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El LAUSD hará más difícil la entrada de agentes de inmigración a las escuelas

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Este martes, la Junta Escolar de Los Ángeles votó de forma unánime para aprobar un conjunto de políticas que, según sus miembros, proporcionarán a las familias un nivel de protección más alto ante las redadas de inmigración federal.

Entre las medidas en el amplio conjunto de directrices se destaca que no se permitirá a ningún oficial de inmigración ingresar en el campus sin autorización de la superintendente escolar, que a su vez lo consultará con los abogados del distrito. Hasta que eso suceda, no se les dejará entrar, incluso si llegan con una citación legalmente válida.

“El LAUSD básicamente dice que el miedo puede quedar en [nuestra] puerta”, aseguró el miembro del consejo escolar Ref Rodríguez, quien copatrocinó la medida.

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El segundo sistema escolar más grande de la nación se ha expresado fuerte y claro desde que Donald Trump fue elegido presidente en noviembre pasado y prometió hacer cumplir estrictamente las leyes de inmigración. La junta aprobó una resolución similar en febrero de 2016, que también pedía la intervención de la superintendente, así como la capacitación obligatoria para el personal y talleres para las familias.

Mónica García, miembro de la junta y quien también garantizó la resolución, aseguró que las nuevas directrices aclaran la posición del distrito “y ofrecen mayores detalles”. “Estos son compromisos que ya hemos adquirido”, afirmó.

“Esta es una oportunidad importante para el LAUSD de ser un modelo, para el estado y para el país”.

Sylvia Torres-Guillén, directora de educación y equidad para ACLU de California.

Los defensores manifestaron que la última resolución es la más completa hasta la fecha, desarrollada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) durante varios meses.

“Esta es una oportunidad importante para que el LAUSD sea un modelo, para el estado y para la nación”, expresó Sylvia Torres-Guillén, directora de equidad educativa de ACLU de California.

La resolución culpa parcialmente al accionar estadounidenses por la necesidad inmigratoria de muchas personas: “La migración a este país es a menudo propulsada por factores sociales, económicos y políticos y por las condiciones del país natal, que provienen en parte del gobierno estadounidense y de las políticas e intereses corporativos. Los inmigrantes y sus familias tienen derecho a un trato compasivo y humano en este país “.

La resolución tampoco deja a la administración Obama libre de culpas. “El número récord de deportaciones en los últimos años”, señala, “ha trágicamente destruido familias amorosas; ha dejado comunidades devastadas y ocasionado un miedo generalizado”.

Millones de personas viven en los Estados Unidos sin autorización. Muchos son padres o parientes de niños, quienes tienen hace años el derecho de asistir a las escuelas públicas sin importar su estatus migratorio.

Torres-Guillén expresó que es importante que el personal de las escuelas sepa exactamente qué decir y hacer si llegan los oficiales de inmigración. Simplemente, deben impedirles la entrada. Entonces dependerá de los altos funcionarios evaluar la validez de las credenciales y cualquier autoridad legal para ingresar en la propiedad del distrito u obtener información.

La ansiedad por las redadas inmigratorias en las inmediaciones de las escuelas aumentó en Los Ángeles en febrero pasado, cuando un padre local, Rómulo Avélica-González, fue detenido después de dejar a uno de sus hijos en la escuela, mientras otro de sus pequeños se encontraba en el automóvil.

Antes de la votación, los oradores declararon por qué consideran que la resolución era necesaria. “Mis familias y estudiantes están viviendo en un estado constante de temor”, advirtió la directora Sascha Robinett, de la escuela PUC Milagro Charter, en Lincoln Heights.

Angelina Calderón, una residente local y graduada del LAUSD, afirmó que sus sobrinos y su ahijada pertenecen a familias con “estatus mixto”. Algunos parientes tienen documentación, otros no. “Estos niños deberían ocuparse de aprender y jugar”, dijo. “En cambio, están rodeados de miedo. Mis sobrinos saben que no deben abrir la puerta”, afirmó, “porque podría ser la migra”.


Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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