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Esto fue lo bueno, lo malo y lo feo del Latin Grammy

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Acaba de concluir la ceremonia número 19 del Latin Grammy en la Arena del MGM, y en esta oportunidad, el balance general en el plano de las presentaciones en vivo es más positivo que en el pasado inmediato, sobre todo porque, si bien el reggaetón sigue mandando en términos de popularidad, su presencia no se sintió tan fuerte como en los años anteriores.

Para ser sinceros, el inicio fue muy poco prometedor, porque pretendió ser espectacular pero resultó en realidad lo que algunos llamamos ‘arroz con mango’. Se trató de la interpretación de un tema llamado “Está rico” (qué elevado, ¿verdad?) entre un Marc Anthony y un Will Smith que parecían estar fuera de lugar y que compartieron la tarima con la estrella del trap Bad Bunny, a quien de hecho le fue mejor más adelante, cuando ofreció a solas un ‘meddley’ de sus piezas “Sensualidad”, “Chambea”, “Soy peor” y “Estamos bien”.

Hubo otros momentos urbanos más afortunados, como las dos participaciones de J Balvin. La primera fue con la cantante alternativa Carla Morrison, quien le dio pie a la presentación de “Ambiente”, un tema marcado por el reggae que, a nuestro parecer, se encuentra entre lo mejor del colombiano, quien repitió el plato al lado de Nicky Jam para una convincente ‘performance’ del súper ‘hit’ “X” que los vio incluso practicando unos pasos de baile.

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Hubo espacio en la tarima para la interpretación de “Telefonía”, que terminó siendo la canción de la velada debido a las victorias sustantivas de Jorge Drexler (ver más abajo) y que se interpretó en vivo a través de una llamativa versión en la que participaron Mon Laferte, Natalia Lafourcarde y El David Aguilar, todos ellos tocando sus propias guitarras y haciendo aportes vocales.

No dejó de impresionar Rosalía, la joven española que se encuentra ahora en boca de todos y cuya mezcla de sensualidad, gran voz e influencias del flamenco se plasmaron en una explosiva interpretación de “Malamente” que contó con un competente grupo de bailarinas y una sesión de zapateo.

No dejó de impresionar Rosalía, la joven española que se encuentra ahora en boca de todos y cuya mezcla de sensualidad, gran voz e influencias del flamenco se plasmaron en una explosiva interpretación de “Malamente” que contó con un competente grupo de bailarinas y una sesión de zapateo.

La música norteña también tuvo un momento de lucimiento gracias a la interpretación de “El corrido de Juanito”, un tema con el que Calibre 50 dejó de lado su controvertida faceta como intérpretes de narcocorridos para referirse a la difícil situación de los inmigrantes indocumentados; pero lo más aplaudido en el plano de la tradición mexicana fue la actuación de Ángela Aguilar, la hija adolescente de Pepe, quien dejó a todos boquiabiertos al entonar el clásico “La llorona”.

En lo que respecta a los premios, lo más polémico fue probablemente el triunfo del ausente Luis Miguel en la importante categoría de Mejor Álbum del Año por “¡México por siempre!” Después del anuncio, se sintió una gran conmoción entre los asistentes, aunque no estamos seguros de que se haya tratado de una protesta por considerar que había títulos que merecían más el trofeo o de una queja por la falta de presencia del divo.

Sea como sea, Thalía, quien fue la encargada de hacer el anuncio, trató de acallar el fuerte murmullo colectivo que se escuchaba al decir con fuerza: “Yo me voy a encargar de entregárselo personalmente”.

Otra sorpresa para el público general debe ser el hecho de que, luego de estar nominado en ocho categorías, J Balvin terminó ganando solo en una, la de Mejor Álbum Urbano gracias a “Vibras”. De hecho, él mismo no apareció nunca en la sala de prensa, aunque no sabemos si fue porque se sentía frustrado ante los resultados.

En ese sentido, el más afortunado fue el uruguayo Drexler, que a pesar de no ser precisamente un representante del ‘mainstream’ en lo que respecta a su quehacer artístico, se marcha ahora a su casa de Madrid con tres premios, correspondientes a los rubros de Canción del Año, Grabación del Año (ambos por el citado tema “Telefonía”) y Mejor Álbum de Cantautor (por Salvavidas de hielo”). Por ese lado, los amantes del pop sofisticado y tranquilo con letras elaboradas (de esas que le faltan al reggaetón) tendrían que darse por satisfechos.

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