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Buscan entender el declive mental causado por la diabetes tipo 2

En promedio, las personas con diabetes tipo 2 experimentan grados más altos de deterioro cognitivo que aquellos que no padecen el trastorno metabólico. Un nuevo estudio explora el papel de la inflamación en esta situación.

En promedio, las personas con diabetes tipo 2 experimentan grados más altos de deterioro cognitivo que aquellos que no padecen el trastorno metabólico. Un nuevo estudio explora el papel de la inflamación en esta situación.

(Luis Sinco / Los Angeles Times)
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Perder las llaves y olvidar nombres son preocupaciones suficientemente reales para cualquier persona que está entrando en el proceso de envejecimiento. Pero para aquellos con diabetes tipo 2, la perspectiva del deterioro cognitivo es muy real. Las personas que desarrollan el trastorno metabólico tienen alrededor de un 75% mayor riesgo de desarrollar alguna forma de demencia que las personas sin el trastorno metabólico.

Subrayando ésta realidad, una nueva investigación sugiere que la resistencia a la insulina y los niveles elevados de azúcar en la sangre, ambas características distintivas de la diabetes tipo 2, desencadenan una cascada de eventos que, con el tiempo, afectan los vasos sanguíneos del cerebro.

Con una notable rapidez -- durante los dos años que los investigadores rastrearon un grupo de adultos mayores con diabetes-- esos cambios pueden exprimir la capacidad del cerebro para reaccionar flexiblemente a los diarios desafíos mentales.

La nueva investigación, dirigida por neurólogos en el Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston fue publicada el miércoles en la revista Neurology.

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En un grupo de 40 participantes entre las edades de 50 a 85 años, los escaneos del cerebro mostraron que 19 de los que tenían diabetes tipo 2 tenían los vasos sanguíneos más estrechos en el cerebro que sus compañeros que no tenían diabetes. Al inicio del estudio las diferencias fueron leves, pero evidentes. Después de dos años, fueron mucho más pronunciadas.

La red vascular en los cerebros de los diabéticos y en un grupo de comparación sano se veía y se comportaba diferentemente también. Al inicio del estudio y más perceptiblemente después de dos años, los vasos sanguíneos en el cerebro de los diabéticos mostraron menor capacidad para expandirse y contraerse para acomodar cambios en las tareas mentales.

No fue una sorpresa que además los diabéticos tuvieran menos volumen cerebral — una indicación de que ya había comenzado el proceso de atrofia.

Los sujetos con diabetes tipo 2 también tuvieron peores resultados, en promedio, en las pruebas de memoria, aprendizaje, razonamiento complejo y funcionamiento diario que los sujetos sin diabetes.

Cuando los sujetos con diabetes fueron reclutados para el estudio, su rendimiento mental fue considerado normal. Pero fue más baja que la de los sujetos sanos en el grupo de control de la misma edad. Después de dos años, los controles no diabéticos mostraban pocas señales de deslizamiento mental. Pero en todos, menos en una medida — fluidez verbal — el desempeño cognitivo de las personas con diabetes tipo 2 había disminuido notablemente, y las diferencias entre los dos grupos se habían ensanchado.

Los cambios en el flujo sanguíneo hacia el cerebro eran los más pronunciados y preocupantes en los sujetos diabéticos y quienes además mostraron mayores niveles iniciales de inflamación, mostró el estudio. Y los cambios alarmantes en el funcionamiento mental eran los más pronunciados en aquellos sujetos cuyo control glucémico fue más pobre cuando entraron en el estudio.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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