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¿Por qué quedó afuera la representante de Venezuela en el Miss Universo?

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Desde siempre ha sido una tradición ver en el cuadro de finalistas de los concursos de belleza a la representante de Miss Venezuela, sin embargo en esta ocasión la “soberana” de ese país no apareció ni en las curvas del Miss Universo de este año.

Desde Venezuela aseguran que Mariam Habach Santucci, de padre sirio y madre italiana, estaba preparada fisicamente para estar entre las finalistas, pero la representante de Venezuela en el Miss Universo no lo estaba a nivel mental.

No, no está loca ni nada que se le parezca, lo que está es subida en una nube de complejos de superioridad.

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Los que la conocen personalmente en su país de origen, que lamentamente atraviesa una de las peores crisis económicas y sociales de su historia, dicen que Mariam, quien representó al estado Lara en el Miss Venezuela 2016, es una joven “arrogante y malcriada que ve por encima del hombro a las personas que ella considera como inferiores por no tener su mismo nivel económico”.

Gente que la conoce muy bien desde niña, han comentado que Mariam “siempre ha sido una niña rica, que lo ha tenido todo y la han malcriado mucho. Siempre ha tenido lo que ha querido. Ha crecido con suntuosidad, llena de lujos y eso no se le critica”, así lo escribió el critico de concursos de belleza venezolano Julio Rodríguez Matute en una publicación de su país.

Lo que le critica este experto es que lamentablemente, “esa vida que le dieron sus padres hizo que se formara una niña que solo le importen las cosas banales y que eso la lleve a burlarse de la gente que no tuvo la suerte que ella tuvo”.

Lo que él escribe en dicha publicación, al parecer no es algo que se le haya ocurrido de la noche a la mañana luego de ver los resultados en Filipinas donde la representante de Francia, Iris Mittenaere, resultó ser la ganadora, no. Sus comentarios dice que se sustentan en testimonios de otras personas que estuvieron de cerca con la “niña” Mariam.

“Pregúntenle a Miss Uruguay lo que ha hecho Mariam, de ridiculizarla y humillarla y hacerla llorar casi todos los días con comentarios malsanos. Pregúntenle a las chaperonas y al staff del concurso, ¿por qué están hartos de ella?”, cuestiona Rodríguez Matute.

Y la respuesta es sencilla, porque así la formaron, con una visión de tildar de “plebeyos” a los que no tienen dinero en sus bolsillos.

Ahora nos preguntamos: ¿Será que ella considera ‘plebeyos’ a todos esos compatriotas que anoche la siguieron en las pantallas de sus televisores para verla concursar en representación de los venezolanos?

¿Será que se refiere a esos mismos venezolanos que hoy no tienen qué comer, ni medicinas para curar sus males?

¿Será que se refiere a esos venezolanos que por ser ‘pobres’, no le importa lo qué ellos sientan o padezcan?

¿Será que ella llama ‘plebeyos’ a los que estaba ‘supuestamente’ representando en el exterior?

No sé, si esos venezolanos sientan hoy como suya a esa representante de un país cuyos habitantes Mariam no los quiere “por ser pobres”, a esos mismos que lamentablemente hoy son la gran mayoría en la golpeada Venezuela de Nicolás Maduro.

La quieran o no, Mariam no figuró y fue por su arrogancia, que de seguro se la hizo sentir también a más compañeras de otros países que nunca hubieran votado por ella para ser “Miss Simpatía”.

Ya el día amaneció, Mariam no ganó y Venezuela ahora vuelve a su realidad, a la de hacer colas para llevar a la mesa algo para comer, mientras Mariam llora en Filipinas porque no le cumplieron el capricho de ser coronada Miss Universo, aún cuando un día antes habido dicho al diario El Nacional, de Venezuela, “No estoy preparada para perder”.

Hoy Venezuela necesita más allá de sus fronteras a personalidades que la represente dignamente, que se sientan orgullosos de su gente; y de esa sabemos que hay mucha. Que sean humildes y que dén de qué hablar de manera positiva, como lo hizo ese mismo día en Francia el karateca venezolano Andrés Madera al ganar la medalla de oro para su país en el Open de Paris. Madera, un joven atleta de la localidad de Las Minas, en el Municipio Baruta, en Caracas, a pesar de sus triunfos a nivel mundial sigue siendo humilde y ama a sus compatriotas que esperan verlo triunfar y brillar como el “diamante de Las Minas” que es, en proximas Olimpiadas de Tokyo 2020.

Al final de cuentas lo que vale es mostrar el talento y la cara positiva de ese país. Y eso es lo que Venezuela necesita, porque de la negativa ya se han encargado otros que siguen aferrados aunque la gran mayoría no los quiera.

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