Aislinn Derbez y Mauricio Ochmann anuncian finalmente fecha de matrimonio

La última vez que los entrevistamos de manera conjunta debido a su participación en la película “A la Mala”, donde sus personajes terminaban atados sentimentalmente, no pudimos dejar de lado el tema de un posible matrimonio, que se encontraba en el aire desde que anunciaron su compromiso durante el verano del 2014; y lo que escuchamos como respuesta fue significativo, ya que, entre broma y broma, parecía claro que ella se encontraba esperando que eso ocurriera y él le rehuía todavía al compromiso.

Pero la llegada del 2016 llegó con la noticia de que la estrella de “El Señor de los Cielos” se había animado finalmente a dar el gran paso y que, de hecho, le había pedido la mano a la hija de Eugenio el pasado mes de diciembre durante un viaje de placer por el Norte de California, más precisamente, al final de una cena en un restaurante de Carmel, cuando, en complicidad con el personal del lugar, le entregó a su amada el anillo que había estado escondiendo a lo largo de tres semanas, como él mismo lo comentó más adelante a la revista HOLA.

Y ahora, la misma publicación ha dado a conocer que la boda tiene fecha establecida: se llevará a cabo el 28 de mayo, pero no en el estado donde viven actualmente los tortolitos (se encuentran radicados en Los Ángeles), sino en Tepoztlán, uno de esos encantadores “pueblos mágicos” que se encuentran en México, el país en el que crecieron los dos. En sus propias palabras, la idea es que no se trate de un momento fugaz, sino de una gran celebración que, como buena fiesta latina, dure hasta tres días.

Ningún matrimonio asegura la felicidad, por supuesto, pero este hecho cerrará al menos las especulaciones que se habían dado sobre la posibilidad de que este romance no se prolongara más, sobre todo después de que se revelara que estaban yendo a una terapia de pareja; y habrá que ver el modo en que se comporta el papá de Aislinn durante la ceremonia, porque él mismo dijo hace poco que “no estaba listo” para “perder” a la que sigue viendo como una niña. ¿O se animará a contar un chistecito para calmar los nervios en el podio del altar?