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Protagonistas aseguran que ‘Sin senos sí hay paraíso’

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Han pasado ocho años desde que la audiencia de Estados Unidos vio el final de “Sin senos no hay paraíso”, protagonizada por los colombianos Carmen Villalobos, Fabián Ríos y Catherine Siachoque.

Desde entonces, esta producción se convirtió en unas de las historias más exitosas de la pantalla chica de Telemundo.

Aquella telenovela transmitida en el 2008 nos mostró a Catalina Santana, una joven que equivocadamente pensaba que si se operaba los senos y se los ponía más grandes iba a alcanzar el paraíso; sin embargo, ese sueño la llevó a caer en manos de gente inescrupulosa que se aprovechó de su inocencia hasta convertirla en una víctima más del narcotráfico, alcanzando finalmente la muerte.

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Ahora llega a la pantalla de Telemundo, con producción de Fox TeleColombia, “Sin senos sí hay paraíso”, una telenovela grabada en territorio colombiano que cuenta la historia de otra Catalina, Catalina Marín, una joven que nació el día que Doña Hilda, su madre, se enteró de que su hija mayor había sido asesinada por unos sicarios. Hilda, destrozada por la muerte de su hija mayor, decidió que su segunda hija que estaba por nacer también llevaría el nombre de Catalina.

La infancia de la segunda hija estuvo marcada por el fantasma de su difunta hermana, pues Doña Hilda hizo de todo para evitar que ella se expusiera a las malas influencias del barrio que arrastraron a la otra Catalina directamente al entorno criminal donde pensó que aumentando sus senos alcanzaría el paraíso, pero en realidad llegó al infierno del narco, y solo las balas de un sicario pudieron liberarla de su pesadilla.

Catalina, la pequeña, creció cercada por una raya amarilla que Hilda trazó frente a la puerta de su casa para que esta nunca la atravesara. Pero la sobreprotección de sus padres no pudo evitar que el amor tocara a la puerta y el corazón de Catalina a través de Hernán Darío, interpretado por Juan Pablo Urrego.

Un día, la bella e ingenua joven, impulsada por el amor, atraviesa la raya amarilla, y desde ese momento comienza a descubrir su trágico destino. Del entorno humilde de su casa y rodeada de amor familiar, Catalina pasa a la frialdad y crudeza de la calle, y posteriormente a la crueldad de una cárcel.

Pero lo peor de todo fue cruzarse en el camino de la malvada Yesica, “La Diabla”, interpretada por la actriz Majida Issa, la misma mujer que marcó la vida de su hermana mayor y que en la anterior telenovela fue encarnada por la colombiana María Fernanda Yepes.

Frente a esta nueva realidad, Catalina comienza a descubrir la verdad sobre su hermana muerta, a desenterrar los dolorosos secretos que sus padres le ocultaron por 18 años, y a enfrentar no solo los peligros de su barrio, sino el poder de perversos narcotraficantes y políticos que ofrecerán miles de dólares por su inocencia y virginidad, siempre y cuando ella esté dispuesta a ponerse senos más grandes.

Catalina no imagina lo que el destino le tiene reservado, pero sí tiene claras dos cosas: vengar todo el mal que “La Diabla” le ha causado a su familia, y que por nada del mundo cambiará su aspecto físico en un quirófano, porque sabe que “Sin senos sí hay paraíso”.

Los padres de Catalina

Catherine Siachoque es Hilda Santana, la madre de las dos Catalinas, quien desde que supo que estaba embarazada de la segunda niña, hizo hasta lo imposible por resguardarla en su casa. Entregada por completo a su hija y a su esposo, ella vive con miedo y desconfianza porque no solo su hija mayor murió a manos de sicarios, sino también su hijo Bayron, ya que tras convertirse en sicario, falleció cuando escapaba de la policía. Por todo esto, Doña Hilda no quiere cometer los mismos errores con su pequeña.

Luego de ocho años de interpretar a la ingenua y humilde Doña Hilda, ahora Catherine Siachoque comparte sus sentimientos hacia ese personaje que tantas satisfacciones le dio. “Me siento bendecida”, es su primera reacción al recordar lo que fue aquel papel que la alejaba de sus acostumbrados roles de elegante villana y lo que significa el poder retomarlo ocho años después.

“Tener la oportunidad de hacer un personaje luego de varios años y que para el personaje también hayan transcurrido años es algo especial, porque me permite crecer con ella”, explica con emoción en medio de la humilde habitación donde graba escenas de esta telenovela en los estudios de FoxTelecolombia, en Bogotá.

Cathy, como le dicen sus amigos, describe a su personaje sin poder esconder el evidente cariño que le tiene. “Doña Hilda no es una mujer brillante y ella lo reconoce; es una mujer muy buena, que trata de hacer las cosas bien, que trata de hacer feliz a su esposo y de hacer de su hija una gran mujer. De tener una casa, en medio de una gran pobreza, un hogar decoroso y lindo, de ser una mujer merecedora del amor de Albeiro que es menor que ella. Ella quiere hacer todo bien en la vida, y como ha podido, ha ido aceptando esta realidad que le ha dado la vida de poder criar a Catalina, la pequeña”.

Agrega que una de las razones por las cuales decidió retomar la continuación de este proyecto y su personaje fue por lo bien escrito que está el libreto. “Gustavo Bolívar realmente es un gran escritor y no podía negarme a hacer esta segunda parte. Lo pensé, lo dudé, porque me daba susto hacer esta segunda parte de un gran éxito. Creo que mi Dios va poniendo a uno las cosas que debe hacer, y como me dijo un amigo mío, el fotógrafo Christopher Esqueda, ‘tienes la oportunidad de reescribir la historia’, y eso es lo que estoy haciendo”, comenta con mucho sentimiento.

Albeiro Marin, interpretado por el mismo Fabián Ríos ocho años después, es el padre de Catalina, un hombre humilde, amoroso con su esposa, pero sobre todo con su hija, que por ser única, la cuida más que a su propia vida.

En medio de un entorno carente de lujos, Albeiro busca controlar a su esposa de los excesivos cuidados, precisamente por el gran secreto que guardan. Mantener a su hija alejada de los comentarios del barrio es su prioridad, así como protegerla de las malas influencias que llevaron al abismo a Catalina la mayor.

“Hace ocho años el personaje de Catalina quedó como un objeto sexual y en esta nueva etapa, con ‘Sin senos sí hay paraíso’, la mujer va a quedar como lo que es: una heroína. Porque el paraíso es la reinvindicación de la mujer en la sociedad”, comienza explicando Fabián Ríos.

Ambas Catalinas representan a dos tipos de mujeres. La mayor, ingenua y soñadora, que vivió errada al pensar que el paraíso lo alcanzaría operándose los senos. Y la segunda es una joven que pese a las circunstancias del entorno y la maldad que destruyeron a su hermana, logra salir victoriosa sin tener que caer en las malas influencias.

Para Ríos, ambas Catalinas tienen su encanto, aunque son muy diferentes. “La Catalina que interpretó Carmen Villalobos fue una Catalina maravillosa, con una interpretación espectacular en todos los sentidos. Esta otra Catalina es la historia del personaje de mi hija, interpretada por Carolina Gaitán, también muy bien interpretada, con un perfil totalmente distinto al de su hermana, pero sé que va a enamorar con más fuerza”, explica este actor, que en la vida real tiene una hija de 7 años llamada Lucía, quien seguramente podría causarle los mismos dolores de cabeza que siente todo padre de una adolescente. “Pero ya me estoy preparando para eso”, se apresura a comentar y luego agrega con seguridad que su “hija Lucía dentro ocho años va a ser una adolescente y no preocupa, pero si me prevengo para brindarle las base suficientes para que ella se enfrente a su adolescencia con madurez, con fuerza, con una gran personalidad para que camine recto y no se desvie jamás”.

Una nueva oportunidad

Casado en la vida real con la actriz Yuly Ferreira, Fabián Ríos cuenta que se siente muy complacido de volver a trabajar en su país con este proyecto tras vivir algunos años en Miami y de haber destacado en producciones como Tierra de Reyes, Dama y Obrero, Corazón Valiente y Los herederos del Monte, entre otras telenovelas que lo fueron puliendo y alejando de aquel Fabián que hace ocho años encarnó al joven Albeiro Marin en “Sin Senos no hay Paraiso”.

“Ese Fabian era un hombre con muchas expectativas, con ganas de comerse el mundo. Hoy estoy más aterrizado, más maduro y creo que soy más conciente de la carrera que Dios me dió. Y de alguna manera piensa que más que el procuparme por ser famoso, rico o lo que trae esta carrera, más me preocupo por ser responsable con los papeles que me toca interpretar”, dice este artista con 15 años de carrera, de los cuales seis los ha hecho en Estados Unidos.

Precisamente esa lejanía de su país, hoy lo ha llevado a sentirse complacido de poder volver a trabajar en su tierra con este proyecto, el cual le permite reconectarse con sus raíces y con un país que hoy en día vive bajo la sombra de lo que fue la época del narcotráfico de los 80 con Pablo Escobar.

Hoy por hoy, el colombiano ha aprendido a vivir rodeado de policias y del ejercito en las calles. Revisar a las personas con detectores de metal al entrar a lugares públicos es algo normal y abrir los maleteros de los autos al ingresar a sitios comunes, es algo que no sorprende a nadie, pero que sí llama la atención de los turistas. Para Fabián esa forma de vida, es asunto de seguridad para resguardar el orden y proteger a la ciudadanía para que no vuelva a dañar la imagen que muchos recuerdan de los 80.

“Inseguridades hay en todo el mundo, simplemente lo que uno tiene que hacer es manejarse con cuidado. Pero pienso que Colombia en estos momentos es uno de los países más seguros. La hospitalidad de su gente es maravillosa y yo me siento feliz de tener la posibilidad de grabar esta historia aquí en Colombia y ya viviendo en Estados Unidos solo le pido a Dios que me de la oportunidad de seguir viiendo cada vez que puede y poder vivir entre los dos paísese, porque veo que poco a poco, esa fama que tenía Colombia de ser un lugar malo, hoy en día puedo decir que es un lugar bueno y una tierra próspera”, concluye.

“Sin senos sí hay paraíso” se estrena este 19 de julio a las 9 p.m., el mismo día que Telemundo estrenará dos producciones más. A las 8 p.m. llega “Silvana sin lana” y a las 10 p.m. “Señora Acero 3: La Coyote”.

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