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Los regentes de la UC buscan ampliar el apoyo financiero y acelerar la graduación

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Los regentes de la Universidad de California buscan la forma de hacer más asequibles los estudios, y consideran entre otras opciones dar subvenciones para la escuela de verano y otorgar a los estudiantes compromisos de ayuda financiera de varios años.

Una encuesta reciente descubrió que el sistema de la UC, de diez campus, otorga la ayuda financiera de primer año más generosa entre las principales universidades públicas de todo el país, con un promedio de $19,000 a $22,000 dólares anuales. Sus campus también inscriben una mayor proporción de alumnos de bajos ingresos que otras instituciones. Aproximadamente cuatro de cada 10 estudiantes de la UC reciben becas federales Pell.

Pero los regentes considerarán otro aumento de la matrícula en su próxima reunión, en enero próximo, y algunos de ellos en su reunión del miércoles afirmaron la necesidad de hacer más para ayudar. “Parece que no estamos haciendo nuestro trabajo”, expresó el vicegobernador Gavin Newsom, un regente ex officio.

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Los directivos discutieron un nuevo informe de la UC centrado en la asequibilidad de la universidad. Para los alumnos que son residentes de California, sostiene el informe, el costo promedio de asistir y vivir en el campus este año escolar es de $34,717, que incluyen cerca de $13,900 en matrícula y cuotas. Alrededor de tres cuartas partes de ellos reciben ayuda financiera y más de la mitad no pagan matrícula.

El reporte, compilado por un grupo de regentes, administradores, profesores y alumnos, brindó ocho recomendaciones, dos de las cuales llamaron especialmente la atención. Una idea fue adoptar el revolucionario Promise Scholars Program de UC Santa Barbara, para brindar a los estudiantes talentosos de bajos ingresos un apoyo financiero predecible mediante un compromiso de ayuda multianual, en lugar de las promesas habituales de un año a otro. El programa actualmente garantiza a unos 275 estudiantes de pregrado un mínimo de $120,000 durante cuatro años, mientras que los de transferencia obtienen un mínimo de $60,000. Alrededor del 90% de los becados son los primeros en sus familias en asistir a la universidad y el ingreso familiar promedio es de aproximadamente $25,000, afirmó Michael M. Miller, director de ayuda financiera del campus. “Son extremadamente exitosos... y están en vías de graduarse”, aseguró Miller a los regentes.

UC Merced planea lanzar un programa similar el próximo otoño.

Los regentes también discutieron una recomendación para buscar becas Cal Grant estatales para las sesiones de verano, lo cual ayudaría a los alumnos a graduarse más rápidamente. Los universitarios de bajos ingresos se gradúan en aproximadamente las mismas tasas que sus compañeros más ricos, pero usualmente demoran más de cuatro años para lograrlo.

El presidente del directorio, George Kieffer, sugirió que la UC presione de inmediato en pos de una legislación estatal que amplíe las becas Cal Grants a las sesiones de verano.

En otros asuntos, los administradores de la entidad educativa presentaron recomendaciones sobre cómo evitar el tipo de fiasco de inscripción que UC Irvine generó el verano pasado, cuando retiró abruptamente casi 500 ofertas de admisión luego de descubrir que se estaban inscribiendo alrededor de 850 estudiantes más de lo que esperaban.

UC Irvine, en su propia auditoría interna publicada este mes, descubrió que las presiones del exceso de matriculación habían llevado a los administradores del campus a adoptar una línea más dura de lo habitual y, por ejemplo, rescindir las ofertas de aquellos que no habían cumplido con los plazos para presentar todo el papeleo, como las calificaciones del último año. El campus no logró su objetivo de predecir con exactitud la inscripción, principalmente debido a la comunicación inadecuada entre las diferentes oficinas que participan en las admisiones, encontró la auditoría.

El rector de la UC, Howard Gillman, finalmente readmitió a casi todos los alumnos y se disculpó ante ellos y sus familias por la “angustia inaceptable” causada. El campus planea aumentar el personal, ampliar la capacitación y mejorar la tecnología para asegurarse de que tales problemas no vuelvan a ocurrir.

Un informe más amplio de la universidad, que analizó las ofertas rescindidas en todo el sistema, recomendó que los campus no utilicen la verificación académica (asegurar que los estudiantes envíen las calificaciones de último año para demostrar que no han reprobado ninguna clase, por ejemplo) como una forma de administrar la inscripción.

Los regentes planean discutir este jueves una investigación independiente que descubrió que los principales colaboradores de la presidenta de la UC, Janet Napolitano, interfirieron con una auditoría estatal para silenciar las críticas de los campus sobre el funcionamiento y los servicios de su oficina.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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