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Taburete: Crecimos escuchando una variedad de música que ya no existe

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EFE

A pesar de su corta y exitosa carrera musical, el grupo de pop español Taburete ha evitado subirse al carro de la moda de ritmos urbanos que acapara actualmente la industria musical, a la que le piden que “se le dé más visibilidad a otro tipo de música”.

“Ahora el 90 % es reguetón, entonces es una pena porque todos los que hemos crecido en los ochenta y noventa lo hemos hecho escuchando una variedad de música que ahora no hay”, lamentó el cantante Willy Bárcenas en una entrevista con Efe.

El cantante alertó de que si “tú has escuchado esa música de pequeño, vas a querer hacer eso, pero si la juventud solo escucha reguetón, va a tirar todo el mundo para ese lado”.

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A su vez, el guitarrista Antón Carreño reivindicó el “mérito” de los grupos que, como Taburete, tienen una banda detrás que toca en vivo, algo “que no tiene alguien que va con una base detrás”, como es el caso de los grandes cantantes de reguetón.

“Ya hay mucho (reguetón) como para que se metan los grupos que antes no lo hacían”, responde contundente Willy Bárcenas al ser cuestionado por si Taburete se plantea adaptarse a ese estilo.

“Madame Ayahuasca”, álbum que Taburete presentará hoy en un concierto en el auditorio Plaza Condesa de Ciudad de México, evita el reguetón para ofrecer un compendio de canciones que mezclan pop melódico, rock clásico, rumba y toques rancheros.

Los anteriores discos “eran canciones hechas sin pretensión (...) experiencias de noches de borrachera, de fiesta y de diversión”, mientras que este disco “tiene un toque más melancólico”, avanzó el cantante madrileño.

Pero sus letras mantienen “ese componente de canciones que a veces no entiendes nada, muy metafóricas”, como en los dos álbumes anteriores, “Tres Tequilas” (2015) y “Dr. Charras” (2016).

La banda madrileña, cuyo elenco lo completan Guillermo Gracia Carrión (guitarra eléctrica), Antonio de la Fuente (guitarra rítmica), Simón Cordero y Manuel Hevia (batería), Daniel Guadaña (bajo) y Patxi Urchegui (trompeta), se está abriendo paso en América Latina.

Los conciertos hechos en México, Argentina, Chile o Perú han evidenciado que está naciendo un público muy fiel a Taburete: “La gente que vino a estos conciertos, como los primeros en España, no son muchos, pero todo el mundo canta todo. Les engancha de verdad y eso es lo que nos da fuerza para seguir”, explicó Carreño.

“No tenemos muchos fans, pero los que tenemos son muy fans”, apostilló Willy, quien recordó que “España es muy pequeña” comparado con el mercado latinoamericano, donde hay “un proceso más lento” para triunfar, por lo que Taburete no tiene “prisa”.

El grupo, nacido en 2015, tiene “una vena mexicana” como “sello de identidad”, explicó Willy, quien estudió en un colegio mayor en Barcelona rodeado de amigos mexicanos, a quienes dedicó uno de sus mayores éxitos, la canción “México D.F.”.

“No hay muchos grupos españoles que usen tanto la trompeta y ese sonido mariachi”, recordó el cantante.

En sus inicios, Taburete cosechó una gran popularidad y polémica porque Willy es hijo de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular imputado por corrupción.

Por ello, los integrantes de la banda ya están preparados de sobra para las críticas conforme se van haciendo más conocidos: “Desde el principio nos han caído (críticas). Creo que nos caían más al principio”, bromeó Carreño entre risas.

“En España ya sabes cómo es, el morbo sigue ahí. Yo en España veo que somos un grupo que ha roto muchos de los estigmas que tenía al principio”, añadió Willy.

El cantante también opinó que en su país natal se ha “retrocedido 40 años” en cuanto a libertad de expresión, puesto que “muchos artistas tienen miedo de escribir letras por el miedo a que un colectivo se va a sentir ofendido”.

“Cada vez tenemos la piel más fina y es una pena”, concluyó.

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