y 2013; el porcentaje de estudiantes latinos que obtuvieron grados de aprobación estatales creció 5% durante ese mismo tiempo, según el estudio. La Fundación analizó datos recopilados por el sistema de colegios comunitarios del estado.

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Además, el número de estudiantes que obtuvieron suficientes créditos para transferir a una universidad o colegio de cuatro años creció en un 4.5%, casi el doble de la media estatal, según el estudio.

Los esfuerzos de Cerritos College atrajeron una reacción mixta de algunos expertos en educación superior que han denunciado la baja tasa estatal de las minorías graduadas. Sólo el 38% de los Latinos se graduó o se transfirió a la universidad en la clase que se graduó de los colegios comunitarios de California de 2014, según las estadísticas del estado.

De alguna manera, los expertos están animados porque los administradores de Cerritos dijeron que no tuvieron que hacer nada revolucionario para elevar las tasas de éxito de los estudiantes, no construyen nuevas aulas o laboratorios de computación. En cambio, los administradores de Cerritos College capacitaron a la planta de maestros, tenían comunicación con los padres y alentaban a los estudiantes para que consiguieran más ayuda académica y tutoría.

“No había nada que otras escuelas no hubieran intentado antes”, dijo JoAnna Schilling, una asistente del superintendente en Cerritos.

Pero es frustrante para algunos que más colegios no hayan adoptado las mismas prácticas.

“Cerritos merece mucho crédito”, dijo Michele Sisqueros, director ejecutivo de Campaign for College Oportunity (Campaña para la oportunidad universitaria), un grupo de apoyo. Mientras que los esfuerzos del colegio no eran “ciencia espacial, es cierto que no está sucediendo en otras escuelas”.

El estudio se centró en varias otras escuelas de dos años que han aumentado las tasas de éxito de latinos, incluyendo los colegios del este de Los Ángeles y El Camino.

En El Camino College, los administradores comenzaron una política hace varios años de exigir que los estudiantes se reuniran con los consejeros para trazar un plan académico, dijo la portavoz de la escuela Ann Marie Garten. La escuela también alienta a los estudiantes a tomar pruebas de evaluación para que sean colocados en cursos a un nivel adecuado y no agobiarlos.

En el Distrito de colegios comunitarios de Los Ángeles, que incluye el East Los Angeles College, los funcionarios han aumentado los esfuerzos para tratar de inscribir a más estudiantes en cursos universitarios para que puedan tener un buen comienzo.

Muchos Latinos llegan al Colegio sin preparación en matemáticas e inglés y requieren de cursos remediales para ponerse al corriente y se gradúan en tasas más bajas que otros grupos étnicos. Sólo alrededor del 30% de estudiantes latinos que tomaron un curso remedial de matemáticas incluso tomaron una clase de matemáticas de nivel universitario; casi 45% de los asiáticos que tomaron cursos remediales de matemáticas pasaron a niveles más altos, según las estadísticas del estado.

“Queremos que se exponen a nuestra planta de maestros y que adquieran cierta confianza”, dijo Francisco Rodríguez, canciller del distrito de L.A..

El autor del estudio, Ben Miller, dijo que trabajar con estudiantes de preparatoria o incluso asociarse con otros distritos universitarios era frecuentemente el paso clave en el aumento de éxito de los estudiantes latinos.

Citó la asociación de Colegio de Santa Ana con su Distrito K-12 como modelo. Como resultado del acuerdo de 2000, Santa Ana Unified requiere que los alumnos de séptimo grado tomen pre-álgebra y que los estudiantes de octavo grado tomen álgebra. Los profesores de matemáticas de high school y college se coordinaron para asegurarse de que sus planes de estudios fueron sistematizados, según Miller.

El número de estudiantes de grado doce del Distrito Escolar Unificado de Santa Ana que no necesitaron clases remediales en matemáticas, pasó de cerca de 20% en 2000 a casi la mitad en 2012, según el informe.

“Cuanto antes mejor”, dijo Miller.

Hubo varios otros factores comunes entre las escuelas exitosas examinadas, incluyendo conseguir cooperación de la Facultad y examinar las estadísticas para ver que programas académicos necesitan mejora.

“Creo que todos tuvieron momentos de ¡aja! cuando vieron sus datos y comenzaron a hacer cambios en lo que estaban haciendo”, señaló Miller, que ahora trabaja en el Center for American Progress, un grupo de expertos que desarrollan ideas de un tema en particular y le buscan soluciones, con base en Washington, D.C.

Schilling dijo que los funcionarios de Cerritos comenzaron un esfuerzo concertado para mejorar las tasas de graduación de Latinos en el 2008. En ese tiempo, la escuela tenía unos 14,300 estudiantes latinos, alrededor del 55% del cuerpo estudiantil, pero “no estábamos enfocados en un grupo demográfico”, dijo Schilling.

La escuela tenía una graduación y tasa de transferencia que flotaba alrededor del 30% y “no estábamos satisfechos”, dijo Schilling.

El campus recibió una subvención federal para iniciar un programa que enseña a los estudiantes técnicas de estudio y gestión del tiempo, y los administradores inauguraron un “centro de éxito de estudiantes” donde estudiantes como Mancilla podían ir para recibir tutoría.

Mancilla dijo que cuando comenzó en Cerritos, el inglés era su materia más débil, sobre todo porque ella no se sentía en su elemento con la escritura académica y hacer investigación.

“No hacíamos eso en la escuela preparatoria”, dijo ella.

Así que empezó a visitar el centro una o dos veces a la semana para repasar sus ensayos con los tutores, que también le enseñaron como hacer investigación con las bases de datos y encontrar otros trabajos académicos para citar en su propio trabajo.

Ahora, “me siento totalmente cómoda con el inglés”, dijo Mancilla, quien planea transferirse este otoño. “Pasé de odiarlo a amarlo”.

Miller dijo que no estaba segura que el éxito de Cerritos pueda repetirse fácilmente. “La cosa es que las universidades tienen que cambiar, no se puede sólo hacerlo por mandato”, explicó. “En algunas universidades, hay una tendencia a tomar quien entre caminando por la puerta y no se enfocan en tratar de ayudarles”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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