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La Vero también llora… la muerte de Rogelio Guerra

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Rogelio Guerra, el inolvidable Luis Alberto Salvatierra de Los Ricos También Lloran, dejó con su partida una gran tristeza y muchos recuerdos lindos en su entrañable amiga Verónica Castro.

“Le decía: ‘Mi Roger, mi Roger Moore’”, expresó Verónica con mucho pesar al recordar a su compañero que falleció ayer.

“Él se sabía guapo, todos lo sabíamos. Él era guapo, un hombre muy interesante, muy guapetón, siempre oliendo muy rico, siempre muy coquetón, sabía que yo, pues... era mi consentido, la verdad”, expresó la actriz en entrevista telefónica.

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“Va a estar difícil para mí encontrar una pareja igual para trabajar. No sé con quién me pueda sentir igual de a gusto como con él. La pasamos rebién juntos”.

La actriz de 65 años habló de la amistad que se formó luego de trabajar en la telenovela que protagonizaron en 1979 y que fue vendida a más de 150 países y doblada a 25 idiomas.

“¿Qué te puedo decir? Estoy muy triste. Era muy difícil saber cómo estaba viviendo él.

No era vivir, era estar pasando el tiempo en una cama y se me hacía muy triste y difícil también para su familia tan querida y para él.

“Pienso que hasta cierto punto ha sido mejor porque estaba sufriendo y no estaba bonito que estuviera él así”.

Lo definió como un compañero inolvidable, un amigo amoroso y muy querido.

“Siempre que tocábamos algún lugar en pareja, siempre nos iba excelente. Nunca nos fue medianamente bien. Solamente tengo recuerdos gloriosos de estar trabajando cerca de él”.

La última vez que se vieron fue el 9 marzo del 2015, cuando le rindieron homenaje a Guerra por sus 58 años de carrera.

“Me hizo el favor de invitarme su esposa. Me llevaron como sorpresa. Fue muy lindo, muy amoroso, nos abrazamos con mucho cariño y la pasamos increíble”.

Pero aunque ya no podían platicar, Vero se mantenía en contacto con Maribel Robles, esposa del actor.

“Ayer (el martes) platicábamos las dos, le llamé para ver cómo se sentía, si hacía falta algo”.

En los 40 años de ser compañeros, aseguró que era muy fácil congeniar con él.

“Salimos de Los Ricos... y nos fue tan bien que nos metimos a hacer teatro los dos y reventábamos las funciones”.

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