Anuncio

Carlos Rivera asegura que su propuesta va más allá de la balada romántica

Share

Pese a que nació en Tlaxcala, el estado más pequeño de México, Carlos Rivera tuvo grandes planes desde que era chico, más precisamente, desde los 15 años de edad, cuando empezó a cantar en fiestas locales acompañado únicamente por un guitarrista acústico.

Menos de tres años después, llegó a la capital en busca de su gran sueño y, de paso, del premio mayor en “La Academia”, que terminó obteniendo en el 2004 al apoderarse del primer lugar en la tercera temporada del popular programa televisivo.

“Pese a ello, el camino no ha sido fácil, aunque no creo que lo sea para nadie”, le contó el joven cantautor a HOY durante una entrevista concedida como parte de la promoción de su más reciente producción musical, “Yo creo”, que es la cuarta de su carrera.

Anuncio

Y lo dice porque él mismo siente que, a pesar de toda la experiencia acumulada, su trayectoria empezó realmente a despegar con el disco anterior, “El hubiera no existe”, lanzado en el 2013. “Ese fue el primero que me dio realmente la oportunidad de encontrarme con el artista que quería ser, cantando las canciones que quiero cantar y mostrando mi manera de ver la vida y el amor con un lenguaje mucho más propio”, nos confesó.

La misma placa le permitió además llegar de visita hasta a 15 países, incluyendo Brasil y Portugal. “Increíblemente, esta es la primera vez que llego a Estados Unidos, luego de conquistar España y Latinoamérica, cuando las cosas siempre se dan al revés”, precisó. “No sé por qué, pero mi caso ha sido distinto”.

En vista del título del álbum, tenía sentido preguntarle por sus creencias personales. “Creo en la música que se hace desde la honestidad y que va más allá de ser simplemente romántica, porque fuera de estar dedicada a una pareja de enamorados, se puede aplicar al amor por la familia, al amor por la vida y al amor por lo que te hace feliz”, detalló. “Creo en Dios y en que cuando uno trabaja por cumplir los sueños estos se cumplen. Y trato de compartir todo eso a través de los mensajes de mi música”.

Rivera no está casado (“todavía estoy muy joven para eso”, afirmó), aunque asegura tener muchos amores… lo que no significa necesariamente que se trate de novias. “Tengo varios amores, sí: mi madre, mi padre y mis hermanos”, señaló. “También estoy enamorado y eso me da mucho para ser feliz, pero mejor no hablemos de eso, porque mis fans se ponen celosas”.

Al igual que el disco anterior, el nuevo incluye varias composiciones suyas, aunque le da también espacio a creaciones de terceros, como es el caso de “Sabía usted”, un tema que, en sus palabras, fue especialmente creado por el gran Antonio Manzanero para su voz.

Pero lo que destaca más aquí es la presentación de baladas con unas tendencias épicas que, en medio de todos los detalles modernos que contienen, insinúan cierto gusto por la música hispana de los ‘70. “Es que soy muy apasionado, muy intenso, y me gusta emocionarme con la música, lo que hizo que buscara un trabajo de producción muy grande, muy potente”, explicó. “Si logro emocionarme con lo que hago, es probable que otros también se emocionen con ello, y ese es el objetivo”.

Para lograrlo, Rivera recurre a diferentes estilos, porque no todo va por el lado de las tonadas lentas; por ejemplo, como él mismo lo destaca, “Déjame amarte” es un ‘dance’ latino, mientras que “Tu juego de ajedrez” se va por el lado del reggae.

Pero lo que más nos llamó la atención es la inclusión de “Día de lluvia”, una pieza de profunda raíz andina, lo que constituye una elección particularmente inusual para un artista azteca de su tipo.

“Bueno, en mi primer disco usé ya un bouzouki, que es un instrumento tradicional de Grecia, y después grabé en España una canción de inspiración flamenca”, recordó. “Me gusta recuperar elementos de los lugares que me ofrecen algo positivo”.

De ese modo, precisó que “Día de lluvia” es una chacarera argentina grabada con el aporte de Abel Pintos, “el artista más exitoso que hay ahora por allá y, además, un gran amigo mío. Le metimos quenas y zampoñas”.

En lo que respecta a sus influencias como cantante, admite el valor de artistas de distintas épocas y estilos. “Me encanta Javier Solís, que era el favorito de mi abuela, mientras que Franco de Vita ha sido mi maestro; también me gusta José Luis Perales, al que mi madre escuchaba mucho”, enumeró. “De los más recientes, tengo que mencionar a Leonel García, con quien he llegado a componer”.

Rivera es consciente de que hay gente a la que no le gusta necesariamente la música comercial que habla únicamente sobre relaciones amorosas; pero considera que lo que él hace va por otro lado.“Mi música no es romántica ni me quiero limitar a eso”, precisó. “Cuando se habla de algo así, se piensa en corazones rosa y en una pareja que camina de la mano; pero yo veo las cosas de otra manera, y cuando escribes de ese modo, el asunto deja de ser repetitivo y se vuelve algo del alma”.

Anuncio