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Roberts busca dejar atrás el dolor de 2017

Dave Roberts

Dave Roberts

(Matt Slocum / AP)
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Roberts planea una reunión en su casa la próxima semana con un amigo. Se convirtió en amigo del mánager de los Astros de Houston, A.J. Hinch, durante la segunda mitad de su estancia en la organización de los Padres, y mantuvieron su amistad a pesar de siete duros juegos como rivales en la pasada Serie Mundial.

Cuando Hinch mencionó que estaba asistiendo a una boda cerca de San Diego, Roberts lo invitó para quedarse en su casa.

“Va a estar en la boda de Springer”, dijo el mánager de los Dodgers durante un almuerzo esta semana.

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¿George Springer? ¿El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial? ¿El Astro que aún atormenta las mentes de los aficionados de los Dodgers? Roberts río de la coincidencia, pero no planea darle un regalo a Springer.

“Él debería de mandarme un regalo a mí”, dijo Roberts mientras agarraba un plato de sushi en un centro comercial en Encinitas. “A.J. debería traer un buen vino”.

Ahora todo suena a cicatrices. Dos meses han pasado después del último out en el Juego 7 de la Serie Mundial, lo suficiente para que Roberts sienta un grado de satisfacción por haber llevado a los Dodgers a su primer campeonato de la Liga Nacional desde 1988, en lugar de sentir amargura por no haber podido parar la sequía de una Serie Mundial, una sequía que entra ahora a su trigésimo aniversario.

Los aficionados ya dejaron de preguntar por qué Clayton Kershaw no inició en lugar de Yu Darvish el último juego. Roberts tampoco ha vuelto a revivir el segundo inning, cuando Springer recetó un jonrón después de que Roberts dejó a Darvish por mucho tiempo- y empezó a hablar del mensaje que quiere darle a sus jugadores cuando inicie su tercer entrenamiento primaveral como mánager de los Dodgers.

Roberts recibió muchas críticas en sus primeras dos temporadas. Fue el mánager del año en la Liga Nacional en 2016 cuando su equipo ganó la división a pesar de un sinfín de lesiones. Los Dodgers luego hicieron trizas su competencia en el verano de 2017, sobreviviendo un horrible mes de septiembre para terminar con 104 triunfos, el mayor número de victorias desde que la franquicia se mudó de Brooklyn. Roberts trabajó con su bullpen como un maestro durante las dos primeras rondas de la postemporada y su reputación al manejar las tácticas de pitcheo parecía intacta.

Pero durante siete días y noches ante los Astros, Roberts recibió una lluvia de críticas sobre el uso del pitcheo. Cada derrota invitó críticas en la radio y en las redes sociales: sacó a Rich Hill muy pronto en el Juego 2. Desperdició a sus relevistas en el Juego 3. Duró mucho con Brandon Morrow en el Juego 5. No usó a Morrow de la segunda oportunidad al bate de Springer en el Juego 7.

Roberts dijo que no ha visto la repetición del Juego 7. La noche “aún está muy viva en mi cabeza”. Sin decir mucho, habló de la razón por la cual inició con Darvish. Houston había castigado a Darvish en el Juego 3, pero la organización aún lo vio como la mejor opción. Alex Wood nunca había iniciado con poco descanso. Y Kershaw solamente había descansado dos días después del Juego 5, juego en el que no pudo proteger siete carreras de colchón.

Kershaw terminó lanzando cuatro innings en el Juego 7, pero duró más de lo que muchos esperaban. Mientras los Dodgers escribían su historia esa noche, pensaban que Darvish y Wood podrían con el resto del juego, con Kershaw y el cerrador Kenley Jansen capaz de lanzar dos innings al final.

“¿Podría haber iniciado con Clayton?, sí”, dijo Roberts. “Pero creo que era injusto ponerlo en esa posición”.

Así que Wood y Kershaw vieron desde la lomita como Darvish se quemó. Otorgó dos carreras antes de asegurar dos outs. Un inning después, regaló dos carreras antes de lograr dos outs. Un inning después, caminó a alguien y recibió un doble antes de lograr dos outs.

“El segundo inning pasó muy rápido”, expresó Roberts.

Mientras Springer se acercó al plato con dos outs, Morrow estaba disponible en el bullpen. Pero Roberts no quiso utilizar a Morrow por solo un bateador. La decisión fue mala pues luego Springer pegó un jonrón de dos carreras. Los Dodgers nunca se recobraron y perdieron 5-1.

“Estoy siendo totalmente honesto. No puedo ni recordar si entre nosotros estamos diciendo si deberíamos ir al bullpen”, dijo el gerente general Farhan Zaidi. “Ni siquiera me acuerdo”.

Luego agregó: “No es un juego que vamos a revivir y vamos a cuestionar la estrategia, las Xs y las Os. Porque desde el lado de béisbol, no había mucha táctica en ese juego”.

La administración no preparó nada especial después de la eliminación. Los ejecutivos tuvieron mucho trabajo durante la semana. Los jugadores estaban en diferentes ciudades del país. El final llegó tan pronto, que la organización dejó una gran cantidad de botellas de champaña reservadas para el festejo a un lado de las oficinas. Zaidi pasa por esas botellas todos los días cuando va de camino al gimnasio.

“Duele”, dijo Zaidi. “Así como sé que le duele a los fans”.

Roberts regresó a San Diego. No hizo mucho, más que un viaje a México para la boda de Justin Turner y un viaje a Santa Bárbara para el matrimonio de Joc Pederson. Está concentrado en su familia y en visitas regulares a su mamá, Eiko, quien tiene la enfermedad de Parkinson.

Roberts también tuvo momentos de dolor durante el 2017. Semanas antes del inicio de la temporada, perdió a su papá, Waymon. El calendario ocupado de la temporada no le dio mucho tiempo de luto o para ayudar a su mamá a ir a terapia. Después de enterrar a su padre, Roberts se unió a los Dodgers y trató de sumergirse en el trabajo. Le habló al correo de voz de su papá un día en abril, solamente para poder escuchar su voz. En una noche de playoffs, lloró al ver fotos de la familia.

Después de la Serie Mundial, Roberts se dedicó a reunirse con su mamá y se animó más después de ver su progreso. Ha visitado la tumba de su papá varias veces. “Lloré mucho”, dijo Roberts. “Pensé mucho en mi vida, fue algo bueno”.

Durante ese tiempo, Roberts se mantuvo en contacto con la administración al reevaluar el roster. La falta de necesidad de reconstrucción fue un buen indicativo del talento que aún poseen los Dodgers.

Tras la derrota, Roberts recuerda una conversación que tuvo con Peter Guber, miembro del grupo de dueños de los Dodgers y que tiene acciones en los Guerreros de Golden State de la NBA. Guber le recordó como el entrenador de los Guerreros, Steve Kerr, regresó de la temporada 2015-16, cuando llevó a su equipo a tener un récord de victorias en la NBA pero desperdició una desventaja de 3-1 ante Cleveland en las Finales. Kerr regresó y en lugar de ver hacia atrás con odio, los Guerreros ganaron el campeonato en 2017.

El concepto le llegó a Roberts. El usar el final de 2017 como motivación para el 2018 no fue productivo, dijo. Las cicatrices no desaparecen pero sí se borran con el tiempo.

“Va a tener que ser una temporada diferente”, dijo Roberts. “Algunas veces con los equipos, cuando pierdes al final de la postemporada, los equipos sienten un gran peso. Va a estar en la mente de todos, lo entiendo. Pero va a ser un año diferente”.

For the original story in English, please click here.

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