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La ausencia de Kim Kardashian en las redes sociales despierta dudas en la familia y pérdidas para los empresarios

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En septiembre pasado, Kim Kardashian tuiteó 162 veces, publicó 40 fotos en Instagram y envió más de 200 clips a Snapchat. Pero desde el 3 de octubre, cuando cinco ladrones le robaron a punta de pistola en su hotel de París y se llevaron $11 millones de dólares en joyas, la celebridad ha hecho silencio en las redes sociales. Ya no más autofotos de su escote o de su renombrada retaguardia. No más imágenes para mostrar sus lujosos artículos de Balenciaga, Balmain o Yeezy. Ni siquiera un tuit para promocionar su aplicación, su línea de emojis personalizados o su juego móvil.

“Si ella decidiera no regresar a las redes sociales, el mundo deberá llorar la pérdida de Kim Kardashian en línea”, afirmó en una entrevista Niccolo De Masi, presidente y director ejecutivo de Glu Mobile, que creó su redituable juego “Kim Kardashian: Hollywood”. “Pero, personalmente, espero y creo que ella volverá”.

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El ejecutivo de Silicon Valley tiene motivos para estar preocupado. Sin duda, los seguidores en línea de Kardashian -85.9 millones en Instagram, 48.7 millones en Twitter- extrañarán las actualizaciones de la estrella de los reality shows en sus líneas de tiempo. Pero para Glu Mobile y las otras empresas con las cuales Kardashian trabaja, entre ellas la desarrolladora de aplicaciones Whalerock Industries, y su patrocinador Sugar Bear Hair Vitamines, su retiro de internet es también una pérdida de potenciales clientes. Su último tuit, por ejemplo -enviado el 2 de octubre- incluyó un video que instaba a los jugadores de “Kim Kardashian: Hollywood” a desbloquear una nueva sorpresa dentro del juego.

En tanto, el robo está teniendo más ramificaciones personales en la familia Kardashian, cuyo éxito llegó en gran parte como resultado de su transparencia con los fans. Desde el incidente en Francia, Kardashian -quien estaba en París para presenciar los desfiles de la Semana de la Moda- se ha atrincherado en el interior de su casa en Bel-Air. También interrumpió el rodaje de “Keeping Up With the Kardashians”, y regresó silenciosamente a trabajar la semana pasada, mientras las cámaras la mostraban durante los conciertos de su esposo, Kanye West, en el Forum.

Sus cinco hermanas, sin embargo, continúan con sus vidas públicas, aunque han tomado nuevas precauciones. “Todas hemos aumentado nuestra seguridad”, reconoció Khloe Kardashian durante el lanzamiento de su línea de pantalones de jean Good American, a la cual arribó detrás de un grupo de musculosos guardaespaldas.

La más joven de la familia, Kylie Jenner, ha estado tan activa como siempre en Snapchat, donde muestra su línea de Kylie Cosmetics y una íntima cena de Halloween que realizó en su hogar. Kourtney Kardashian también fue anfitriona de un evento en un restaurante de West Hollywood para Manuka Doctor, una línea de cuidado de la piel con la cual se ha asociado.

“Creo que, como estamos en esto juntos, no comprendimos que hay gente muy rara por allí”, afirmó Khloe, quien dijo que el robo a su hermana era un incidente muy serio y una llamada de atención a la familia acerca de cómo interactúa con sus seguidores. “Tristemente, todos hemos sido acosados. Y eso no es normal. Pero en nuestra familia sí lo es”.

Las preocupaciones acerca de la privacidad a menudo fueron abordadas en el programa “Keeping Up With the Kardashians”, que ya lleva 12 temporadas al aire en E! En un episodio de abril de 2015, la matriarca de la familia, Kris Jenner, abre la puerta en su mansión de Hidden Hills y encuentra 13 pizzas en el escalón de entrada.

“Esto no es gracioso”, reprende a sus hijas, asumiendo que una de ellas le ha jugado una broma. Pero cuando coloca las cajas de Domino en su cocina y abre una, queda horrorizada por lo que ve: “Kylie, ¿te casarías conmigo?”, está escrito en la tapa de cartón.

Kylie, por entonces de 17 años, permanecía imperturbable. Incluso intentó comer una porción. Pero su madre estaba tan afectada por la entrega anónima que contrató a dos guardias de seguridad armados para patrullar los terrenos lindantes con su finca.

Poco después, cuando Kylie comenzó a publicar sin parar en Snapchat -revelando su ubicación en tiempo real- sus hermanas se preocuparon por su seguridad. “Necesitamos hacer algo que la asuste. ¿La detenemos a punta de pistola?”, sugiere Khloe en tono de broma en un episodio reciente.

Desde su creación en 2007, “Keeping Up With the Kardashians” ha ofrecido una mirada sincera de la vida cotidiana de la familia. Sí, se trata de televisión de realidad, y hay momentos donde inevitablemente el programa parece guionado. Pero durante las 12 temporadas al aire, las Kardashian siempre han estado dispuestas a compartir más con los espectadores de lo que la mayoría de las celebridades se animaría. Kris se grabó a sí misma durante una cirugía de rostro. Kim intentó una vez curar su psoriasis aplicando leche materna de su hermana sobre su piel. Y cuando Kylie se acercaba a la pubertad, su hermana mayor le mostró cómo funcionan los tampones con la ayuda de un vaso de agua. Por todo ello, cuando el mundo comenzó a usar Twitter, Instagram y Snapchat, las redes sociales se convirtieron rápidamente en una extensión de la marca Kardashian.

Kim, quien es la más popular de las Kardashian en línea, típicamente publica material de índole muy personal. El mes pasado, tuiteó acerca de su obsesión con los nuevos documentales de JonBenét Ramsey y Amanda Knox, y compartió una foto de sí misma, durmiendo con su hija, North.

Pero también emplea internet para promocionar su negocio, mayormente sus ‘Kimojis’, una línea de emojis que tienen correlación con su vida, y “Kim Kardashian: Hollywood”.

Según una nota de portada publicada en Forbes en julio último, fue el juego lo que permitió a Kim amasar la mayor parte de su fortuna. Desde su lanzamiento, en junio de 2014, éste fue descargado 45 millones de veces y generó $45 millones de ingresos para ella, detalla la publicación. Una gran parte del motivo por el cual el juego ha resonado con los aficionados es que se basa en el día a día de la estrella. El objetivo es que los jugadores se conviertan en una celebridad, intenten llegar a la lista de los más famosos y se hagan amigos de Kim en el proceso. La versión animada del personaje luce prendas que la Kim real ha llevado en el programa, y el entorno son sitios que ella frecuenta. Por lo tanto, si Kim deja de publicar fotos de sus prendas y se esconde detrás de las puertas de Bel Air Crest, el juego pierde autenticidad.

Hasta el momento, “Kim Kardashian: Hollywood” se mantiene “perfectamente bien”, afirmó De Masi. Antes del robo, él y Kim habían creado una hija de ruta para el entretenimiento hasta fines de 2016. “El año próximo, en teoría, podría convertirse en un problema”, reconoció De Masi, quien se mantiene en contacto con la estrella a través de mensajes de texto. “La realidad es que el juego funciona incluso si ella no lo hace, porque tiene 150 millones de seguidores. Desde luego, es mejor si ella interactúa con éste en directo”.

Si ella opta por ser sincera sobre el terrible incidente, algunos especulan que seguirá los pasos de Caitlyn Jenner, anteriormente su padrastro Bruce, quien hizo una entrevista en profundidad con Diane Sawyer y apareció en la portada de Vanity Fair el año pasado para anunciar su cambio de género y nombre. Otros sostienen que ella volverá a las plataformas sociales a las cuales está muy acostumbrada, quizás a través de su propia aplicación, donde publicará contenidos exclusivos (el 18 de octubre, el asistente de Kim, Steph Shep, publicó una foto de una nota escrita a mano donde se leía “Keeks se está tomando un muy necesario tiempo libre. Pero a no preocuparse… hemos llamado a los mejores amigos de Kim, familiares y yo mismo estoy aquí para dar algunas exclusivas”).

“Manejamos famosos desde los años 1960, y nuestros datos muestran que cuando un evento negativo ocurre en la vida de uno de ellos, necesitan hacer algún tipo de declaración pública rápida con el fin de mitigar los efectos negativos a largo plazo”, señaló Henry Schafer, vicepresidente ejecutivo de Q Scores Co., que mide el nivel de conciencia del público acerca de las celebridades y el atractivo de éstas para el consumidor. “Si uno no dice nada se crea escepticismo, y la gente duda de la veracidad de la situación”.

De hecho, algunos rápidamente catalogaron el robo como una maniobra publicitaria o una estrategia para el seguro, a pesar de que las autoridades parisinas habían confirmado la legitimidad del delito.

Esa duda no es sorprendente para Schafer, quien dijo que Kardashian es una de las celebridades con mayor polarización en su compañía. Su puntaje favorable de Q es del 10% -lo cual significa que el 10% de la población total mayor de 6 años dice que ella es una de sus personalidades favoritas- y su puntaje negativo es de 62%.

“Es alguien a quien la gente ama odiar”, afirmó Schafer, y agregó que Howard Stern y Martha Stewart tienen perfiles similares.

Amada u odiada, es difícil imaginar a una Kim Kardashian que no comparte su vida con el mundo. Su madre, en tanto, dio a entender en una entrevista reciente que pronto regresaría a la vida pública. “Hemos podido ajustar y hacer cambios en la forma en que publicamos [en redes sociales], pero no quiero que esto afecte el corazón de la familia de ninguna manera”, señaló Kris, quien instó a Khloe a promocionar su línea de pantalones en medio del drama de su hermana. “Tenemos que pensar primero en la seguridad. Exponemos nuestra vida en tiempo real. Ahora tomamos más precauciones, pero las chicas disfrutan de las redes sociales y la relación con sus seguidores y fans. Sólo tenemos que navegar de forma diferente”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí

Traducción: Valeria Agis

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