Anuncio

Bunbury se mantiene en el rock, pero sin imponerse fronteras

Share

La novena placa en estudio como solista de Enrique Bunbury lleva por nombre “Expectativas”, y eso era suficiente como para decidiéramos empezar la entrevista que nos ofreció el cantante español en las oficinas de HOY Los Ángeles con una pregunta relacionada al significado de un título que, a pesar de su sencillez, puede tomarse de distintas maneras.

“Me refiero a las [expectativas] mías, a las que tengo con respecto a la música, al lugar donde la quiero situar”, nos dijo el vocalista. “Venía de hacer una serie de discos que miraban hacia las raíces: primero las latinas, después las del Mediterráneo y luego las del rock, y lo que quiero en este caso es llevar mi música al presente para hacer un rock contemporáneo”.

“Me gustan cosas que van desde Queens of the Stone Age hasta The National, pasando por St. Vincent, León Larregui y una nueva banda mexicana que se llama De Osos”, continuó. “Para mí, el espectro del rock es bastante amplio. Tuve una época en la que me dedicaba a mirar hacia atrás, pero no quiero ser más un antropólogo”.

Anuncio

Eso no quiere decir que Bunbury ignore los límites que establecen algunos fans, como parece insinuarlo en una de las nuevas composiciones, “Mi libertad”, que incluye la contundente frase “No tienes ni p… idea del rocanrol”. “Hay gente que piensa que el rock empieza en un punto y acaba en otro, como si fuera un entidad indivisible, cuando es ya un género bastardo, de mezcla”, afirmó.

Por otro lado, al escuchar “Al filo de un cuchillo” sentimos claras alusiones a Depeche Mode, y nuestro entrevistado estuvo de acuerdo. “Soy muy fan de ellos, y me gusta especialmente lo que han hecho en los últimos 20 años, donde han asumido una influencia más clara del blues”, describió. “Yo no diría que son rock, pero no hay problema con eso, porque escucho muchas cosas que no lo son”.

En “Parecemos tontos”, uno de los primeros cortes promocionales de “Expectativas”, se revierte el contenido de un dicho tradicional para señalar que “en boca cerrada entran todas las moscas”, algo que interpretamos como un cuestionamiento a la complicidad del que calla ante las injusticias.

“Es una interpretación interesante, porque existe el silencio cómplice que se dan en nuestros actos cotidianos y que consiente muchas actitudes de nuestros gobernantes”, reflexionó Bunbury. “No hace falta mirar muy lejos para darse cuenta de que ahora mismo en los Estados Unidos tenemos un gobernante del que nos podemos sentir especialmente avergonzados”.

Al hacer la investigación previa a esta entrevista, supimos que, en estos momentos, a Bunbury no le incomoda solo hablar de su vida privada (lo que ha sido una constante en él), sino también de la complicada situación de Cataluña, lo que en una primera instancia tiene sentido en vista de que él mismo proviene de otra región española, Zaragoza, en la que surgió justamente su emblemática banda Héroes del Silencio.

“No me preocupa realmente hablar del tema, sino la tergiversación que pueda haber de mis palabras; y no me gusta tampoco que me sitúen en un lado o en el otro [de la discusión] porque entiendo todas las posiciones que se están dando, debido a que muchos músicos de mi banda son catalanes y ellos mismos no tienen una sola visión sobre el tema”, precisó el español.

“Lo que sí me gustaría es que se llegara a un acuerdo de convivencia, sea cual sea; lo ideal es lograr un consenso tras escuchar todas las opciones”, añadió. “Me da la impresión de que los medios de comunicación y los políticos en España están tirando de la cuerda para un lado y el otro con el fin de enfrentar a la gente y apoyar sus propios intereses”.

Bunbury cumplió 50 años el pasado 11 de agosto, pero como lo han dicho ya sus numerosos admiradores, el tiempo no parece transcurrir por él, pese a que se sabe que tuvo una juventud tumultuosa y a la reputación habitual de la que gozan los rockeros.

“Tuve una época extremadamente desordenada que fui dejando de lado de manera paulatina”, confesó el artista, quien es además vegano, por una vocación ética antes que de salud personal. “Para mí, lo más importante es crear canciones y subirme a los escenarios; la fiesta está bien, pero tienes que saber cuáles son los días correctos para hacerlo”.

Anuncio