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Piden aumento en PEF contra obesidad

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La Alianza por la Salud Alimentaria demandó a los senadores que aprobarán en el Presupuesto de Egresos 2018 un aumento a los recursos destinados a programas de prevención de obesidad.
Los integrantes de la Alianza exigieron que el monto destinado a programas de promoción, prevención, detección, tratamiento, control y combate al sobrepeso, obesidad y enfermedades crónico degenerativas para 2018 sea equivalente, al menos, a la recaudación que se estima obtener de los impuestos especiales a bebidas azucaradas y comida chatarra.
De acuerdo con un estudio elaborado por la Alianza y la consultora Probatio, especializada en el análisis de políticas públicas, para el próximo año se estima que habrá una recaudación total de 46 mil 726 millones de pesos por impuestos a bebidas azucaradas y comida chatarra.
En contraste, el Presupuesto de Egresos 2018 prevé asignar 17 mil 16 millones de pesos a programas con componentes de prevención y acceso al agua potable, es decir, 29 mil 710 millones de pesos menos que lo que se recauda.
Al presentar el informe, el director de la asociación civil El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, explicó que el artículo sexto transitorio de la Ley de Ingresos de la Federación establece que la asignación de recursos para programas de prevención deberá ser equivalente a lo recaudado por el impuesto a las bebidas azucaradas.
Sin embargo, desde 2014 este mandato no se ha visto reflejado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, por lo que llamaron a los senadores a fijar un “piso mínimo” de gasto destinado a prevención equivalente a lo que aporta no sólo el impuesto al refresco, sino el de la comida chatarra, afirmó.
A decir de la consultora de Probatio, Atzimba Baltazar, pese a que el impuesto a las bebidas azucaradas ha recaudado cada año más de lo que se esperaba, el presupuesto destinado a programas preventivos ha ido a la baja.
Señaló que el presupuesto conjunto asignado a los seis programas con componentes preventivos sufrió un recorte de 44 por ciento, al pasar de 22 mil 89 millones de pesos en 2016 a 12 mil 358 millones en 2017.
Para el ejercicio fiscal de 2018 se prevé que estos programas reciban 17 mil 16 millones de pesos, lo que representa una disminución de 22 por ciento en términos nominales, si se compara con el monto asignado en 2016.
En tanto, de 2014 al segundo trimestre de 2017, solo el impuesto al refresco ha recaudado 87 mil 355 millones de pesos.
Ante este panorama, los integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria consideraron incongruente el presupuesto destinado a programas preventivos, sobre todo porque el País declaró a la obesidad y la diabetes como emergencias epidemiológicas que requieren atención urgente.
Además, reiteraron su demanda de aumentar los recursos de los programas preventivos para 2018, de transparentar el destino de lo recaudado por los impuestos especiales y asignarlo a programas de prevención.
También propusieron incorporar al Presupuesto de Egresos de la Federación un anexo transversal donde se detalle cuánto se destina a prevención, mediante qué programas y quién es la institución encargada de ejercer con esos recursos.
Para ello, la Alianza entregará al Senado de la República su análisis sobre el presupuesto que debería asignarse a programas de prevención de sobrepeso y obesidad.

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