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Jason Clarke se enfrenta a su primera película de terror de la mano de Helen Mirren

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Además de haber participado en cintas de prestigio como “Zero Dark Thirty” y “Public Enemies”, Jason Clarke ha tenido roles protagónicos en filmes de ciencia-ficción como “Dawn of the Planet of the Apes” y “Terminator Genisys”; pero “Winchester”, que se estrena este viernes, es el primer título de su carrera que se inscribe dentro del género de terror.

Y él mismo tenía razones de peso para aceptar el trabajo. “Quería hacer algo así desde hace tiempo, pero no me interesaban las propuestas gratuitamente sangrientas, y esta llegó de la mano de una historia de suspenso durante la época victoriana que tenía ya asegurada a Helen Mirren”, nos dijo el intérprete australiano en relación a una producción que se encuentra encabezada por la legendaria actriz británica, ganadora del Oscar en el 2007 por “The Queen”.

Para Clarke, actuar al lado de Mirren fue un auténtico honor. “Ella interpreta aquí a Sarah Winchester, alguien que existió realmente y que era una persona sumamente misteriosa [se trataba de una viuda millonaria obsesionada con lo sobrenatural]; no podrían haber encontrado a alguien más apropiado para encargarse de ese reto”, comentó el actor.

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“Durante las escenas en la que teníamos que fingir que estábamos entre fantasmas, dependimos el uno del otro para no hacer gestos demasiado grandes o demasiado pequeños; pero es importante señalar también que muchas veces teníamos a actores con maquillaje y prótesis frente a nosotros, porque no se usaron tantos efectos digitales”, enfatizó.

Tampoco pasó desapercibido para nuestro entrevistado el hecho de que la cinta iba a ser dirigida por Peter Spierig y Michael Spierig, los gemelos idénticos responsables de obras de horror tan destacadas como “Undead” y “Daybreakers”. “Ellos saben lo que están haciendo, y es importante tener a personas de esta clase cuando están trabajando dentro de un género que requiere de un ritmo especial y de un tratamiento muy particular”, reconoció.

Su personaje, Eric Price, resultaba también interesante, porque si bien estamos ante un experto psiquiatra (asignado por socios de la compañía perteneciente a la Sra. Winchester para determinar si ella se encuentra en un estado mental adecuado para mantenerse en la empresa), es igualmente una persona enfrentada a una adicción al alcohol y a las drogas que tiene que ver con un proceso no resuelto de duelo.

“Él está metido en el uso de láudano, una sustancia que si no me equivoco era empleada también por Johnny Depp en ‘Sleepy Hollow’”, precisó Clarke. “Al igual que Sarah, se encuentra embrujado por su pasado y por la muerte, aunque se trata supuestamente de un tipo muy racional que se ha criado con los enseñanzas de Sigmund Freud”.

Hay un personaje extra que ocupa un rol fundamental en la historia: la emblemática y enorme Casa Winchester, que se encuentra realmente en San José, California, y que fue meticulosamente reconstruida en Melbourne, una de las ciudades más importantes de Australia, país en el que nació justamente Clarke.

“La réplica fue realmente extraordinaria, y al final del rodaje, nos fuimos al lugar auténtico para hacer unas escenas adicionales; se sintió rarísimo, como un deja vu, pero nos ayudó mucho en el plano de la actuación”, recordó el intérprete.

Clarke no ha tenido hasta ahora ninguna experiencia sobrenatural, pero mencionó algo relacionado al rodaje de “First Man”, su proyecto más reciente, en el que interpreta a un astronauta de la vida real. “La NASA nos dio un tour increíble en el que volvimos a darnos cuenta de que el espacio es infinito, y eso te lleva a pensar que no hay nada que no pueda suceder”, afirmó. “Yo creo en el karma, y al entrar a la verdadera Casa Winchester, sentí una energía muy particular”.

Uno de los trabajos más recientes y más celebrados de este actor ha sido “Mudbound”, un drama de gran envergadura que lidia con temas como el racismo y el estrés post traumático luego de la Segunda Guerra Mundial, y que tiene cuatro nominaciones al Oscar. En el caso de “Winchester”, lo que pase en las salas es todavía un misterio, porque esta clase de filmes dependen mucho de las reacciones que tengan los fans del género.

“La gente va a ver películas de terror para asustarse, para dejar de que se liberen las endorfinas, y creo que esto cumple con el cometido”, declaró Clarke. “Pero creo que también logra que el espectador se conecte con la historia y que le importe lo que pase con los personajes”.

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