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Exsargento del LAPD se defiende de sus cargos éticos, luego de la polémica detención de la actriz de ‘Django Unchained’

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La larga saga que involucra a un sargento de la policía de Los Ángeles y una actriz del film “Django Unchained” se abrió paso en una corte del centro este lunes, cuando un juez escuchó los argumentos para determinar si el sargento violó las normas éticas de la ciudad al filtrar en medios de comunicación una grabación de la polémica detención.

La audiencia del lunes fue la más reciente acción de la Comisión de Ética de Los Ángeles contra el sargento -ahora retirado- Jim Parker, un caso muy inusual que fue seguido de cerca dentro del Departamento de Policía de L.A.

Nadie duda de que Parker haya dado a conocer la grabación; él mismo lo ha admitido en entrevistas con reporteros, en una reunión de la Comisión de la Policía y, nuevamente, durante su deposición del lunes. En lugar de ello, el caso se centra en si esa grabación era confidencial y, por ende, si Parker violó las reglas de la ciudad al hacerla pública.

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Los funcionarios de ética alegan que eso fue precisamente lo que hizo Parker, y lo acusan de compartir ilegalmente información confidencial sin autorización, y de hacerlo para “crear una ventaja privada para sí mismo”.

Sergio Pérez, director de cumplimiento de la Comisión de Ética, acusó al exsargento de dar a conocer la grabación porque se enfrentó a fuertes críticas por su accionar. Los empleados de la ciudad, afirmó, no deben “revelar cualquier información que les gustaría, por cualquier razón”. “Al filtrar la cinta, el Sr. Parker violó la ley”, aseveró Pérez. “Él sabía que eso no era correcto”.

El abogado de Parker, Larry Hanna, insistió en que la cinta no era confidencial y que su cliente estaba siendo injustamente acusado por defenderse. El letrado se refirió a otros agentes del LAPD que emitieron grabaciones similares en cortes de reclamos menores o por la televisión nacional -en el programa “Judge Judy”, por ejemplo-, sin ser castigados. “Los oficiales han hecho esto por años”, aseguró.

Si el juez de derecho administrativo a cargo del caso, Samuel D. Reyes, decide que Parker violó las normas éticas, el sargento retirado se enfrenta a una multa de hasta $10,000.

El caso deriva de una sonada detención realizada por Parker en septiembre de 2014, cuando respondió a un reporte que indicaba que una pareja estaba teniendo relaciones sexuales dentro de un vehículo estacionado cerca de una agencia de talento de Studio City. Allí, halló a la actriz Daniele Watts y a su novio, Brian James Lucas, quien según la policía coincidían con la descripción de la pareja que buscaban.

Cuando Parker les pidió una identificación, Watts se negó y se alejó del lugar. La mujer fue esposada por otros dos oficiales que la interceptaron más adelante, pero liberada poco después de que su novio mostrara su identificación a las autoridades.

La historia ganó rápidamente la atención nacional luego de que la pareja se quejara públicamente de la manera en que Watts había sido tratada. Lucas escribió en Facebook que la policía actuó como si ambos hubieran estado involucrados en un acto de prostitución, porque él es blanco y ella negra.

LAPD abrió una investigación interna por los alegatos. Parker defendió sus acciones y emitió una grabación de audio del encuentro, de 24 minutos de grabación, capturada en un grabador personal que guardaba en su bolsillo.

La grabación acalló algunas críticas contra Parker y el LAPD, y generó un contragolpe respecto de los comentarios de la pareja. Watts y Lucas no respondieron al cargo de alteración del orden público, y se les ordenó escribir cartas de disculpa a los funcionarios y ciudadanos que los reportaron.

Parker fue acusado de insubordinación por hablar con la prensa sin el permiso del departamento, afirmó. Se le ordenó asistir a una audiencia disciplinaria, pero en cambio se retiró, finalizando así una carrera de 26 años con el LAPD. En noviembre, la Comisión de Ética anunció sus acusaciones contra Parker.

El lunes, gran parte de la discusión se centró en las políticas y directrices del LAPD, que tanto Pérez como Hanna emplearon para tratar de validar su enfoque. Parker defendió nuevamente su decisión de liberar la cinta, alegando que intentaba sofocar las acusaciones en su contra como racista.

Otros agentes del LAPD también subieron al estrado, entre ellos un capitán que supervisa las investigaciones internas, quien dijo que creía que las grabaciones de un dispositivo personal de un oficial se consideran información confidencial. El presidente y director del sindicato que representa a los oficiales de rango también declararon, y afirmaron que habían hecho públicas grabaciones personales en otras oportunidades.

Craig Lally, el presidente del gremio, expresó al juez que una vez le entregó una cinta a la periodista Diane Sawyer. La grabación contenía una conversación que Lally había tenido con Nicole Brown Simpson, luego de responder a una llamada desde su casa de Bundy Drive, seis meses antes de su muerte. “¿Y alguien de la Comisión de Ética se dirigió a su casa, golpeó a su puerta y le dijo ‘qué vergüenza lo que has hecho’?, preguntó Hanna. “No”, respondió Lally.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí

Traducción: Valeria Agis

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