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Son obras teatrales que les dan voz a la comunidad LGBTQ latina, pero también ayudan a evitar el cierre de un importante escenario de Los Ángeles

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Hace unos días, el mundo angelino de las tablas fue sorprendido por la noticia de que CASA 0101, el celebrado auditorio ubicado en la ciudad de Boyle Heights que se dedica a la difusión de obras latinas, podría cerrar sus puertas debido a la falta de fondos necesarios para pagar la renta del espacio que ocupa desde hace 15 años.

Pero todos los que se encuentran involucrados con esta organización planean hacer lo que se encuentre en sus manos para evitar el cierre, y uno de esos pasos es la promoción de la cuarta edición de “Brown & Out”, compuesta por 10 obras breves en inglés que se centran en la comunidad LGBTQ latina y que se podrá ver desde el 9 de febrero hasta el 4 de marzo en el teatro ubicado en 2102 E 1st St., Los Ángeles, CA 90033.

“CASA 0101 se ha interesado mucho en las vivencias generales de los hispanos en Estados Unidos, pero en este caso, la mirada está puesta en lo que llamamos la experiencia ‘Latinx’, e incluye temas de política, de familia, de amistad, de identidad de género, de VIH y de religión, es decir, todo lo que ha afectado de un modo u otro a quienes conforman esta comunidad”, nos dijo Corky Domínguez, uno de los tres directores con los que cuenta la producción (los otros dos son Claudia Durán y Rigo Tejeda).

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Pese a que Domínguez ha participado en dos ediciones anteriores de “Brown & Out”, esta es la primera vez que presenta una pieza de su autoría, “Young Dudes”, que él mismo dirige al lado de dos creaciones ajenas.

“[Esta pieza] tiene que ver con mi admiración por [el legendario rockero] David Bowie, pero también con un personaje que recuerda a un amigo suyo que murió a causa del Sida, luego de que él mismo lograra evitar su suicidio”, prosiguió el mexicoamericano de segunda generación, quien empezó a colaborar en 1995 con Josefina López, directora y fundadora de Casa 0101. “Está basada en algo que me pasó y que fue muy personal, por lo que decidí dirigirla yo mismo”.

Domínguez dirige también “L.U.G.”, una pieza escrita por Claudia Durán, quien no tiene por su lado problemas en cederle lo que crea a otros directores, aunque entiende la posición de su compañero de labores en este caso.

“Para elegir la repartición de las piezas, tuvimos un debate que dependía de cuestiones personales; a mí me gustan las historias que tienen un poco de comedia, un poco de corazón y un poco de drama, y las que me tocaron van por ese lado”, nos dijo en una entrevista separada la artista nacida en San Diego de una madre mexicana y un padre salvadoreño, pero criada en el estado de Pensilvania y radicada en el Sur de California desde hace 12 años.

Pese a que las acciones de Donald Trump han llevado a que las miradas sobre el tema migratorio se relacionen más a los “dreamers”, Durán cree que la intención de este montaje no ha perdido vigencia. “Es importante que se sigan escuchando las voces de la comunidad LGBTQ y ‘Latinx’, sobre todo con vista al futuro, porque tenemos un presidente que no va a ayudar definitivamente a los nuestros”, comentó. “El ochenta por ciento de los que participan [en este evento] forman parte de esta comunidad, aunque tenemos también colaboradores heterosexuales”.

El director más reciente de todos los nombrados es Rigo Tejeda, quien empezó a trabajar con Casa 0101 en el 2012 y que, en los últimos años, se ha encargado de las producciones autorizadas de las versiones de Disney relacionadas a “Aladdin” y “Beauty and the Beast” que se han exhibido en el mismo local.

“Yo crecí yendo a una iglesia comunitaria en la que se hacían muchas obras de teatro, pero que no aceptaba lo que yo era en realidad”, nos contó Tejeda, de padres mexicanos. “Hay personas que siguen creyendo que la homosexualidad es un pecado; las mentalidades han cambiado, claro, pero tenemos que seguir luchando y educando a la gente, y esta clase de obras cumplen también esa función”.

Para él, pasar de dirigir obras infantiles a piezas con temáticas adultas como las aquí descritas ha sido ciertamente un reto. “Lo otro requiere de mucho colorido y muchas escenas de baile, mientras que esto maneja un estilo completamente distinto, mucho más fuerte; hay que cambiar de sombrero, pero eso es parte del trabajo”, admitió.

La pieza de “Brown & Out” que más le gustó dirigir es “Girl Misinterpreted”, que trata sobre una jovencita cuya identidad gay es rechazada por su familia y que intentó ser violada por un muchacho con la aprobación de su propio padre. “Además, es la primera historia escrita por Josefina López que yo dirijo, lo que me hizo sentirme muy halagado”, dijo Tejeda.

En relación a las actitudes de los políticos conservadores, el joven aseguró que los tiempos y los presidentes irán cambiando, pero que lo importante es que la comunidad LGBTQ se mantenga unida. “Recuerdo haber tenido 8 o 10 años y escuchar que mis tíos, que también son gay, iban a las marchas de protesta porque la aceptación era mucho menor que ahora”, nos contó. “Ellos pavimentaron el camino para lo que tenemos actualmente, y nosotros tenemos que hacer lo mismo con los que vienen”.

Ante la adversidad, soluciones

En cuanto a los apuros económicos que atraviesa CASA 0101, Domínguez retomó la palabra para reconocer que los dos últimos años han sido muy difíciles debido a la asistencia insuficiente de público al auditorio de Boyle Heights. “Es un fenómeno generalizado en el teatro independiente de Los Ángeles, incluso en lo que respecta a los locales más grandes; y cuando se presentan obras para adultos como esta, la complicación es mayor”, afirmó.

“Nosotros hacemos un buen trabajo para que nuestras producciones luzcan como debe de ser, y nuestro equipo es siempre de profesionales”, agregó. “Estamos buscando donantes y seguiremos tratando de conseguir subsidios, pero no es fácil”.

Por su lado, Durán afirmó que la supervivencia se complica debido a que, además de CASA 0101, existe ahora un local llamado Little Casa y un restaurante conocido como Casa Fina que pertenecen a los mismos fundadores. “Nuestros precios son muy razonables, pero si no se venden suficientes entradas, no se logra ni siquiera recuperar los costos”, señaló. “Vamos a ir paso a paso, y cuando llegue el verano, veremos lo que sucederá”.

Tejeda admitió que los montajes basados en las adaptaciones de Disney que se ha encargado de dirigir tampoco son una garantía de éxito desmedido, porque si bien los boletos suelen costar entre 20 y 25 dólares, la asistencia no llega a ser la esperada y los costos de producción en esos casos son mucho mayores.

“En México, la cultura teatral es mucho más grande que la que tenemos por aquí; pero lo seguimos intentando, aunque es una lucha diaria”, precisó. “Esperamos que le vaya muy bien a esta edición de ‘Brown & Out’, porque los directores que participamos somos ya bastante conocidos”.

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