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Agentes del sheriff de L.A. que mintieron en investigación siguen cobrando sus cheques

El sheriff del condado de Los Ángeles, Jim McDonnell, quiere despedir a los agentes que mintieron, pero ha encontrado resistencia por parte de la Comisión de Servicios Civiles. ()

El sheriff del condado de Los Ángeles, Jim McDonnell, quiere despedir a los agentes que mintieron, pero ha encontrado resistencia por parte de la Comisión de Servicios Civiles. ()

(Marcus Yam / Los Angeles Times)
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El agente del sheriff necesitaba ser despedido, decidió su supervisor.

Daniel Genao era popular entre sus colegas y nunca antes había estado en serios problemas.

Pero hizo una declaración falsa en reportes de la policía, escribiendo que había una pistola en el cinturon de un sospechoso, cuando de hecho el arma estaba detrás de una maceta cercana.

Desde entonces, los testimonios de Genao en la corte serían cuestionados, indicó el jefe Thomas Laing, según registros del condado. Pero más allá, dijo Laing, las acciones de Genao han minado el sistema de justicia criminal.

Casi cuatro años después, Genao sigue cobrando su salario. La Comisión de Servicios Civiles del condado de Los Ángeles lo rehabilitó, incluso cuando él no refutó el cargo del delito menor de llenar un reporte policiaco falso.

El sheriff Jim McDonnell está peleando en los tribunales ese caso y otros parecidos, diciendo que está determinado a mantener a los agentes mentirosos fuera de su equipo.

Desde que asumió la oficina en diciembre, McDonnell ha hecho de la honestidad entre sus 9,000 agentes una pieza central de su agenda de reformas. Ha endurecido las penas por mentir en el trabajo, despidió a agentes que hicieron declaraciones falsas y está revisando las asignaciones de aquellos a los que se descubrió mintiendo en el pasado. A algunos se les podría requerir que trabajen bajo condiciones especiales, como grabar todas sus interacciones con el público.

La estricta postura de McDonnell contrasta con la del antiguo sheriff Lee Baca, quien dejó que algunos mentirosos comprobados se quedaran. El mismo Baca el mes pasado se declaró culpable en un tribunal federal de mentir a autoridades federales, y enfrenta una pena de hasta seis meses en prisión como parte de su acuerdo de culpabilidad.

El establecimiento de lineamientos éticos claros es especialmente importante debido a que el departamento viene de un período de escándalos, con más de una docena de antiguos empleados condenados por crímenes, incluyendo mentiras y la paliza a un visitante de la cárcel, dijo McDonnell en entrevista con el L.A. Times.

Insistió que no hay lugar en su departamento para mentirosos. Reubicarlos a trabajos de escritorio no es una solución porque cada agente debe estar listo para declarar como testigo en cualquier momento, argumentó.

“Mi pregunta es, alguien que se ha comprobado que es mentiroso o carece de integridad o cometió robos, insubordinaciones, ese tipo de cosas, ¿dónde puedo poner a alguien así?”, cuestionó McDonnell.

Pero para implementar totalmente su estricto régimen, McDonnell debe enfrentar a la Comisión de Servicios Civiles, un cuerpo de cinco miembros designado por el Consejo de Supervisores del condado de L.A., que juzga los casos de disciplina de los empleados del condado.

En el último año, la comisión reinstaló a Genao así como a otro agente que mintió acerca de que había tratado de tomar una foto bajo la falda de una mujer, y otro oficial que se descubrió que declaró falsamente que no había atestiguado cómo un colega le dio una paliza a un interno de la cárcel.

Los esfuerzos de McDonnell para disputar esas decisiones y dos más que involucraron falsas declaraciones marcan un cambio significativo respecto al pasado. En los cinco años previos, el Departamento del sheriff no apeló ninguna decisión del servicio civil de ningún tipo, según funcionarios del departamento.

El número de agentes con historias documentadas de falta de honradez podría estar en las docenas o cientos, y posiblemente incluye a algunos supervisores de alto rango, dijo el director ejecutivo Neal Tyler, superior de McDonnell.

E incluso si gana las apelaciones en la corte, McDonnell no puede limpiar la casa completamente. Debido a protecciones contractuales, él no se puede deshacer de los mentirosos probados que heredó de la era de Baca.

En el histórico caso de Brady vs. Maryland, la Suprema Corte determinó que los fiscales deben entregar a la defensa cualquier prueba exculpatoria. Los fiscales locales mantienen una lista de agentes llamada Brady, que tiene los nombres de los agentes con problemas de credibilidad, que los abogados defensores pueden usar para minar los testimonios de los agentes, potencialmente descarrilando casos criminales.

En el LAPD, donde McDonnell pasó la mayor parte de su carrera, mentir bajo juramento o en un reporte oficial casi siempre le costaba su trabajo al agente, si la mentira era parte de un caso, dice el comandante Stuart Maislin, quien está a cargo de los asuntos internos.

Un agente del LAPD que es despedido por el jefe por mentir pero es reincorporado a través de un proceso de apelaciones, regularmente es condenado a un largo tiempo de trabajo de escritorio.

“Una vez que probamos que hay una declaración falsa, es casi el beso de la muerte” para la carrera del agente, dice Maislin.

Bajo el régimen de Baca, una piedra angular del sistema disciplinario del Departamento del sheriff era el uso de clases remediales en vez de suspensiones. Según el razonamiento de Baca, si los agentes se daban cuenta por qué su comportamiento era erróneo, era mucho menos probable que lo volvieran a hacer.

En un reporte del 2013, un vigilante del departamento dijo que el tiempo en el salón de clases no era un castigo suficiente para algunos de los agentes que habían hecho declaraciones falsas, incluido el mentir en registros oficiales.

“Hay muchas instancias en que el departamento es muy suave con los miembros que ocultaron la verdad”, escribió en el reporte el concejero especial Merrick Bobb.

Pero los defensores de los agentes del sheriff dicen que el asunto no es blanco y negro.

Sean Van Leeuwen, vicepresidente de la Asociación de Agentes del Sheriff de Los Ángeles, un sindicato que representa a los agentes, criticó la postura de McDonnell respecto a la honestidad.

“¿Se trató de un mal acto o de un mal corazón?”, dijo Van Leeuwen. “¿Hiciste algo incorrecto que se trató de un error, o realmente fue una mala acción?”.

Tanto las reglas del LAPD como las políticas del nuevo sheriff incluyen un rango de disciplina, que puede significar hasta el despido, por hacer una declaración falsa. McDonnell dice que sí toma en cuenta la intención del elemento y la seriedad de la mentira al decidir el castigo.

Pero McDonnell no está dejando pasar mucho. En su primer año en la oficina, 90% de los agentes a los que se encontró haciendo declaraciones falsas fueron despedidos. En los tres años previos, la mitad fueron despedidos, y la otra mitad recibió suspensiones o descensos, según estadísticas del departamento.

El oficial Steven Stroble estaba en servicio en el Tribunal de Alhambra el 14 de junio de 2011, cuando intentó tomarle una fotografía debajo de la falda con su celular a una mujer, según un reporte archivado en la corte.

En una entrevista inicial con los investigadores del sheriff, él negó haber estado ahí ese día, pero luego admitió que se encontraba en la oficina del Secretario; sin embargo, dijo que se había agachado para recoger un pedazo de papel cerca de la mujer, al momento que le estaba mandando un mensaje de texto a su esposa, de acuerdo al reporte.

Los investigadores lo urgieron a decir la verdad, porque el incidente había sido captado en las cámaras de video de la oficina del Secretario. Stroble negó que hubiera tratado de tomar una fotografía debajo de la falda de la mujer, pero dijo que había tratado de tomar una foto de su pierna para mandársela a su hermano. Él dijo que se detuvo mientras se estaba agachando, entendiendo que era estúpido si lo hacía, especifica el reporte.

En marzo de 2012, Stroble no refutó los cargos del delito de fotografiar bajo la ropa de una persona con el objetivo de satisfacción sexual.

Stroble fue despedido, pero la Comisión de Servicio Civil lo reincorporó, subrayando que de hecho no tomó la foto, que aceptó haber mentido y que otros empleados mantuvieron sus trabajos a pesar de haber hecho declaraciones falsas.

En noviembre, un juez de la Suprema Corte del condado de Los Ángeles acordó con el departamento que el agente debía ser despedido.

Genao, quien escribió reportes falsos acerca de la pistola, dijo que estaba traumado debido a su miedo de que el sospechoso con el que se enfrentó estaba armado. El estrés y la confusión, dijo Genao, lo orillaron a escribir que encontró el arma en el sospechoso, en lugar de detrás de la maceta, según un informe archivado en el tribunal. Genao insiste que no mintió intencionalmente.

Otros policías que también terminaron en la lista Brady se mantienen en sus puestos, y Genao puede trabajar asignaciones sin patrulla.

La Comisión de Servicio Civil votó por regresar a Genao a sus labores con una suspensión de 30 días, pero el Departamento del sheriff lo puso en permiso administrativo con goce de sueldo mientras transcurre el proceso de apelación.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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