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Las escuelas aumentan sus tasas de graduación mediante cursos de ‘recuperación de créditos’, pero ¿qué aprenden en ellos los estudiantes?

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Solía ser casi imposible que estudiantes como Nicky Maldonado se graduaran a tiempo de la preparatoria.
El estudiante de último año de preparatoria, de la escuela James A. Garfield, reprobó cerca de la mitad de sus clases de noveno grado, y necesitó que un entrenador de fútbol persistente y los requisitos de elegibilidad deportiva de su segundo año lo hicieran tomar en serio los estudios.
Los estudiantes que luchan para ponerse al día solían tener que asistir a la escuela de continuación, la escuela de verano, o repetir las clases durante el año. Pero Nicky también tenía otras opciones.

Desde 2015, en su segundo año de preparatoria, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) invirtió $30 millones en programas de intervención, como cursos de “recuperación de créditos” condensados y en línea para ofrecerles a los estudiantes más -y a menudo mucho más rápidas- formas de mejorar sus calificaciones.

Pero es difícil saber si los estudiantes en estas clases reciben el mismo nivel de educación que obtendrían en una clase regular, o incluso que el que reciben sus compañeros en otros cursos de recuperación de créditos. El distrito carece de registros tales como cuántos alumnos intentaron y no pudieron completar los cursos, y cuánto tiempo les tomó terminar una clase. Medir el rigor de los métodos de recuperación de créditos es difícil, y ello se debe también a la falta de consistencia en el manejo de estos programas en cada escuela.

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En todo el país, las escuelas comenzaron a ampliar sus iniciativas de recuperación de créditos hace 15 años, cuando el gobierno federal comenzó a presionar a los distritos para mejorar las tasas de graduación. Su uso intensivo ha sido fuertemente criticado, incluso en la ciudad de Nueva York, que cuenta con el único distrito escolar más grande que el de L.A.

Aún así, las tasas de graduación son indicadores populares del éxito de un distrito, y la presión para aumentarlas es inmensa.

El LAUSD hizo más rigurosos sus requisitos de graduación para la clase de 2016, exigiendo que los estudiantes tomaran y aprobaran mínimamente el conjunto de cursos de preparación para la universidad necesarios para calificar para el ingreso a una universidad pública estatal. Teóricamente, los estudiantes deberían terminar la secundaria preparados para la educación superior.

Pero al mismo tiempo, la superintendente Michelle King se ha concentrado específicamente en las cifras de graduación, lo cual podría ser contradictorio con los antedichos propósitos. King busca alcanzar una tasa del 100%, una proeza nunca antes obtenida por un distrito escolar urbano importante.

Hasta ahora, para alcanzar un máximo histórico de una tasa de graduación del 77% el año pasado, el distrito hizo uso intensivo de la recuperación de créditos. Y el distrito prevé mantener su iniciativa de $15 millones al año para hacer que los estudiantes con pobres resultados académicos lleguen a tiempo a la etapa de graduación, utilizando métodos que los críticos consideran crean un sistema de estándares académicos más bajos para algunos alumnos. Nicky reprobó el segundo semestre de biología de noveno grado. Por suerte para él, para su tercer año, el distrito comenzó a ofrecer un programa llamado PASS (Performance Assessment Student Support), descrito como un programa modular, centrado en el contenido didáctico que no dominaron los estudiantes que reprobaron una clase. La idea es que los jóvenes puedan progresar a su propio ritmo a través de los módulos, omitiendo aquellos cuyos contenidos pueden demostrar que ya saben.

Durante las vacaciones de invierno, Nicky fue uno de los más de 150 alumnos que se presentaron en Garfield para tomar varias clases PASS.

En la versión PASS de Garfield, a Nicky se le ofreció la oportunidad de elevar su calificación de biología de una ‘F’ a una ‘C’ en apenas una semana.

Pero eso no ocurre necesariamente en otras escuelas. El distrito no ha instituido normas generales sobre qué opciones de recuperación de créditos deben ofrecerse, o cómo se deben enseñar o calificar estos cursos.

Cuánto puede elevar su calificación un estudiante a través de la recuperación de créditos. Otras, en cambio, establecen parámetros estrictos. En uno de los cursos de inglés PASS que visitó Los Angeles Times, la mayoría de los alumnos finalizaron en una semana y no debieron leer un libro completo. Otro curso requería la lectura de un libro y se esperaba que durara más de una semana.

Los funcionarios del distrito dicen que el dominio de los materiales importa más que el tiempo en el aula. También afirman que los cursos PASS a menudo duran más de una semana, pero no pudieron proporcionar ningún dato a escala de distrito que diera seguimiento a cuánto tiempo pasan los estudiantes en sus cursos PASS. El carácter incompleto del registro hace que se desconozcan muchos factores.

Lo que el distrito sí puede decir es que en 2015-2016, el primer año de su gran iniciativa de recuperación de créditos, 33,071 estudiantes de preparatoria -alrededor de uno de cada seis- por lo menos completaron un curso de recuperación de créditos para tratar de reponer una clase reprobada. En promedio, tomaron cerca de dos clases de recuperación de créditos. En 2016-2017, a partir del 31 de diciembre, 16,211 estudiantes de preparatoria habían completado al menos un curso de recuperación de créditos para una clase que habían reprobado previamente. Los datos muestran que los estudiantes aprobaron alrededor del 71% de estos cursos de recuperación. Pero ese número puede no ser tan claro. Por ejemplo, algunas escuelas introducen información sólo cuando un alumno finaliza un curso de recuperación de créditos y no indican cuando un estudiante renuncia a mitad de éste.

Si la mayoría de los estudiantes aprueba los cursos de recuperación de créditos, eso podría ser una señal de alerta de demasiada facilidad, o de que los maestros están bajo una enorme presión para cumplir con las metas de graduación del distrito. También podría significar que los profesores son especialmente eficaces, y que el distrito escolar debería prestar atención a lo que hacen. Por el contrario, si muchos estudiantes no aprueban con éxito, las clases tal vez podrían tener problemas o ser demasiado difíciles. En la actualidad, no hay forma de saber estas respuestas más allá de la información anecdótica que los funcionarios del distrito obtienen de las escuelas.

Generalmente toma años para que las escuelas recopilen datos con precisión, cuando un distrito implementa un programa de este tamaño, afirmó Sarah Frazelle, quien analizó los programas de recuperación de créditos en Montana para el grupo de investigación y consultoría Education Northwest.

Pero “al menos el llevar un registro de cuántos niños ingresan al programa y cuántos aprueban… No debería ser una gran pregunta”, expuso Frazelle. “Lo que están perdiendo es la capacidad de ver dónde realmente pueden modificar el programa”. El distrito ha solicitado una subvención federal para comparar los programas de recuperación de créditos, informaron las autoridades, y la recopilación de datos está mejorando. Pero las escuelas todavía están recibiendo capacitación para ello.

Durante cada año escolar, el distrito calcula cuántos estudiantes de último año están en camino a graduarse a tiempo. En diciembre de 2015, según sus propios cálculos, sólo la mitad de los jóvenes de último ao estaban en vías de completar la mayoría de sus requisitos académicos. Pero para finales de ese año, en el que se afianzó la recuperación de créditos y King lanzó su iniciativa de graduación “todos manos a la obra”, valuada en $15 millones, el distrito había logrado su tasa de graduación más alta de la historia.

Los pronósticos iniciales de este año fueron igualmente tristes. A partir de marzo, sólo el 52% de los alumnos de último año estaban en camino a graduarse. Pero a partir del 20 de junio, el distrito aumentó esa estimación a 82%. ¿Qué significa esa tasa alta? Incluso antes de que el distrito adoptara los nuevos métodos de recuperación de créditos, el futuro de los estudiantes no era muy prometedor. De unos 26,700 graduados en 2008, sólo el 17% se había graduado de una universidad con carreras de cuatro años, según un informe del distrito.

“Todo el mundo está celebrando estas tasas de graduación, que

podrían no ser un reflejo de lo que nuestros hijos realmente aprendieron”, afirmó Ryan Smith, director ejecutivo del grupo de defensa sin fines de lucro Education-Trust West. “Si la recuperación de créditos no es equivalente a una clase que deberían tomar... estamos creando un pantano de bajas expectativas”.

En el segundo día de su clase de biología PASS, después de que su maestro devolviera los exámenes, Nicky se sentó en un taburete en una mesa elevada para laboratorios de ciencias. Pero sus tareas no incluían laboratorios completos. Una de sus asignaciones de ese día era completar los elementos de una pirámide alimenticia, que Nicky llenó buscando en Google “cadena alimentaria acuática” y copió los resultados a su hoja de trabajo.

Las autoridades del LAUSD reconocen que la recuperación de créditos ha desempeñado un papel en su rápida tasa de mejoras en losniveles de graduación. Pero también señalan otros movimientos que se han hecho para conseguir la graduación de más estudiantes de la preparatoria.

Por ejemplo, se han agregado consejeros académicos, y casi cada estudiantes de secundaria ahora obtiene un “plan de graduación individualizado”, que indica los cursos que necesitan para graduarse a tiempo. Una nueva herramienta electrónica ayuda a los consejeros a identificar a los estudiantes que están retrasados y a encontrar formas para hallar espacio en los cursos adicionales requeridos, o en clases recuperatorias de un estudiante, conforme los horarios de éste, informó Frances Gipson, jefe académico del LAUSD.

En cuanto a la recuperación de créditos, los funcionarios del distrito sostienen que están siguiendo una curva de aprendizaje evaluando los programas, y que el registro ha mejorado desde que se comenzó con ellos.

Las mediciones son difíciles, porque muchas clases se ofrecen fuera del día escolar regular y las escuelas no tienen tanto margen de maniobra, explicó Cynthia Lim, jefa de datos del distrito.

El programa PASS que Nicky utilizó, por ejemplo, fue desarrollado para matemáticas e inglés. Pero Garfield hizo que el personal docente escribiera sus propios planes de estudios y pruebas para añadir cursos de PASS para ciencia e historia. “Siempre está esa lucha entre la innovación local, y luego querer estandarizar. Nos gustaría estandarizar para poder extraer los datos y buscar en ellos, pero... también es bueno tener innovación local”.

Los funcionarios del distrito acordaron en que tienen que hacer más para mantener y analizar los registros de recuperación de créditos. Pero aclararon que es importante seguir adelante con las opciones de recuperación de créditos, asistir a los estudiantes e impedir que se atrasen.

Estos programas pueden ser la razón por la cual Nicky egresará a tiempo. El joven quiere ser electricista, por lo cual planea ir a la escuela de oficios; pero primero tendrá que obtener su diploma de preparatoria.

Para el alumno fue más fácil que una clase de álgebra -de cinco semanas de duración- que el había tomado en la escuela de verano y que reprobó. El curso lo mantuvo centrado porque “te ves obligado a hacer el trabajo” enseguida, explicó Nicky.

Durante la primavera, tomó clases los sábados durante tres meses para una clase de historia, y este verano toma dos clases de inglés. Después de la práctica de fútbol, planea tomar una clase en línea y tratar de pasar Álgebra I otra vez; en su tercer intento.

Una guía para las opciones de recuperación de créditos en el LAUSD

Mientras el LAUSD amplía sus iniciativas para que los estudiantes de preparatoria se gradúen a tiempo, los alumnos tienen más opciones que nunca para compensar las clases en las que fallaron. Averiguar en qué programa inscribirse, sin embargo, puede ser confuso.

Apex o Edgenuity

Los estudiantes pueden tomar un curso en línea a través de estos

proveedores. Hay también versiones “combinadas”, con maestros del LAUSD.

RIG (recuperación + intervención= graduación)

Los alumnos quedan inscritos en su escuela preparatoria, pero pueden

tomar una clase de recuperación de crédito a través de una escuela de

continuación.

Colegio comunitario

Los estudiantes ganan un crédito de preparatoria por aprobar un curso de colegio comunitario que es comparable con la materia de preparatoria en la cual fallaron, con el permiso del director.

Quinto año de preparatoria

Los estudiantes permanecen un año más para volver a tomar cursos que no aprobaron.

Educación para adultos

Los estudiantes toman clases por la tarde, en escuelas para adultos.

Repetición de cursos

Los alumnos vuelven a cursar la clase en su totalidad durante el día escolar, después de haber fallado.

STAR 17

El LAUSD llama a esta opción un ‘curso de extensión’, y no una recuperación del crédito. Si un estudiante recibe una ‘D’ en una clase, puede contratar a un maestro para demostrar competencia en las partes de la clase donde peores calificaciones obtuvo, y elevarlas. Deberá completar los requisitos al final del siguiente semestre, y se modificará la calificación. Las escuelas también pueden cambiar este programa para los estudiantes que reprobaron toda una clase.

PASS

Los estudiantes completan una clase que no está basada en la maestría del material. A menudo sucede en invierno o primavera y puede requerir apenas 30 horas (la mitad el tiempo que se pasa en las clases regulares). En algunas escuelas, los estudiantes que utilizan esta opción sólo pueden obtener una ‘C’.

Escuela de verano

Cursos realizados en las escuelas preparatorias durante el verano para

compensar créditos.

Diseño local

Las escuelas pueden modificar los programas de recuperación de créditos o crear los propios, mientras que su superintendente de distrito local lo apruebe.

Estudio independiente

Los estudiantes contratan con un profesor para completar asignaciones, pruebas y proyectos para una clase. Debe entrevistarse con el docente por lo menos una vez por semana.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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