‘El juego de las llaves’ ofrece un inicio muy ‘juguetón’

La nueva serie de TV de Amazon Pime, El Juego de las Llaves podría haber sido tan buena.

Con una idea atrevida -cuatro parejas de amigos se intercambian para tener relaciones sexuales-, el serial se presta a cualquier cantidad de situaciones cómicas y melodramáticas, pero no acaba de sacarle provecho.

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En el primer episodio Maite Perroni se cae del lavabo (¿qué hace ahí sentada para empezar) y Fabiola Campomanes se cae de la cama, ¿de veras?

Van a recurrir a las caídas, y luego qué, ¿al pastelazo? Afortunadamente, conforme avanzan los capítulos la escenas de sexo gratuito, cortesía de la “libertad” que tanto aprecian actores y productores en plataformas de streaming, van disminuyendo para llegar a su justa medida y los personajes se empiezan a desarrollar y, entonces sí, la serie empieza a mejorar.

Porque aquí ningún personaje sobra y las interpretaciones son muy buenas en todos ellos. Además de Perroni y Campomanes están Marimar Vega, Humberto Busto, Horacio Pancheri, Sebastián Zurita, Hugo Catalán y Ela Velden, quienes se lucen y tratan de sacar el mayor provecho a sus personajes pese a lo simple de sus diálogos.

La trama de la historia se presta para ser graciosa pero inteligente, sensual pero con chispa, pícara pero creativa, algo que la haga memorable más allá de mostrar el trasero de Sebastián Zurita. Porque hasta el episodio 5, lo más divertido y ocurrente fueron los comentarios de los presos -que no de los protagonistas-, en una breve escena tras las rejas.

Por eso es una lástima que la serie esté tan bien ambientada en la Ciudad de México, que los actores involucrados se vean tan a gusto en la pantalla y que el final de cada episodio te dé la suficiente curiosidad para ver qué más va a pasar.