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Acusan a dos policías de agredir sexualmente a mujeres mientras estaban en servicio

Dos agentes de policía de Los Ángeles han sido acusados de agredir sexualmente en repetidas ocasiones a cuatro mujeres.

Dos agentes de policía de Los Ángeles han sido acusados de agredir sexualmente en repetidas ocasiones a cuatro mujeres.

(Bob Chamberlin / Los Angeles Times)
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Dos agentes del Departamento de policía de Los Ángeles (LAPD) fueron acusados de agredir sexualmente en repetidas ocasiones a varias mujeres mientras estaban en servicio.

Los hombres amenazaban a sus víctimas con arrestarlas si no cumplían con sus demandas y abusaron de algunas de las mujeres en el asiento trasero del vehículo de policía encubierto que manejaban juntos, según los registros de la corte.

Luis Valenzuela, de 43 años, y James C. Nichols, de 44, enfrentan más de una docena de acusaciones de delitos graves, entre ellos, el abuso sexual de cuatro mujeres, juntas o por separado, entre 2008 y 2011, según una querella presentada el martes por la oficina del fiscal de distrito del condado. Los oficiales fueron acusados de forzar a varias mujeres a tener sexo y a otras a practicarles sexo oral. Valenzuela también está acusado de agredir con una pistola a una de las mujeres.

Los cargos conllevan un posible castigo de hasta cadena perpetua en prisión.

Los dos sujetos fueron arrestados el miércoles por detectives de su propio departmento y se les impuso una fianza de más de $3.5 millones. Ambos estaban programados para presentarse ante la corte el jueves. Ni los hombres ni sus abogados pudieron ser contactados para pronunciarse al respecto.

“Este es un resultado maravilloso, aunque está atrasado varios años”, dijo Dennis Chang, el abogado que representa a dos de las mujeres. “Es un rayo de luz que esas mujeres finalmente verán un poco de justicia”.

El LAPD puso a los agentes en licencia sin goce de sueldo hace más de dos años, después de una investigación interna que fue iniciada cuando una mujer se atrevió a reportar a los hombres.

Detectives de una unidad investigadora asumieron el caso en 2014 en un esfuerzo para colectar suficiente evidencia para que los fiscales pudieran presentar un caso criminal contra los hombres.

“Esos dos oficiales se han deshonrado a sí mismos, han deshonrado su placa, y han deshonrado su juramento de servicio”, un sombrío jefe Charlie Beck dijo a los reporteros el miércoles. “Estoy extremadamente intranquilo por lo que han hecho”.

Beck declinó abundar acerca de la investigación, pero dijo que el caso incluye docenas de entrevistas, análisis forenses, videos y órdenes de allanamiento. Los detectives también reconstruyeron los movimientos de los policías revisando los contactos previos que habían hecho asi como la búsqueda de otras potenciales víctimas en Hollywood.

Beck dijo que los investigadores trabajaron un caso difícil, complicado por el hecho de que los agentes “acosaron a personas que muchas veces son testigos poco dispuestos, o víctimas sensibles”.

El L.A. Times escribió sobre las alegaciones contra Nichols y Valenzuela en 2013 , cuando los detectives del LAPD obtuvieron una orden de cateo para confiscar los teléfonos y computadoras de los hombres.

Una declaración jurada describió un oscuro modelo de comportamiento. La pareja, que trabajó junta como oficiales antidrogas de la División de Hollywood del LAPD, fueron acusados de enfocarse en mujeres que ellos habían detenido por posesión de drogas, en algunos casos, que habían usado en su trabajo como informantes confidenciales.

En repetidas ocasiones, los oficiales las amenazaron con mandarlas a la cárcel para luego obligarlas a montarse en un Volkswagen Jetta encubierto que manejaban en horas de servicio, y las llevaban a lugares recónditos, donde uno de los agentes las obligaba a tener sexo mientras el otro vigilaba, según la investigación.

Una mujer, quien inició una demanda contra el departamento de policía por $575,000, fue arrestada en 2010 por los oficiales, dijo Chang, su abogado, en una entrevista con el Times. Entonces los agentes le ofrecieron ayudar a liberarla y darle una sentencia más indulgente si a cambio aceptaba trabajar con ellos como informante en otras investigaciones.

Durante el siguiente año, Nichols y Valenzuela confrontaron a la mujer repetidamente, diciéndole que ya no la ayudarían excepto que tuviera sexo con ellos, relató Chang. Ella aceptó, le dijo a los investigadores, por miedo a que los agentes la enviaran de vuelta a prisión si no lo hacía.

La primera mujer que acusó a los hombres lo hizo a principios del 2010. La presunta victima narró a un supervisor en la unidad antinarcóticos de Hollywood que fue detenida por los agentes hace más de un año. La mujer, quien trabajaba como informante, dijo que Valenzuela la había amenazado con llevarla a la cárcel si se negaba a subir al carro, entonces se subió al asiento trasero con ella y le pidió que lo tocara de forma íntima.

Sin embargo, un año después otra mujer le dio una versión similar a un supervisor de la estación tras haber sido arrestada. Ella relató cómo dos agentes que manejaban un Jetta se habían orillado mientras paseaba a su perro en Hollywood en 2009. Los agentes, a los que ella reconoció como los mismos policías que la habían arrestado previamente, le ordenaron que se metiera al carro.

Entonces Valenzuela se movió al asiento de atrás con la mujer y le pasó el perro a Nichols, quien manejó el carro a un área escondida, donde Valenzuela la obligó a practicarle sexo oral, según los récords de la policía.

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