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El incierto resultado de las elecciones pone en peligro la formación de un gobierno en Italia

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Las elecciones generales celebradas este domingo en Italia dejaron un panorama político marcado por las incógnitas y la incertidumbre.

El reparto de los votos entre las principales fuerzas, pendiente de un recuento que no se completará hasta entrado el lunes, hace difícil la suma de mayorías parlamentarias que conduzcan a la formación de un gobierno.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S), considerado por los medios un partido antisistema, se perfila como el más votado y confirmaría su enorme progresión de los últimos años. Pero no está claro que su candidato, el joven Luigi di Maio, vaya a ser el primer ministro.

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Para alcanzar los 316 diputados que se necesitan para sumar los apoyos suficientes en la Cámara de Diputados tendrá que pactar con otras formaciones, algo a lo que en el pasado el M5S se había mostrado contrario pero a lo que ahora se dice dispuesto.

Por detrás aparecía el centro-izquierda del Partido Democrático (PD) del ex primer ministro Matteo Renzi, que según la mayoría de análisis fue el gran derrotado de la jornada electoral.

Maurizio Martina, ministro de Agricultura en funciones y mano derecha de Renzi, reconoció que el PD había sufrido una derrota “neta y muy clara”.

Según la editora para Europa de la BBC, Katya Adler, “los votantes castigaron al centro-izquierda como hicieron en otros muchos países europeos últimamente”.

Con el escrutinio todavía en marcha, la Lega, cuyo candidato Matteo Salvini ha defendido un discurso contrario a la inmigración y crítico con la Unión Europea, figuraba como la otra gran fuerza emergente en una Cámara de Diputados muy fragmentada.

Forza Italia, la Lega y Hermanos de Italia, habían formado una coalición de centro-derecha y acordado apoyar la candidatura al gobierno del candidato más votado de estas tres fuerzas.

A la espera de que se complete el recuento, Salvini mantiene las opciones de ser primer ministro si recibe el apoyo de Forza Italia, la fuerza del inhabilitado ex primer ministro Silvio Berlusconi, y sus otros aliados.

James Reynolds, corresponsal en Italia de la BBC, asegura que se abre un escenario en el que podría llevar semanas alcanzar un ejecutivo, algo que ya ocurrió en Alemania y España, otros países principales de la UE.

El éxito del M5S y la Lega a costa de los partidos tradicionales confirma la tendencia apuntada en otros países del Viejo Continente en los que despegan partidos emergentes.

Alessandro di Battista, diputado del M5S celebró lo que calificó como “apoteósicos” datos en las elecciones e invitó al resto de fuerzas a “hablar” con ellos para formar Gobierno.

“Los datos demuestran que todos deberán venir a hablar con nosotros. Es la mayor garantía para el pueblo italiano. Deberán utilizar nuestros métodos de transparencia, corrección credibilidad, basado en las propuestas”, afirmó en una breve intervención ante los medios en Roma.

Colas en los colegios

La jornada estuvo marcada por las colas en los colegios electorales de todo el país, que cerraron a las 23.00, hora local.

La introducción de un nuevo sistema de votación y de medidas adicionales para evitar irregularidades provocaron que votar costara más de lo habitual.

Repercusión europea

Italia es la cuarta economía más grande la Unión Europea y uno de los países fundadores del club de los 28, por lo que el avance de los partidos populistas y de extrema derecha es fuente de preocupación en las cancillerías europeas y en Bruselas, la capital comunitaria.

Varios candidatos han culpado a las reglas presupuestarias de la Unión de entorpecer la recuperación económica del país. El Movimiento 5 Estrellas y la Liga prometieron la celebración de un referéndum para dejar el euro, aunque han ido apartándose de esa retórica.

Adler aseguró en Twitter que “es teóricamente posible que la peor pesadilla de la Unión Europea se haga realidad, con una coalición entre los “populistas euroescépticos”.

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