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La magia de la lucha libre puso su marca en museo de arte en Long Beach

Fotografía del 30 de julio de 2016, que muestra un puesto de ventas de jugos -"aguas"- al estilo mexicano, elaborados en California pensando en el espectáculo de lucha libre en el Patio de las Esculturas del Museo de Arte Latinoamericano Molaa en Los Ángeles, California (Estados Unidos). La lucha libre, uno de los espectáculos más populares en México y otros países de Latinoamérica, puso su marca en el arte durante un evento realizado en Long Beach, al sur de Los Ángeles. EFE/Luis Uribe

Fotografía del 30 de julio de 2016, que muestra un puesto de ventas de jugos -”aguas”- al estilo mexicano, elaborados en California pensando en el espectáculo de lucha libre en el Patio de las Esculturas del Museo de Arte Latinoamericano Molaa en Los Ángeles, California (Estados Unidos). La lucha libre, uno de los espectáculos más populares en México y otros países de Latinoamérica, puso su marca en el arte durante un evento realizado en Long Beach, al sur de Los Ángeles. EFE/Luis Uribe

(Luis Uribe / EFE)
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La lucha libre, uno de los espectáculos más populares en México y otros países de Latinoamérica, puso su marca en el arte durante un evento realizado en Long Beach, al sur de Los Ángeles.

El Museo de Arte Latinoamericano Molaa presentó el sábado por la tarde (hora de Cslifornia) “Viva la lucha” un espectáculo familiar alrededor de los enfrentamientos en el tinglado.

“La lucha libre es un deporte y una pasión, en México es el segundo deporte más popular después del fútbol”, dijo el luchador Malí, “autonombrado la potencia mundial de la rudeza”.

Para el enmascarado El Hindú, la lucha es una ocupación de varias generaciones en su familia.

“Yo soy segunda generación, mi padre El Moro se inició eb Guadalajara y se vino para acá y siguió ejerciendo la lucha libre y así empezamos mi hermano el Capitán Oro y yo y el Superboy”, explicó El Hindú

A su vez los hijos han seguido la tradición y ahora son “los juniors”.

“La lucha libre ayuda a la juventud y a la niñez a hacer deporte. En lo personal a mí me alejó de vicios y me ha dado muchas satisfacciones”, aseguró El Potro Romano otro de los gladiadores del ring.

Además del espectáculo central de enfrentamientos el evento presentó también el documental “Historias de hombres enmascarados” del cineasta Carlos Ávila.

Igualmente el grupo Aqquarela, una banda angelina creada en el 2007 que escribe sus propias canciones de rock en español, formó parte de las presentaciones.

Entre otras actividades se ofreció pintura facial con el tema de la lucha libre y materiales para que cada niño o adulto pudiera elaborar su propia máscara de luchador.

Los asistentes que llenaron el Patio de las Esculturas del museo tuvieron la oportunidad de comprar máscaras ya elaboradas, camisetas referentes a la lucha libre y adornos y objetos de arte alrededor del tema.

La comida no faltó con un camión de alimentos conocido como “lonchera” que ofreció una variedad de platos típicos latinos y asiáticos.

Los adultos pudieron tomar una cerveza y todos tuvieron la oportunidad de disfrutar de jugos al estilo mexicano -”aguas”- elaborados en California, bautizados como Agua Lucha.

Los participantes también pudieron tomarse fotos con los luchadores que se enfrentaron en el ring en cinco diferentes peleas con patadas voladoras, llaves quebradoras y mucha emoción.

“Es muy bonito porque cuando te pones la máscara es magia y se transforma allá arriba de un ring”, explicó El Potro Romano.

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