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California se prepara para enfrentar una nueva realidad con el virus del Zika

No one has contracted Zika virus from a mosquito in California, but hundreds of residents have been infected in other countries and then returned to the state.

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Jason Farned dejó un recipiente transparente en medio de la mesa. La gente reunida se inclinó hacia adelante para mirar los diminutos y borrosos reflejos atrapados en su interior.

“La criatura más mortífera del mundo es el mosquito”, afirmó Farned, quien trabaja para el Distrito de Control de Vectores y Mosquitos del Valle de San Gabriel, una agencia gubernamental que maneja poblaciones de insectos. Según algunas estimaciones, estos insectos transmiten enfermedades que matan a más personas cada año que cualquier otra criatura.

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Los que Farned trajo a esta reciente reunión en El Monte fueron mosquitos Aedes, que transmiten el virus del Zika, una enfermedad que causa defectos de nacimiento. Aunque nadie ha contraído el virus del Zika a partir de un mosquito en California, cientos de residentes han sido infectados en otros países y luego regresaron al estado. Para que la enfermedad comience a esparcirse aquí solo se necesita que un mosquito Aedes pique a un viajero infectado y luego a otra persona, señalan los expertos.

Ha pasado un año desde que la Organización Mundial de la Salud declaró el Zika una emergencia internacional de salud pública, pero las autoridades están aún lejos de eliminar el virus. El invierno ha frenado su propagación mundial, pero es posible que el aumento de las temperaturas en la primavera traiga más casos.

Como la vacuna no estará lista en años, las autoridades de control de plagas y salud de California comenzaron a hacer planes para luchar contra el Zika cada verano, durante el futuro cercano. “Desafortunadamente tendremos que adaptarnos a la nueva normalidad, que ahora incluye el Zika, pero debemos recordar que hay personas detrás de las estadísticas; bebés, mujeres embarazadas”, resaltó el doctor Edward McCabe, médico jefe de March of Dimes. “No podemos bajar la guardia”.

La primera línea de defensa contra Zika es el control del mosquito, sostienen los funcionarios. La enfermedad es transmitida sólo por los mosquitos Aedes, que no son nativos de las Américas. Pero los insectos aparecieron en El Monte en envíos de bambú procedentes del sudeste asiático, hace unos 15 años. La agencia local de control de vectores asignó a siete personas para trabajar a tiempo completo en la lucha contra estos insectos, increíblemente resistentes, remarcó Farned. “Ninguna comunidad del planeta ha podido erradicarlos con éxito. Realmente intentamos ser la primera”, afirmó. “Pero parece que están aquí para quedarse”.

Los mosquitos se encuentran ahora en 12 condados de California, con infestaciones particularmente densas en el Valle de San Gabriel. Farned reclutó la ayuda de la organización budista Tzu Chi para difundir información sobre los mosquitos Aedes en la región. La reciente reunión incluyó a una docena de voluntarios que hablaban mandarín, cantonés, malayo y vietnamita, además de inglés.

Parte del motivo por el cual los Aedes son tan complejos de erradicar es porque los pesticidas no funcionan tanto como en los mosquitos Culex, con los que los californianos están más familiarizados, sostienen los funcionarios.

La única táctica que ha demostrado ser exitosa en la contención de poblaciones de Aedes es enviar a trabajadores puerta a puerta, para revisar cada hogar en busca de agua estancada. Es una tarea tediosa porque los mosquitos Aedes pueden reproducirse en “cualquier cosa, desde una tapa de una botella hasta un jacuzzi”, señaló Gimena Ruedas, una ecologista asistente de la agencia de control de vectores del valle de San Gabriel.

Los insectos necesitan sólo unas pocas gotas de agua para reproducirse, e incluso pueden sobrevivir dentro de los hogares. Sus huevos pueden tolerar meses de sequía, y esperan la lluvia para eclosionar.

En una mañana reciente, Ruedas y su colega Javier Romo recorrieron patios traseros en el este de Pasadena en busca de mosquitos y sus huevos, que son apenas visibles para el ojo humano. A ambos especialistas se los llama al lugar cuando los propietarios notan los pequeños insectos, usualmente porque pican durante el día, una característica del Aedes.

Ambos especialistas revisaron los drenajes de tormenta y fuentes, además de macetas volteadas y demás. Cualquier acumulación de agua del tamaño de una cuchara podría ser un peligro. Ruedas narró que una vez notó que los mosquitos se reproducían en gotas de agua recogidas sobre una hoja seca. Sin embargo, “no podemos ir a cada casa y buscar en cada tapa de botella”, expresó.

Proyectos piloto en El Monte y el Valle Central han intentado frenar las poblaciones de mosquitos mediante la liberación de Aedes Aegypti machos infectados con una bacteria que impide que sus huevos eclosionen. Los esfuerzos tuvieron resultados positivos, pero estos nuevos métodos requerirán de aprobación federal y tomará varios meses hasta que se los aplique de forma extendida.

Los funcionarios sostienen que, por lo menos, la atención acerca del virus del Zika ha hecho que la gente esté más enterada de los mosquitos invasores, que también pueden transmitir otras enfermedades mortales, como dengue y chikungunya. Las agencias de control de vectores encendieron la alarma sobre los mosquitos Aedes desde que éstos llegaron a California, pero no habían obtenido demasiada atención hasta que el Zika entró en escena.

El brote de Zika comenzó en Brasil, el año pasado, pero luego se extendió a decenas de países, entre ellos los EE.UU. En Florida y Texas, algunos mosquitos comenzaron a transmitir el virus. Eso no ocurrió aún en California, que no registró tales poblaciones del insecto. Sin embargo, hay mucho turismo entre el estado y los países con brotes, como México y Guatemala, lo cual incrementa el riesgo; 479 californianos contrajeron Zika en otra parte del mundo, y tres bebés en California -cuyas madres estaban infectadas- nacieron con defectos.

El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles estableció sitios de vigilancia en las clínicas ubicadas en áreas susceptibles a brotes locales, algunas de ellas en el valle de San Gabriel y el este de L.A., señaló la Dra. Rachel Civen, del departamento. Si aparece un paciente con síntomas de Zika, se lo insta a hacerse la prueba correspondiente, afirmó.

Sin embargo, probablemente los funcionarios demorarán en averiguar si hubiera un brote en California. Los síntomas del Zika son usualmente suaves como para que quien los padece busque tratamiento médico, y sólo el 20% de los infectados tienen algún síntoma en absoluto. Muchas personas deberían contagiarse para que una de ellas presente síntomas intensos y busque tratamiento médico, señaló la doctora.

El virus del Zika ha mantenido en vilo a los funcionarios de salud en todo el país. La mayoría de los médicos nunca habían siquiera escuchado hablar de él antes del año pasado, y la información al respecto evoluciona rápidamente. Desde los primeros informes que lo vincularon con casos de microcefalia, los científicos han descubierto que el virus que transmiten los mosquitos principalmente también puede contagiarse por vía sexual, causar el trastorno neurológico de Guillain-Barré y también daño cerebral en adultos.

“Es muy estresante, las cosas no son ideales”, señaló Civen. Pero la constante corriente de nuevos hallazgos significa que los funcionarios de salud pueden brindar recomendaciones actualizadas para que las personas estén seguras, remarcó la doctora.

Por otra parte, Civen resaltó que es muy pronto para saber si eventualmente surgirá un caso de Zika en L.A. Todo dependerá del clima y de cuán grandes sean los brotes en otros países este año. Independientemente de ello, remarcó, otra amenaza podría estar a la vuelta de la esquina, especialmente considerando cuanta gente viaja por el mundo. “Si no es Zika podría ser otro virus”, afirmó.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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