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Exaeromoza de JetBlue se declara culpable por contrabando de cocaína en LAX

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Una exaeromoza de JetBlue Airways acusada de traficar cerca de 60 libras de cocaína en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles se declaró culpable este lunes por la tarde en un tribunal federal de L.A., afirmaron las autoridades.

Marsha Gay Reynolds, de 31 años y oriunda de Queens, Nueva York, fue acusada de posesión de cocaína con intención de distribuirla luego de que abandonara dos equipajes de mano en un puesto de control de seguridad, el 18 de marzo pasado. Reynolds había sido seleccionada al azar para una requisa, cuando se quitó los zapatos de tacón y salió corriendo del aeropuerto, según documentos del Tribunal de Distrito de los EE.UU.

Reynolds es una ciudadana estadounidense nacida en Jamaica, que en el pasado compitió en concursos de belleza. La mujer estaba estudiando para ser enfermera mientras trabajaba para JetBlue, señaló su exabogado.

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Según los fiscales generales, Reynolds trabajaba con un hombre que distribuía la cocaína en Massachusetts y otros lugares. El cómplice -no identificado- de Reynolds, quien se encontraba en el país ilegalmente, había robado identidades de personas con discapacidad mental y las usaba para obtener pasaportes y licencias de conducir.

Luego volaba en líneas aéreas comerciales mientras llevaba el dinero de la cocaína u otras drogas, según documentos judiciales. Reynolds avisaba al hombre cuando tenía programado un vuelo, para que pudieran así coordinar su actividad ilícita.

Como aeromoza, Reynolds tenía acceso a sitios seguros de los aeropuertos, que usualmente no requieren revisión de equipaje. La mujer contrabandeó drogas y dinero a través de esos sitios, y se las entregaba a su cómplice, quien le pagaba a Reynolds miles de dólares, señalaron los fiscales.

En el incidente de marzo pasado, las autoridades señalaron que el hombre había viajado desde Nueva York a L.A. un día antes, para recoger la cocaína que luego usaría para surtir a sus clientes de la costa este. Al día siguiente, Reynolds voló de Nueva York a L.A. para encontrarse con él y tomar el equipaje, que ya había sido cargado con 59.30 libras de cocaína, según el documento judicial. Las autoridades reportaron inicialmente que la cocaína pesaba 68.49 libras.

Reynolds le mostró su identificación a un oficial de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) en la Terminal 4 de LAX, según la demanda. El oficial confirmó que se trataba de ella y confirmó que había sido seleccionada para un control al azar. El plantel de las aerolíneas y del aeropuerto no está sujeto a controles de rutina en LAX.

Reynolds se puso nerviosa, sacó su móvil de su bolsa y realizó una llamada, señalaron las autoridades. Comenzó a hablar en un idioma extranjero. Mientras era escoltada al área de control secundaria, dejó caer su equipaje de mano, se quitó los zapatos y salió corriendo.

Reynolds logró abordar uno de los aviones de la compañía al día siguiente y viajó a Nueva York, según documentos de la corte. Su cómplice hizo lo mismo. Días más tarde, ambos se encontraron y el sujeto le proporcionó a Reynolds un celular prepago antes de huir a Jamaica.

Reynolds se entregó el 23 de marzo a los agentes de la Administración Antidrogas (DEA) del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. Luego de su arresto, amigos de la familia y su madre ofrecieron sus hogares como fianza. Más de una docena de familiares y amigos, entre ellos un médico y otra aeromoza, enviaron cartas al tribunal para describir su carácter y ética de trabajo.

Reynolds se enfrenta a un mínimo de 10 años de prisión si es condenada.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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