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Carlos Villagrán vuelve a negar el retiro de ‘Kiko’ en evento de Anaheim destinado a promocionar un circo

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No sabemos qué nivel de calidad tendrá el Circo de los Hermanos Caballero, que se presentará hasta el 5 de febrero en los exteriores del Anaheim Indoor Marketplace (1440 S Anaheim Blvd., Anaheim, CA 92805), pero lo que sí pudimos notar ayer en la tarde es que sus promotores no tienen la menor idea de lo que es organizar un evento público al que hayan sido invitados tanto los miembros de la prensa como los fans de una figura popular, en este caso, Carlos Villagrán, el eterno Quico (aunque ahora se hace llamar Kiko) de “El Chavo del Ocho”.

Para promover la participación del actor en el espectáculo, uno de los patios del pintoresco ‘swapmeet’ de Orange County, a cuyo lado se encuentra ahora la carpa que servirá para las funciones de este circo, se convirtió en escenario de un encuentro caótico con el comediante, debido principalmente a que se trató de mezclar las entrevistas ofrecidas (que se debían haber realizado en otro espacio) con el intercambio prometido al público.

De ese modo, mientras los representantes de la prensa trataban de hacer su trabajo, colocándose con sus micrófonos y sus cámaras frente a Villagrán, quien se encontraba también parado, la audiencia ubicada tras una barrera metálica reclamaba que “no veía nada” y que “no se escuchaba nada”, por lo que se puso en manos del intérprete un micrófono para que todo el mundo se enterara de las respuestas a preguntas que eran evidentemente privadas, ya que los reporteros no estaban ahí para cumplir el rol de moderadores, panelistas ni mucho menos animadores.

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Es probable que estos apuros se hayan debido también a la brevedad de la visita del actor, quien se dignó a permanecer únicamente en el lugar (y nos referimos al ‘swapmeet’ entero) por cerca de media hora, lo que insinúa unos aires de ‘divo’ que, a estas alturas, resultan cuando menos cuestionables, sobre todo cuando se considera que está interviniendo en un circo de categoría indeterminada y no en un espectáculo de renombre mundial, aunque eso no quiere decir que la suya sea una práctica distinta a la de otros de sus excompañeros del programa (de hecho, al pasearnos dentro de las instalaciones del enorme mercado, que parece una réplica de un local comercial de México, encontramos en una de las paredes un afiche antiguo de otro circo, dedicado esta vez a Rubén Aguirre, el popular intérprete del Profesor Jirafales).

Hablando de Aguirre, no todos los reporteros estaban necesariamente preparados para conversar con Villagrán, como sucedió con la señorita que le preguntó si “se seguía viendo con Jirafales”; pero, en medio del caos y de los desagradables gritos de “¡fuera, fuera!” que empezaron a dar los asistentes en un momento dado para referirse a la prensa, los que estuvimos allí presentes -y que nos peleamos prácticamente por arrancarle algo- logramos obtener algunas palabras interesantes de su parte, sobre todo en lo que respecta a la polémica suscitada hace unos días por las declaraciones de su sobrino Ángel Villagrán, quien afirmó que su tío iba a dejar de interpretar a Kiko debido a que, a sus 73 años de edad, el papel resulta menos creíble que nunca, pero que fue inmediatamente desmentido por el actor.

“Me siento orgulloso de este personaje, que salió del programa más exitoso de todos los tiempos en la televisión mexicana, y no pienso dejarlo”, dejó nuevamente en claro, aunque admitió que no tiene derecho legal alguno sobre el nombre de esta figura de la ficción. “[Ángel] me quiere mucho y es hijo de una hermana mía, por lo que se tiene que perdonar a las personas que cometen errores. Lo que yo tuve que hacer es decir simplemente que no me voy a retirar, y ya está; no tengo porqué me meterme en guerra con nadie”.

No faltó por ahí una pregunta realmente tendenciosa sobre un supuesto amuleto que le pertenece y que lo ata al Más Allá, a través de un pacto que le permitiría saber el orden de fallecimiento de los miembros de ‘La Vecindad’. “Nada que ver; toda mi vida he hecho reír a la gente, y lo he hecho a través de personajes positivos”, enfatizó Villagrán sin perder la paciencia. “No necesito ningún dije, porque la gente siempre me ha apoyado; lo que pasa ahora es que con esto de la Internet aparece mucha gente mala que busca hacer daño”.

Fuera de Kiko, Villagrán tiene todavía algunos retos interesantes en su vida, como sucedió con su más reciente proyecto cinematográfico, “Cómo se tornar o pior aluno da escola” (“Cómo volverse el peor alumno de la escuela), que se hizo en Brasil y lo obligó a aprender portugués. “La premiere se va a hacer por allá el día 3 de abril, y estaré presente”, nos adelantó el entrevistado, quien interpreta a un profesor.

Finalmente, tuvo algo que decir cuando le preguntamos por la inesperada vigencia de Kiko. “Bendito sea Dios que sigue vigente y que me ha permitido seguir contando con la salud necesaria para interpretarlo”, nos dijo el comediante, quien posee en su organismo el gen de una enfermedad que ha afectado a familiares cercanos pero que no se ha manifestado en él, porque luce de hecho un estado físico impresionante para una persona de su edad.

“Creo que Dios me ha premiado con eso, y le doy también gracias a diario por permitirme trabajar, porque ahora el trabajo es una bendición para cualquiera”, insistió, para agregar de inmediato que su carrera no tiene fecha de expiración. “Dios me va a avisar cuando me tenga que retirar”.

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