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¿Existen patrones entre los tiradores que puedan ayudar a prevenir una nueva catástrofe?

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Garen Wintemute, médico de emergencias y experto en temas de violencia de UC Davis, está al frente de un centro de investigación -financiado a nivel estatal- para comprender quién está en más en riesgo con la violencia por armas de fuego, y cómo prevenirla.

El edificio bajo en Sacramento está cerrado y no tiene nomenclatura por una razón: es el centro neurálgico del recién inaugurado Centro de Investigación para la Prevención de la Violencia con Armas de Fuego de la Universidad de California. Los 15 investigadores de UC Davis que pertenecen al centro, junto con otros de UCLA, UC Berkeley y UC Irvine, planean usar un fondo estatal de $5 millones de dólares para llevar a cabo el análisis más completo que se ha realizado sobre violencia con armas de fuego, quién está más en riesgo con ella y cómo prevenirla. El dinero ayuda a llenar el vacío que se hizo cuando el gobierno federal dejó de financiar la investigación sobre la violencia armada, hace dos décadas.

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Garen Wintemute, de 65 años de edad, es un médico de urgencias de UC Davis que lleva más de 30 años investigando la violencia con armas. Este hombre delgado y adicto al trabajo, y un ‘adicto a las crisis’, como se autodenomina, ayudó a superar la prohibición estatal de pistolas baratas conocidas como ‘las ofertas del sábado por la noche’, cinco años después de que su libro publicado en 1994, ‘Ring of Fire’, expusiera a los fabricantes de armas del sur de California. Tal trabajo le valió amenazas -un fabricante le dijo una vez que recordara pagar su seguro de vida- y un apodo creado por los medios de comunicación como ‘el científico más peligroso de los Estados Unidos’ para la industria de las armas.

Desde el tiroteo en masa de Las Vegas, ocurrido el pasado 1º de octubre, Wintemute está inundado de solicitudes de entrevistas y artículos, ofertas de ayuda y potenciales donaciones. El experto habló con The Times en su oficina escasamente amoblada, con estantes de libros legales, fotografías del cosmos y una nota manuscrita como recordatorio para sí mismo: ‘Recuerda por qué estás haciendo esto, y para quién. Sé paciente. Sé agradecido’.

¿Qué podemos aprender de este último tiroteo en masa?

El arma crea la diferencia. Y, como siempre sucede, éste no se pareció a ninguno de los otros. Esto es realmente importante. El siguiente no será como éste; todos son únicos. Lo que tenemos que hacer es averiguar cuáles son los hilos en común y cómo podemos abordar esas similitudes, para poder evitar el siguiente. Y lo que viene a la mente es el factor del arma. No es que usara un arma semiautomática, sino que empleó un cargador

de gran capacidad para el arma semiautomática. La gente dice que el arma no importa; muy bien, pongamos a ese tipo en un piso 32. Démosle cuchillos, un arco y una flecha. El resultado va a ser diferente. El arma sí importa.

¿El pistolero de Las Vegas se ajustó al perfil de un tirador masivo? ¿Existe un perfil?

Si somos muy específicos, éste se desmorona. Este tipo era blanco. Los tiradores tienden a ser hombres. Pero era mucho mayor que la mayoría de ellos. El problema es, si un perfil es lo suficientemente general como para encajar con los tiradores masivos, se adapta a millones de personas. Hay un montón de hombres enojados por ahí. La pregunta es ¿qué hace que este hombre enojado haga algo que otros hombres enojados no hacen? Y nadie tiene una respuesta.

¿Podría algún factor haber predicho su comportamiento?

No. Los tiradores masivos tienden a adquirir muchas armas. Lo que nadie ha probado alguna vez es la hipótesis de que adquieren más armas que otros. Aquí, en California, podemos hacerlo. Teniendo en cuenta los datos disponibles en este estado, es posible que podamos identificar patrones de compra asociados con un mayor riesgo de violencia futura. Podemos mirar hacia atrás en el historial de compras y compararlo con el de otros. ¿Hay algo acerca del patrón de compras -el número total de armas, la frecuencia y el tipo de arma comprada- que nos permitiría con cierto grado de confianza decir que las personas con tipos particulares de historial de compras parecen estar, como grupo, en alto riesgo de hacer algo malo en el futuro?

¿Pero, hay ciertos factores de riesgo para la violencia armada?

Los hombres están más en riesgo de ser víctimas de un homicidio, de cometer un homicidio, y también de quitarse la vida. Para los homicidios, la juventud es un factor de riesgo; los varones afroamericanos e hispanos están en mayor riesgo que los blancos no hispanos. Alcohol, violencia previa, abuso de sustancias controladas… Uno de los mitos realmente perniciosos es que la violencia interpersonal es un problema predominantemente asociado con una enfermedad mental. Y eso no es cierto. Sólo entre el 4% y 5% de la violencia interpersonal se asocia principalmente con la enfermedad mental. Donald Trump se refirió al tirador de Las Vegas como un ‘enfermo’. Quizás sea demente, pero no se tiene ninguna evidencia en absoluto. Eso es un diagnóstico. Está mal en muchos niveles decir que, porque hizo lo que hizo, está mentalmente enfermo. Además, estigmatiza la enfermedad mental. Puede ser incorrecto desde los hechos. No lo sabemos.

Entonces, ¿cuál es la solución preventiva?

Uno de los puntos en común son los cargadores de alta capacidad. En California, hace casi 30 años prohibimos la ventas de esos cargadores. Recién el año pasado prohibimos la posesión, pero todavía están circulando. Tal vez el siguiente paso sea algo así como una amnistía. No hacer preguntas durante un período de tiempo específico. Después de eso, si tienes uno no, vas a la cárcel.

Pero es demasiado estrecho el enfoque. Si tuviera que poner una cosa en la parte superior de la lista sería ampliar los criterios para la denegación de la compra de armas de fuego e incluir a las personas que abusan activamente del alcohol. Estamos investigando para confirmar que esas personas están entre quienes legalmente compran armas de fuego y corren mayor riesgo de cometer crímenes. El vínculo entre el abuso del alcohol y la violencia se conoce desde hace décadas. Este es el primer estudio de propietarios de armas.

¿Por qué es más fácil investigar sobre armas en California?

Ningún otro estado recoge los datos que California observa. También tenemos una Legislatura que otorga un alto valor a la evidencia científica al crear leyes. Adoptamos un enfoque más regulatorio de las armas de fuego que la mayoría de los estados.
California prohíbe la compra y posesión de armas de fuego para personas que han sido condenadas por delitos menores violentos, como ataques y agresiones -por 10 años-; para quienes han sido hospitalizados por emergencias de salud mental que involucran peligrosidad para sí mismo u otros -durante cinco años-, para personas que están sujetas a órdenes temporales de restricción por violencia doméstica. Tratamos de recuperar las armas de fuego de aquellos que las compraron legalmente pero que después cayeron en algunas de estas categorías de personas inhabilitadas, y requerimos una verificación de antecedentes para todas las compras de armas de fuego. Prohibimos las pistolas inseguras, como los especiales del sábado por la noche. Establecimos una nueva orden de restricción para violencia de armas, que permite a un juez intervenir y ordenar la recuperación de éstas cuando existe un peligro inminente. Más recientemente, prohibimos la posesión de cargadores de munición de gran capacidad, como los usadas en Las Vegas.

También es cierto que tenemos tasas de homicidio por armas de fuego por debajo del promedio, y suicidios con armas de fuego muy por debajo de las tasas promedio. Si nuestras leyes obtienen crédito por eso o no, honestamente no sé, pero eso es algo más que vamos a ver.

¿Qué otra investigación realizará?

Estamos reuniendo datos muy básicos: ¿Cuál es la prevalencia de la propiedad de armas de fuego en California? ¿Por qué las personas poseen armas, qué tipo de armas poseen, cómo las compran? Una de las cosas que queremos hacer, que nadie ha podido hacer antes, es seguir a las personas a través del tiempo, para poder determinar el vínculo entre la exposición a la violencia y las cosas que suceden en el futuro.

Berkeley está estudiando las características de la comunidad asociadas con tasas muy altas de violencia con armas de fuego. UCLA trabajará en la violencia de pareja. En UC Irvine se trabajará en L.A., a nivel de los vecindarios pequeños, para averiguar dónde está la violencia no reconocida y qué distingue los puntos calientes de los puntos fríos.

Lo calificaron como el científico más peligroso de los Estados Unidos para la industria de armas. ¿Así se considera usted también?

Dios mío, no sé. Somos varios. Seamos claros acerca de cuál es el peligro: las armas de fuego son productos de consumo. La industria necesita mover el producto. En la medida en que ven el trabajo que cualquiera de nosotros hacemos como amenaza de esos intereses económicos, nos consideran peligrosos. Pero el 90% de la población general apoya (la revisión de antecedentes para todas las compras de armas de fuego), el 80% de los dueños de armas las apoyan y el 70% de los miembros autorreconocidos de la Asociación del Rifle (NRA) la apoya. Las cosas no están tan polarizadas como parecen.

A pesar de las amenazas, no retrocede. ¿Por qué?

Porque es un gran problema. Lo sé como médico de emergencias; la mayoría de las personas que mueren por heridas de bala lo hacen donde fueron fusilados. Así que, para nosotros como clínicos, para poder hacer los mayores avances en el número de personas que mueren debemos evitar las balaceras en primer lugar. Por ello no retrocedo. Las preguntas son fascinantes. La oportunidad de hacer una diferencia para mejor es fascinante. Hay muy muy pocas personas trabajando en ello. Hay oposición activa. ¿Cómo podría no gustarme el tema?

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer esta historia en ingles, haga clic aquí

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