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La mayoría de cazadores en África son norteamericanos

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La muerte de Cecil el león, también tiene a muchas personas haciendo preguntas sobre el considerable papel que los ciudadanos estadounidenses juegan en el controversial deporte de asesinar a la fauna silvestre como trofeos.

“Los estadounidenses figuran dentro de los ciudadanos más sanguinarios del mundo cuando se trata de la caza de trofeos, en particular de leones y elefantes”, dijo Jeff Flocken, director regional de Norteamérica para el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales. “Es un grupo pequeño de estadounidenses privilegiados. El ochenta por ciento o más de los estadounidenses quieren ver que las especies en peligro de extinción sean protegidas”.

En marzo, Dan Ashe, el director del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, reconoció que los ciudadanos estadounidenses constituyen “una parte desproporcionadamente grande de los cazadores extranjeros que reservan cacerías de trofeos en África”. Ashe señaló que esta actividad les proporciona a los países anfitriones con una forma de controlar a sus poblaciones de animales silvestres y apoyar los esfuerzos de conservación.

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Laury Parramore, una portavoz para el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, le dijo el martes a Los Angeles Times que, aunque la agencia no lleva un registro del número de estadounidenses que reservan viajes de caza de trofeos en África, sí mantiene un registro de aquellas personas que solicitan permisos para importar sus trofeos. Sin embargo, esa cifra no estaba disponible, dijo Parramore.

Una tendencia indeseable

Los conservadores de la fauna silvestre observan lo que ellos describen como una tendencia indeseable.

De acuerdo a los datos del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales, los Estados Unidos es el principal importador del mundo de partes de leones africanos para trofeos y para fines comerciales. Entre 1999 y el 2008, los ciudadanos estadounidenses se atribuyeron el 64% del mercado internacional de partes de león. Los datos muestran que ese número se ha aumentado.

Flocken dijo que el asesinato de Cecil fue particularmente preocupante debido a la fuerte disminución en las poblaciones de leones africanos, las cuales han bajado casi un 60% en las últimas tres décadas. Además, la matanza de un macho dominante en una manada, como lo fue Cecil, podría resultar en la muerte de los otros miembros del grupo, dijo. Los machos de otras manadas que podrían estar interesados en la posición abierta de liderazgo creada por la muerte de Cecil podrían atacar a otros machos, a las crías y a las hembras protectoras.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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