Anuncio

Consejos de moda para el hombre común, según la estilista de los actores más famosos de Hollywood

La estilista Jeanne Yang, en su estudio de Beverly Hills. Yang ha vestido a algunas de las más renombradas estrellas de Hollywood (Mel Melcon / Los Angeles Times). .

La estilista Jeanne Yang, en su estudio de Beverly Hills. Yang ha vestido a algunas de las más renombradas estrellas de Hollywood (Mel Melcon / Los Angeles Times).

.

(Mel Melcon / Los Angeles Times)
Share

La estilista Jeanne Yang es responsable de asegurar que algunos de los hombres más reconocidos de Hollywood -como por ejemplo George Clooney, Robert Downey Jr., Jamie Dornan, Terrence Howard y Diego Luna, entre otros- luzcan como las estrellas que son.

Esta nativa de Los Ángeles se hizo famosa por mezclar cantidades iguales de modernidad y estilo de ‘la vieja escuela’ para la alfombra roja. Pero Yang, quien está cerca de los 50 años, comenzó a trabajar hace dos décadas, creando el estilo para videoclips de grupos como Blink-182 y 311, y asistiendo a Rivers Cuomo, de Weezer, a lograr su clásico aspecto de geek chic. “Básicamente, trabajé con casi cualquier banda que contenía un número en su nombre”, bromea.

Jeanne Yang trabajó con una lista de importantes talentos, entre ellos George Clooney, Ben Affleck, Jamie Dornan, Terrence Howard y Diego Luna (Mel Melcon / Los Angeles Times).

Jeanne Yang trabajó con una lista de importantes talentos, entre ellos George Clooney, Ben Affleck, Jamie Dornan, Terrence Howard y Diego Luna (Mel Melcon / Los Angeles Times).

(Mel Melcon / Los Angeles Times)
Anuncio

Fue en el plató de “The Matrix” donde Yang conoció a Keanu Reeves, cuyo interés en la sastrería se entrelazó con su trabajo, y el actor le enseñó acerca de renombradas marcas italianas, como Kiton, Borrelli e Isaia. “Fue una suerte de campo de entrenamiento; pasar de la cultura skater al otro lado del mundo, hasta la sastrería elegante”, reflexiona. Esos dos extremos la ayudaron a forjar su aspecto distintivo de clásicos. Ahora se la conoce por hacer trajes de aspecto cool y relajado, y por elevar el nivel de la sastrería más informal.

Con la temporada de premios en marcha, Yang está en su momento de mayor actividad, aunque está dispuesta a compartir algunos secretos comerciales para que los hombres comunes puedan también tener un toque clásico en sus vidas.

La ropa a medida es importante

El mayor consejo de Yang es simple: adaptar las prendas para que queden bien.

“Cada prenda que uno lleva fue hecha para, al menos, entre 1,000 y 10,000 personas. Por ello, probablemente no se verá perfecta en todos los cuerpos”, sostiene Yang respecto de la ropa adquirida en una tienda. La experta recomienda comprar las prendas más agradables que uno pueda permitirse, y luego llevarlas a un sastre para que las adapte específicamente al cuerpo propio. “Eso puede reducir la figura”, sostiene. “Puede quitar años de encima. Literalmente puede agregar dos pulgadas de altura. Puede hacer todo”.

Sus recomendaciones para lograr estas reformas son Wild Lotus, en Sunset Boulevard, y Crown Cleaners, en Fairfax Avenue.

La chaqueta perfecta

Puede parecer obvio, pero Yang señala que la mayoría de los hombres usan sus chaquetas demasiado grandes, por lo cual los hombros tienden a colgar, y los pantalones muy largos, algo que también causa un mal efecto. “Te hace lucir más bajo”, sostiene.

En términos de proporción, Yang prefiere una chaqueta más corta. “Para el hombre de tamaño promedio, la chaqueta no debe extenderse mucho más allá de sus caderas. Si es demasiado larga, uno luce con dos tercios de chaqueta y un tercio de pierna. Parece un traje zoot”, explica. “La proporción ideal es que la chaqueta ocupe un poco menos de la mitad del cuerpo, y el resto sean los pantalones. Nunca se ve mal que las piernas luzcan largas”.

La estilista de celebridades Jeanne Yang, en su estudio de Beverly Hills (Mel Melcon / Los Angeles Times).

La estilista de celebridades Jeanne Yang, en su estudio de Beverly Hills (Mel Melcon / Los Angeles Times).

(Mel Melcon / Los Angeles Times)

Aunque una visita al sastre puede entenderse como una parada extra entre la tienda y el guardarropa, es un punto crucial. “Puedes hacer que una chaqueta Topshot de $190 dólares luzca como una Saint Laurent de $3,000 adaptándola apropiadamente”, asegura.

Estar cómodo en la incomodidad

Yang también es un tanto estricta cuando se trata de un atuendo formal. “No es ropa cómoda”, alega. “Los prendas deportivas lo son; los trajes no deberían serlo”.

Es por ello que la chaqueta debe abrazar los hombros. “Si tuviéramos una cuerda en los hombros, esta debería caer recta hacia abajo”, explica. “No debería hundirse. Debe caer en el hombro y luego directo hacia abajo”.

Intentar algo nuevo

Una vez que los hombres han dominado estos conceptos básicos para lucir en forma, Yang les anima a moverse un poco fuera de su zona de confort y experimentar: ir a una tienda y probar algo inesperado. “Intentar con una silueta diferente, como una chaqueta de cuello doble. O pequeños pasos, como una corbata divertida o un pañuelo para el bolsillo de la chaqueta”, agrega. “Quizás un suéter de cuello de tortuga con un traje, en lugar de la típica camisa”.

Lo más fácil de hacer, explica, es ir a una tienda, probar algunos modelos y tomarse fotos. “Es gratis probarse ropa. Hay que ir a una tienda y ponerse algo loco”, sugiere. “No es necesario comprarlo; sólo probarlo y tomar una foto. Todo el mundo se toma fotografías hoy en día, y todo el mundo tiene una cámara en su teléfono. Observa la foto y piensa al respecto. Si luce bien en la imagen, probablemente lucirá bien puesta. La gente se siente tan cohibida de tomarse una foto… Puede sonar narcisista, pero no lo es”.

Combinar y mezclar

Para los hombres que buscan agregar algo de emoción a sus trajes más casuales, Yang refuerza la importancia de mezclar coas. “Me gusta yuxtaponer. Si uno lleva una camiseta, entonces está bien ponerse un pantalón bonito. Y unos zapatos deportivos”, explica.

A Yang no le gustan los hombres que están demasiado vestidos, con un traje, una camisa abotonada íntegramente, una corbata y un pañuelo en el bolsillo. En cambio, prefiere mezclar una prenda informal, como un suéter de cuello redondo o de tortuga, con un traje; o agregar un elemento más formal a un look casual. “Creo que es bueno arruinarlo un poco”, dice.

Después de todo, sólo porque uno no va a caminar por una alfombra roja no significa que nadie lo mirará. O, como dice Yang, “la primera impresión se basa generalmente en cómo uno luce”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

Anuncio