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Un documental sobre la gran maldición de Venezuela, el petróleo, causa polémica

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El historiador y documentalista Carlos Oteyza ha dedicado 10 años a culminar una ambiciosa trilogía sobre la historia del petróleo, la gran bendición y a la vez la “gran maldición” de Venezuela, un país paralizado por una crisis a la que se ha llegado, según él, por la mala gestión de los gobernantes.

Pero también por la “cultura rentista” de unos ciudadanos acostumbrados a que sea “el Estado el que tiene que dar”, que no exigen nada, que no pagan impuestos. “Esa es la base de la tragedia de lo que vivimos hoy en día”, asegura Oteyza en una conversación telefónica con Efe desde Caracas.

Desde una línea fija, eso sí, porque los móviles hace casi un año que no funcionan, lamenta este cineasta, formado como historiador en París y que se ha dedicado a realizar películas como “El Escándalo”, sobre un caso real de corrupción y espionaje dentro de la industria petrolera nacional, o “La voz del corazón”, en la que denuncia la especulación minera y maderera de las grandes multinacionales en la selva amazónica.

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La trilogía “El reventón. Una historia del petróleo en Venezuela (1883-1999)”, un documental en tres partes que se presentará hoy, el día 24 y el 30 en la sede madrileña de Casa de América.

Una mesa redonda sobre las repercusiones económicas, históricas y sociológicas que el petróleo ha tenido en Venezuela y en la que participará Oteyza cerrará los pases de este proyecto con el que el cineasta espera que “el tema Venezuela se mantenga vivo, pero desde el conocimiento”.

Porque la “desesperada” situación de su país, reconoce, es “más complicada de lo que parece. Tiene razones estructurales, culturales para poder entenderse” y conocer la historia es esencial para lograr esa comprensión.

“Lo que está pasando en Venezuela no pasa en Bolivia ni en Nicaragua ni en Ecuador. Esos presidentes se dicen bolivarianos pero Ecuador se maneja con el dólar, en Bolivia no regalan nada a nadie, mientras que en Venezuela se persigue al empresariado”, resalta Oteyza.

El Gobierno de Nicolás Maduro “no se sostendría sin el petróleo” y si Hugo Chávez se mantuvo fue por el alza brutal de los precios, resalta este historiador de 65 años, que marca la diferencia entre estos dos presidentes en la represión política actual y en las colas por conseguir alimentos o medicinas.

“La esencia es la misma, pero este es un gobierno más estatista, ideologizante, que fractura la sociedad entre buenos y malos, entre los que le apoyan y los que no. El presidente (Maduro) ni siquiera va al Congreso”, explica.

Una situación a la que se ha llegado porque “el petróleo no dio para lo que se había ofrecido”. El estado moderno venezolano “creció con el petróleo, todos quieren parte de la renta, universidades, partidos, sindicatos...”.

Un petróleo que llevó a Venezuela una lluvia de dinero que no supo ser manejada por los sucesivos gobiernos desde los años setenta.

Pero Oteyza considera que es muy fácil echarle toda la culpa a los gobiernos. También han tenido responsabilidad los empresarios, las universidades, los sindicatos. “Venezuela ha sido una gran mina para mucha gente y los venezolanos hemos sido muy frágiles, nos dejamos embaucar, solo creíamos que éramos un país rico”.

Por eso llegó Chavez -”fue una ligereza de las elites venezolanas dar el espaldarazo a un hombre que no tenía ni partido ni ideología”- y por eso ese petróleo ha sido a la vez la gran bendición y la gran maldición del país.

Y la falta de conocimiento de los venezolanos sobre el petróleo, sobre lo que ha supuesto para el país, fue lo que le llevó a embarcarse en este documental, para el que buceó en archivos nacionales y extranjeros.

Una trilogía en la que no juzga a los gobiernos venezolanos, se limita a contar de una forma aséptica la historia del petróleo desde 1883, el descubrimiento de la riqueza del subsuelo, el cambio de mentalidad de un país que pasó de ser agricultor a millonario y que no pensó en el futuro.

Un futuro que espera que cambie pronto en Venezuela. “Los demócratas haremos toda la presión para que haya elecciones este año, que haya una solución pacífica. Cómo va a terminar esto, no sé. Pero el Gobierno sabe que está agotado”.

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