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La Dame Blanche, melancolía y pasión cubana desde París: “En Cuba, yo soy yo”

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EFE

Afincada desde hace años en París e hija de Jesús “Aguaje” Ramos, figura de Buenavista Social Club, la cantante La Dame Blanche charló con Efe sobre su potente y versátil hip-hop, que enlaza lo espiritual y lo festivo, y sobre cómo conserva su conexión artística y personal con Cuba desde la lejanía.

“Mi traducción precisa para tu pregunta es la melancolía. Cuba es un país que yo amo tanto... Es el lugar del mundo en el que yo soy yo, sin adaptarme a nada”, explicó Yaite Ramos, la artista detrás de La Dame Blanche.

“No sé si conoces ese sentimiento de llegar a otro país, hablar otro idioma y adaptar tu vida (...). Pues todos esos modales en Cuba se desaparecen. Es mi adrenalina”, agregó.

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Con un ambicioso estilo rapero que mezcla ritmos afrolatinos y electrónicos, cumbia, reggae, jazz, flamenco y hasta influencias de la música clásica, La Dame Blanche pasó esta semana por Los Ángeles, donde dio un concierto el lunes para presentar las canciones de su último disco, “Bajo el mismo cielo” (2018).

Con un puro en una mano y una botella de ron en la otra, La Dame Blanche abordó con pasión y poderío temas espirituales que apelan a su condición de santera, como “Ave María”, pero también canciones profanas y de auténtica celebración como “Dos caras”, “Yo quiero trabajar” o “Bajo el mismo cielo”.

“Es ahí donde se cruzan los dos personajes: La Dame Blanche y Yaite. A toda esa música tenía que ponerle un nombre. Por ejemplo, antes si quería hacer rock no podía hacer chachachá porque no estaba en los patrones necesarios. Con La Dame Blanche puedo hacer lo que me dé la gana. Dilo ahí, escríbelo ahí”, instó al periodista entre carcajadas.

Sus inicios artísticos no tenían nada que ver con el rap, ya que comenzó con la flauta y como corista en la música clásica y el jazz latino.

“En busca de una perfección que nunca encontré, me tropecé con este hip-hop urbano por pura rabia, por puro deseo de cambiar, de dejar la perfección, de ser lo más sincera posible”, argumentó.

A partir de ahí se convirtió en La Dame Blanche, pero a su manera.

“‘La Dame Blanche’ es una leyenda que se conoce en muchos países y muchas culturas, la de un fantasma que sale en las carreteras, que no trae una buena noticia, desgraciadamente, la pobre... Entonces me encarné en esa figura como todo lo contrario de lo que ella significa: yo soy negra, traigo una noticia bastante positiva, me gusta la gente y la humanidad”, consideró.

Aunque le costó encontrar su rumbo, no había duda de que la música corría por su sangre ya que su padre es Jesús “Aguaje” Ramos, trombonista y director musical de la legendaria formación cubana Buenavista Social Club.

“Mi padre me adora, yo le idolatro. Tengo un amor ciego por mi papá. Y ahora se está preocupando más. Está viendo que mi propuesta es buena, seria, y que va ahí toda mi tripa, mi corazón y mi confianza de que de aquí no me baja nadie”, dijo.

Con una apuesta musical tan caleidoscópica y cosmopolita, La Dame Blanche indicó que “Bajo el mismo cielo” es “una frase de aliento a la lejanía” en un mundo cada vez más marcado por las fronteras, por el racismo y por la intransigencia.

“Es como subestimar el tiempo y la distancia. Como decirle a mi gente que el mundo es chiquitito como un pañuelo (...). Estamos todos bajo el mismo sol, bajo el mismo cielo, todos en la misma mierda total”, afirmó entre risas.

Y al ser preguntada sobre si ser mujer, negra y latina han sido obstáculos en su carrera, La Dame Blanche reconoció dificultades aunque solo en parte: “Lo he sentido, pero no me ha frenado”.

Por último, la artista adelantó “un proyecto muy bonito” que tiene entre manos: grabar un disco en Cuba con su padre y con Mayito Rivera, excantante de Los Van Van.

“Voy a tratar de reunir esa familia lindísima que tengo para que el mundo vea lo que hay (...). Quiero ir a Cuba a tocar por mis propios medios. No quiero ir porque soy ‘la hija de...’ ?Que quién tú eres? Soy La Dama Blanche”, cerró.

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