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Fidel Rueda se ha alejado estratégicamente de los corridos, pero eso se encuentra a punto de cambiar

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El hecho de que se haya presentado el domingo pasado en la Arena Deportiva de Pico Rivera al lado de artistas tan afamados como Gerardo Ortíz y Luis Coronel, pertenecientes a DEL Records, su nueva compañía discográfica, demuestra que Fidel Rueda se encuentra ya en las grandes ligas de la música regional mexicana.

Pero eso no quiere decir que el artista oriundo de Culiacán, Sinaloa, sea una figura nueva en el mundo del espectáculo, ya que ha grabado varias producciones y ha afianzado particularmente su carrera desde hace siete años, cuando se mudó a Jalisco, Guadalajara, donde se encuentra su actual centro de operaciones.

Su disco más reciente, “10 años”, alude justamente a una carrera como solista que se extiende por más de una década y que fue antecedida por su participación en el grupo Los Buitres, con el que llegó a grabar dos discos.

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“Estuve tres años con ellos y nos fue muy bien, pero antes de eso, tuve que empezar de cero, tocando en cantinas y en fiestas donde no me pagaban nada, por puro ‘hobby’”, le dijo a HOY el popular cantante y acordeonista durante una reciente visita a nuestra redacción.

Rueda se adjudica la creación del género ‘norteño-banda’, que según él combina los instrumentos de ambos estilos para lograr algo novedoso. “Quería ofrecerle a la gente un sonido diferente, que llamara la atención; decidí arriesgarme a hacer lo que quería, y funcionó”, detalló.

A diferencia de otras producciones de su pasado, “10 años” no contiene ningún corrido, ya que sus letras son completamente románticas. “No hago corridos todo el tiempo; hemos estado bien, trabajando”, nos explicó. “Ha habido una ola de violencia en mi país y yo decidí no trabajar en eso; me alejé un poquito , porque prefería estar tranquilo. No vaya a ser que salga por ahí un ‘ondeado’ [alterado] que se moleste”.

Uno de los cortes del álbum, “Ya no soy el mandadero”, habla de un tipo que maneja ahora un Camaro, pero que vino desde abajo; y Rueda reconoce que ese no ha sido su caso. “La verdad es que no tengo la típica historia del que vendía periódicos en la calle”, reconoció. “Digamos que éramos una familia normal de clase media; no nos faltaba la comida”.

“Mi papá trabajaba para el gobierno, mi mamá era ama de casa y todos [los hijos] estudiábamos”, explicó. “Yo compongo algunas de mis canciones, pero no todas; además, no canto necesariamente de cosas que me han pasado”.

Pese a lo dicho, Rueda asegura que su próximo disco -el primero con DEL Records- retomará los narcocorridos. “Y no tanto porque Gerardo Ortíz está en el mismo sello, sino porque los fans nos los piden”, explicó. “Vamos a meter dos o tres nomás para darle gusto a los ‘compas’, así como a muchas mujeres a las que les gustan estos temas”.

En todo caso, sería interesante saber si los problemas legales de Ortíz, quien se encuentra todavía afectado por un sonado caso en el que fue acusado de apología del delito y del que salió librado tras pagar una multa de 50,000 pesos (unos 2,700 dólares), han generado consecuencias en sus compañeros.

“Lo curioso es que la letra de esa canción era de amor; el problema fue el video”, dijo Rueda, en referencia al clip de “Fuiste mía”, en el que Ortíz aparecía torturando y quemando a una mujer infiel de manera ficticia. “Pero claro, eso fue como una luz de advertencia. De por sí, en mis videos nunca he tratado temas de ese tipo, de violencia o de armas; todo ha sido muy ‘light’ por ese lado. Pero esto nos ha puesto en alerta”.

Sin embargo, Rueda no puede negar que ha interpretado piezas comprometedoras, empezando por lo que hizo con Los Buitres, cuyo sencillo más conocido se llamaba “Que role la bolsita” (a buen entendedor, pocas palabras).

“Ahí sí andábamos ‘sueltos’ y ‘deschongados’ [descontrolados]”, afirmó con una risa cuando le tocamos el asunto. “En esos tiempos, la música iba por ese lado; ahora estamos tranquilos, con canciones de amor, cumbias y cosas más ‘relax’, aunque el disco que viene sí va a incluir algo más de ambiente, algo pesado”.

¿Quiere esto decir que ya no le preocupa que aparezca por ahí un ‘ondeado’? “Todo depende de dónde estés parado; no te vas a meter a la boca del lobo”, enfatizó. “No es que uno tenga problemas ni que uno esté mal; no me ando escondiendo, porque lo que hacemos es simplemente música”.

“No hay nada que temer; si alguien llega y te contrata para una fiesta privada, hay que aceptarlo, porque es trabajo”, agregó. “Si algo llegara a pasar, son gajes del oficio; pero ahora trato de averiguar un poco más cuando tomo un trabajo así, porque no quiero meterme en ningún tipo de problemas”.

¿Con el peligro controlado?

Uno de los fenómenos más curiosos en lo que respecta a los narcocorridos es que las cada vez más severas prohibiciones de cantar esta clase de temas en los escenarios mexicanos no se aplican a los Estados Unidos por cuestiones de idioma, lo que quiere decir en teoría que las canciones menos amables con el Tío Sam se pueden gritar a todo pulmón en un auditorio como el Microsoft Theater, donde no han faltado presentaciones de esta clase de artistas.

“Yo me presento más en bailes privados de México que en EE.UU., pero sí, por aquí no hay esa clase de censura”, admitió Rueda. “De todos modos, es en California donde los corridos están más ‘pegados’; no pasa lo mismo en otros estados. Será porque aquí hay más ‘malandrines’… o los que se creen ‘malandrines’”.

Al igual que lo han hecho otros intérpretes del género, nuestro entrevistado enfatizó que mucho de lo que cantan son “historias ficticias” que pueden provenir incluso de películas que se han visto en el cine. “Mucha gente sigue haciendo esos temas por necesidad, pero a mí me han funcionado mucho los de amor, porque ese es un sentimiento universal”, dijo el sinaloense, quien, en ese aspecto, tiene una novia y tres hijos.

Se suele pensar que muchos artistas del género evitan tocar en algunas ciudades del país vecino debido a la inseguridad relacionada al narcotráfico que se vive en ellas, pero este cantante nos reveló que existen también otros motivos. “Está por ejemplo lo de los maestros en Oaxaca que traen sus huelgas, y eso nos obliga a cancelar fechas”, comentó. “El conflicto no es siempre el mismo”.

Cuando le pedimos su opinión sobre la situación actual de México, Rueda dudó en responder. “No me gusta mucho hablar de esos temas, pero esperamos que se componga la situación”, respondió. “Lo veo difícil, pero tenemos que seguir pa’ delante. Uno quiere ver que todo esté bien en el lugar donde vive y que la gente tenga trabajo, porque a veces buscan la marea de salir adelante asaltando, robando o aceptando contratos para ser pistoleros, porque ese es dinero fácil y no tienen otras opciones”.

Para terminar, no podíamos dejarlo ir sin preguntarle por el personaje de moda: Donald Trump. “Ojalá que no gane [la presidencia]; pienso que es una basura, una vergüenza el amigo ese”, nos dijo Rueda de inmediato, apelando a la misma sinceridad que lo caracterizó a lo largo de toda la charla. “Que haya llegado hasta donde ha llegado está muy mal; para mí, ese no es un candidato de verdad”.

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