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Gabriel Reyes, un mexicano en Cannes

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Cuando Gabriel Reyes llegó a Tijuana era apenas un adolescente. A los 13 años después de radicar en varias ciudades de México con sus padres, se quedó a vivir en la frontera. Desde niño se interesó por el cine y fue aquí, con la cercanía a Estados Unidos, que pudo desarrollar su pasión.

Se convirtió en uno de los productores más prolíficos de la ciudad fronteriza de Tijuana y en el 2014, con su empresa iDigital Films, comenzó a hacer networking de alto nivel, con contrataciones para la serie Fear the Walking Dead, Club de Cuervos y Luis Miguel; entre otros.

Este año fue invitado a participar en la 72a edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, el más importante festival de cine en el mundo, donde dictará la conferencia: México, Inovación y oportunidades en el Cine. Además presentará su libro: Cómo revolucionar a la Industria Cinematográfica y no morir en el intento, y el cortometraje en realidad virtual de nombre Siendo un Muerto.

Pero no es la primera vez que participa en Cannes, en el 2014 fue seleccionado su cortometraje Papalótl: La Travesía, para el evento Short Film Corner, en donde fue exhibido.

En esta ocasión cree que su participación tendrá repercusiones importantes en la industria cinematográfica de México y el mundo. Fue así que decidí entrevistarlo.

El presidente del jurado en Cannes es Alejandro González Iñárritu. ¿Qué significa esto para la industria cinematográfica de México?

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Es toda una reflexión y un tema de homenajear el esfuerzo del macrocosmos del cine mexicano. Ya conocemos a los tres grandes pioneros, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.

El movimiento que iniciaron ha sido seguido por otros cineastas como Carlos Regadas, Amat Escalante y David Pablos, que por cierto es tijuanense, y muchos otros. Todos ellos nos han abierto el camino en una selva. Son los que llevan el machete y ya crearon la vereda para el resto que estamos detrás, porque México ya es la marca país número uno en cine en el mundo.

En su tiempo fue Italia con Fellini a la cabeza, luego España con Almodóvar, y ahora es México con González Iñárritu, Cuarón y del Toro a la cabeza, y no hay que desaprovechar esa oportunidad.

Una de las misiones del festival es encontrar a los talentos del futuro. ¿Qué representa que te hayan elegido?

Es una emoción grande pero también una gran responsabilidad. Ojalá pueda poner un granito de arena en mejorar esta maravillosa industria.

¿Cómo recibes la invitación del prestigioso certamen de la Riviera Francesa?

Se abrió una convocatoria en el evento llamado Next que organiza el Festival, donde enviamos nuestro caso de estudio doble: el proyecto Siendo un Muerto; cortometraje en formato 16:9 grabado con estándares Imax y simultáneamente producida una experiencia de realidad virtual inmersiva.

Al mismo tiempo nuestro caso de estudio como empresa y especialmente la innovación de un libro que estoy por publicar. Cuándo les presento a los organizadores estas propuestas, las aceptan y me abren un espacio de una hora y media el 16 de mayo.

¿En qué consiste la temática del cortometraje?

Siendo un muerto habla de los temas recurrentes de la frontera: tiene que ver con las tradiciones bonitas de la muerte en México, pero también sobre las condiciones que propician los fallecimientos de migrantes y víctimas del narcotráfico.

Lo más impactante es que el espectador está en medio de la acción. Hay una escena grabada en 360 grados con dron en realidad virtual, cosa que nunca se ha visto. Se trata de ponerte literalmente en medio de la idiosincracia relacionada a la muerte del mexicano y especialmente de la frontera. Este discurso le llamó la atención a los organizadores de Cannes y es lo que afortunadamente me abrió el espacio para la presentación y el pretexto perfecto para el lanzamiento del libro.

¿Qué es lo que propones en tu libro?

Dos puntos medulares: En el primero planteo estrictamente la ingeniería en el cine y cómo optimizarla para bajar precios, incrementar la calidad y reducir tiempos. El promedio para producir una buena película o serie es de uno a cuatro años, nosotros lo queremos reducir de manera inmediata de tres películas de buena calidad al menos por año, es un reto muy grande, obviamente hay mucha gente incrédula pero el chiste es demostrar que se puede.

Y la segunda parte del libro es un poco mas artística porque implica la deconstrucción y reconstrucción del cine como arte de artes, proponiendo reintegrarlo con experiencias transmedia y vivenciales como VR e incluso arte culinario. ¿Te imaginas cambiar las palomitas por una cena de cinco tiempos con comida relacionada a lo que estás viendo en pantalla? Sería maravilloso.

¿Qué se espera en la industria cinematográfica al modernizarse?

Optimizarse para concentrar más sus recursos en lo que llamo el núcleo creativo: Escritores, directores, actores, diseñadores de producción y cinefotógrafos. Darle más fuerza a la deconstrucción artística.

¿Qué ha sido la frontera de Tijuana para ti en cuestión profesional?

Una ciudad noble, de mucho trabajo y progreso, que ha luchado por su identidad y lo ha logrado gracias a sólidas expresiones artísticas, culturales y profesionales. Ha sido inspiradora su condición fronteriza por el acceso a la información y tecnología de California, creador del nuevo orden económico mundial en ingeniería y entretenimiento (Hollywood, Disneyland y Silicon Valley).

¿Cuáles han sido las producciones que te han dejado mayor enseñanza?

Fear the Walking Dead en la que participé por dos años. Fue toda una maestría de cine porque fue una serie donde se manejaban todas las técnicas de cine como SFX, VFX además del reto de crear quince episodios de calidad cinematográfica para una de las series más exitosa de la historia de la televisión. Además tuve la oportunidad de experimentar con técnicas de realidad virtual para la misma serie.

¿Qué representa haberte conectado gracias a esas producciones con un gran número de directores y empresas que realizan cine?

Fue impresionante, nos contrataron como empresa para servicios y como productor para el desarrollo de los contenidos que nos encomendaban. Trabajar directamente para show runners de la trayectoria de Gale Anne Hurd (co-creadora de Terminator, productora de Aliens y co-creadora de Walking Dead para TV) fue una experiencia enriquecedora. Luego lograr el nivel de amistad y colaboración de aliados como Carlos Alazraki y Moisés Chiver, líderes de mercadotecnia y entretenimiento en Latinoamérica, ha sido algo invaluable.

¿Ahora qué sigue para Gabriel Reyes?

Estamos en la postproducción de nuestro primer largometraje de ficción, Roma en el desierto, calculamos que será de 90 minutos. Es una obra de teatro escrita por Daniel Serrano que nos gustó para adaptarla al cine. Pienso estar grabando en junio y terminarla en julio, porque parte de la innovación es la velocidad en la que se puede desarrollar el proyecto. También estamos en preparativos de la serie de Don Miguel Ruiz, llamado Memorama.

Pensamos grabar en junio en un modo innovador. Además tenemos en puerta múltiples obras de teatro para transformar en contenidos de estilo cinematográfico de alta calidad.

Planes que deberá poner en pausa hasta su regreso de Cannes; el festival que le ha dado un sitio especial a los mexicanos en su septuagésima segunda edición y que pone especial énfasis en la importancia del cine latinoamericano en el panorama mundial actual, honrando a directores consagrados, pero también dándole foros a los futuros talentos.

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