Anuncio

Las propuestas inmigratorias de línea dura de la Casa Blanca podrían descarrilar un acuerdo para proteger a los Dreamers

Share

El domingo por la noche, el gobierno de Trump reveló un conjunto de estrictas medidas para controlar la inmigración, incluyendo la construcción de un muro en la frontera sur y cambios importantes en el sistema legal- como compensaciones por la legislación para proteger a los llamados Dreamers, un movimiento que podría aniquilar las perspectivas de un acuerdo para proteger a aproximadamente 700,000 jóvenes que ahora se enfrentan a una posible deportación.

Las propuestas de la Casa Blanca limitarían la posibilidad de los ciudadanos estadounidenses de patrocinar a miembros de la familia para unirse a ellos desde el extranjero, cambiando así políticas inmigratorias que se han mantenido durante décadas, y estableciendo nuevos y estrictos límites en las solicitudes de asilo. La lista también incluye un aumento de fondos destinados a la seguridad fronteriza y el uso obligatorio del sistema E-Verify del gobierno para que los empleadores se aseguren de que contratan a residentes legales.

También aparece un control más estricto acerca de las ‘ciudades santuario’, localidades que se niegan a cooperar plenamente con las autoridades federales de inmigración. El listado incluyó medidas para remover más rápidamente a los menores que han cruzado a los Estados Unidos desde América Central en los últimos años buscando asilo.

Anuncio

La propuesta reduciría el número de visas de residencia permanente emitidas y el número de refugiados aceptados, restringiría las tarjetas verdes con base en la familia para cónyuges e hijos menores de edad, y crearía un sistema basado en puntos para la inmigración legal. Los funcionarios de la administración no informaron cuánto se reducirá la inmigración legal en el marco del plan, pero el impacto sería claramente significativo. Los demócratas rápidamente denunciaron las propuestas, diciendo que no se acercan a lo que el presidente Trump y los líderes demócratas del Congreso habían discutido en un encuentro el mes pasado en la Casa Blanca, cuando llegaron a un acuerdo tentativo de legislación para proteger a los Dreamers, jóvenes que llegaron a los EE.UU. sin permiso cuando eran niños. “Esta lista va mucho más allá de lo razonable; esta propuesta no representa ningún intento de compromiso”, aseguraron los líderes demócratas Nancy Pelosi, de San Francisco, y el senador Charles E. Schumer, de Nueva York, en un comunicado. El muro, específicamente, estaba fuera de conversación, aseguraron ambos.

Trump anunció el mes pasado que pondría fin al programa de Acción Diferida para los Llegados Durante la Infancia (DACA) de la administración Obama, que proporcionó un estatus legal temporal a los Dreamers. Ello implica que, partir del 5 de marzo, cuando el programa expire, decenas de miles de ellos cada semana se enfrentarán a perder sus puestos de trabajo y a una posible deportación.

Desde que Trump anunció que él y ‘Chuck y Nancy’ habían discutido un posible acuerdo legislativo para proteger a los Dreamers, funcionarios de línea dura de su administración han trabajado con los partidarios de poner restricciones a la inmigración en el Congreso para descarrilar la iniciativa. Las demandas lanzadas el domingo reflejaron una lista de deseos de sus propuestas, muchas de las cuales no sólo son opuestas a la voluntad de los demócratas, sino que van mucho más allá de lo que la mayoría de los republicanos del Congreso apoyaría.

Si Trump insiste en cada una de las propuestas, la movida probablemente mate cualquier perspectiva de legislación. Sin embargo, si las propuestas de línea dura reflejan verdaderamente las opiniones de Trump, sigue siendo un tema incierto: el mandatario abogó por restricciones de inmigración durante su campaña, pero también ha dicho reiteradamente que no quiere ver a los Dreamers deportados.

Varios críticos del plan de la Casa Blanca enfatizaron el domingo la esperanza de que las propuestas reflejen sólo las opiniones de asesores, como el jefe de políticas domésticas de la Casa Blanca, Stephen Miller, y el procurador general Jeff Sessions, y que Trump eventualmente se alejaría de ellas.

‘Los Principios de Inmigración de la Casa Blanca elaborados por Stephen Miller no reflejan completamente las opiniones de Donald Trump’, escribió Alfonso Aguilar, presidente de la Asociación Latina para los Principios Conservadores, en un mensaje que publicó en Twitter.

En el Congreso, muchos republicanos han advertido que los complejos problemas con el sistema de inmigración del país no se pueden resolver en corto tiempo, antes de que caduque el programa DACA. Meterse de lleno en temas como la reducción del número de inmigrantes legales haría imposible llegar a un acuerdo, indicaron algunos la semana pasada.

Otros, sin embargo, presionarán a Trump para mantener la línea dura. El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Robert W. Goodlatte (R-Va), llamó a la Casa Blanca para ofrecer una ‘propuesta seria’ y manifestó su apoyo para vincular el programa DACA a una revisión más amplia. “No podemos arreglar el problema de DACA sin solucionar todos los otros, que condujeron al problema subyacente de la inmigración ilegal en el primer lugar”, dijo.

Los asesores de Trump aseguran que, aunque saben que algunas de las propuestas serán polémicas, representan lo que el mandatario prometió en campaña y por lo cual tiene intención de luchar. No informaron cuáles de sus principios, si los hubiese, serían clave en la búsqueda de un acuerdo global de inmigración. “No estamos discutiendo amenazas de veto en este momento”, indicó dijo un funcionario del gobierno que informó a los periodistas sobre las propuestas con la condición de anonimato. “Todas estas son prioridades; son importantes para la seguridad de la nación”.

Otros funcionarios de la administración insistieron en que simplemente estaban cerrando las lagunas que ponen en peligro a los niños sometidos al contrabando y protegiendo a los trabajadores de la competencia desleal y los empleos de baja categoría. “Estos requisitos son verdaderamente esenciales para garantizar la seguridad fronteriza y nacional”, afirmó Ronald D. Vitiello, subcomisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.

El Congreso pelea hace tiempo para idear una solución para los Dreamers, desde que Trump anunció que eliminaría gradualmente el programa DACA. El Dream Act, con casi 20 años de antigüedad, sigue siendo el objetivo principal de los demócratas, y un tema que Trump, en la cena y en otras ocasiones, aseguró que convertiría en ley. Ello proporcionaría protección jurídica temporal a los jóvenes que que tengan buena conducta, y quienes continúen con su educación, trabajos o servicio militar podrían comenzar su camino hacia la ciudadanía definitiva. Varios proyectos de ley republicanos, entre ellos algunas medidas propuestas por el senador Thom Tillis (R-N.C.) y el representante Carlos Curbelo (R-Fla.) siguen enfoques similares, aunque más estrictos, que finalmente resultarían en un estatus legal para los jóvenes inmigrantes. Esas propuestas han ganado apoyo en el Congreso, a pesar de las protestas de algunos en el Partido Republicano que ridiculizan cualquier camino a la ciudadanía tildándolo de amnistía.

Un funcionario de la administración afirmó este domingo que Trump no promulgaría un proyecto de ley para otorgar la ciudadanía a los Dreamers, como promete el Dream Act, sino una forma menor de estatus legal.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí

Anuncio