Anuncio

Cuando el juego de ‘¡Jeopardy!’ llega a la escuela

Share

Era una tarde nublada de entresemana en la secundaria Van Nuys Middle School, en el Valle de San Fernando. Las hojas caídas parecían puntos desparramados por todo el campus y una leve llovizna manchaba el parabrisas.

Cuando las clases finalizaron, más de 100 estudiantes se amontonaron en el auditorio con sus caras pintadas de azul y pompones en mano, para animar a sus amigos en una versión simulada del programa de juegos “¡Jeopardy!”.

La tradición inició el año pasado, cuando un padre de familia relacionado con el programa propuso la idea a Joshua Rosenthal, coordinador de esta escuela magnet.

Anuncio

Este año, más de 1000 alumnos tomaron una prueba para calificar para el ‘show’. El jueves pasado se enfrentaron los finalistas de cada categoría. Cuando finalizó el día de clases llegó el momento de la batalla final: los campeones del sexto, séptimo y octavo grado compitieron entre sí.

Así fue como Juan Muldong, alumno de sexto grado; Andrew Espinoza, de séptimo grado y Anka Trendafilova, de octavo, terminaron vistiendo camisetas azules idénticas, de pie uno al lado del otro, mientras movían sus cabezas nerviosamente.

Lo que estaba en juego era asistir a la versión de “Tournament of Champions” que organizan las escuelas de Long Beach, más dos boletos a cualquier sitio a donde viaje JetBlue y el orgullo de participar.

El anfitrión de PBS Mark Walberg sustituyó a Alex Trebek. Leyó las categorías, sacadas del currículo de la escuela, incluyendo ‘Comienza con la letra A’, ‘Añadir 5 números’, ‘Español a colores’, ‘Está en antigüedades’ y ‘Obvio’.

Aunque Juan tropezó durante una de las primeras etapas con una pista sencilla (“Es la noche de ‘Saturday Night Live’”), Anka tomó rápidamente la delantera. Su mano presionó el timbre velozmente y adivinó casi todas las preguntas.

Otra pista: “En el alfabeto, el primer nombre de los muchachos americanos”.

‘¿Aarón?’, respondió, llevando su total a $3,600. Juan movió la cabeza.

Siguiente pista: comienza con A, por $800. “Otra palabra para burro”.

Andrew tocó su timbre pero respondió con dudas. “¿Asno?”.

“Bienvenido al juego y felicitaciones”, dijo Walberg.

Después pasaron a ‘los colores en español’. Cuando llegaron al rojo, Andrew tenía $1,400, Anka $4,200. ¿Podrían mejorar los alumnos menores?

Cuando terminó la primera ronda, Juan tenía $1,800, Andrew contaba con $1,200 y Anka con $5,600.

Anka y Juan perdieron $400 cuando dieron la fecha equivocada para el Día de la Tierra. Anka tuvo otra vez una larga racha de aciertos.

Pero, para el disgusto de la audiencia, todos perdieron ante una pregunta fácil: “En español, el primer mes del año”.

“¡Enero!”, gritaban sus compañeros de clase.

Al final de la ronda, Andrew tenía una puntuación negativa, por lo cual sólo Anka y Juan podrían apostar en ‘Final Jeopardy’. Anka, de octavo grado, tenía $14,800, y Juan unos $7,400, exactamente la mitad.

La categoría fue ‘Tecnología’. Walberg leyó la pista: “Utilizado como cargador o para transferir información entre dispositivos electrónicos, esta interfaz de tres letras se identifica mediante un logotipo tridente”.

Después de escuchar el famoso tic-tac de la música de “¡Jeopardy!”, los dos revelaron sus respuestas.

“¿Una cabeza?” Juan preguntó. Incorrecto. La respuesta era “un USB”.

El chico había apostado todo su dinero -precisamente lo suficiente para empatar con Anka si hubiera contestado correctamente-. Ahora no tenía nada.

Anka también contestó mal: “¿un enchufe?”.

Por suerte para ella, las matemáticas se le dan bien. La chica había apostado cero, sabiendo que, en el peor de los casos, terminaría empatada con Juan.

El auditorio estalló en aplausos y el ganador del año pasado salió al escenario con un gigante letrero para Anka; no era un cheque, pero sí un certificado de regalo de JetBlue.

Después de su gran victoria, Anka respondió a las preguntas en pocas y escasas frases, y reveló que su estrategia había sido muy simple: “Hice clic en las respuestas más fáciles primero”.

Su desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Diana Cervantes

Anuncio