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Rocky regresa al mando de un aprendiz de lujo gracias a la lograda ‘Creed’

En esta imagen proporcionada por Warner Bros. Pictures, aparecen Michael B. Jordan como Adonis Johnson, a la derecha, y Sylvester Stallone como Rocky Balboa, en una escena de "Creed".

En esta imagen proporcionada por Warner Bros. Pictures, aparecen Michael B. Jordan como Adonis Johnson, a la derecha, y Sylvester Stallone como Rocky Balboa, en una escena de “Creed”.

(Barry Wetcher / AP)
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Nueve años después de lo que era supuestamente su aparición final en la pantalla grande a través de “Rocky Balboa”, el mismo personaje se encuentra de vuelta en las salas de cine; y aunque ya no participa más en peleas profesionales con el torso desnudo, no deja nunca de llamar la atención en la nueva cinta “Creed”, que prolonga su legado de manera inesperada.

Como lo sabrá cualquiera que haya seguido la saga ficticia del boxeador ítalo-americano, el título de este filme corresponde al apellido de Apollo, su contendiente más formidable; pero lo que ocurre por aquí no es ningún acto de resurrección (el peleador interpretado por Carl Weather moría en “Rocky IV”), sino una secuela en la que la posta es tomada por su hijo bastardo Adonis, quien decide prolongar el legado del susodicho luego de sacar a Balboa de su retiro y convencerlo de que lo entrene para llegar a las grandes ligas.

Con todo el entusiasmo que puede generar una historia así en el alma de los incontables fanáticos del pugilista más popular en el mundo del cine, las dudas mayores se encontraban por el lado de la calidad del producto final, que podría haber aprovechado simplemente la fama del personaje y de su legendario intérprete (Sylvester Stallone se encuentra nuevamente a bordo, claro está) para ofrecer un trabajo comercial e intrascendente; pero los cinéfilos tenían muchas esperanzas ante los créditos de realización, ya que el director y coguionista del proyecto es ni más ni menos que Ryan Coogler.

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Este nombre no le dirá nada a los que se limitan a ver superproducciones hollywoodenses, pero los demás deben saber que el realizador de solo 29 años se presentó públicamente en el 2013 con la estupenda ópera prima “Fruitvale Station”, basada en un caso real de brutalidad policial y protagonizada por otro joven valor afroamericano, Michael B. Jordan, quien se convierte justamente en la estrella merecida de la presente película.

Desde la primera escena, en la que se exhibe sin reparo alguno un violento enfrentamiento en un centro de detención para menores, queda claro que este no es un proyecto por encargo para Jordan, sino uno de auténtica pasión; y ese sentimiento se extiende a lo largo de las más de dos horas de metraje de un título que, sin resultar impecable, se encuentra magníficamente filmado, y cumplirá sin duda con las expectativas de su público cautivo.

En realidad, la historia dista de ser completamente original, y recurre a veces a unas estrategias de manipulación bastante cursis; pero se sigue siempre con interés y plantea una perspectiva particularmente humanista de sus personajes, empezando por el de Adonis, quien arrastra todavía el resentimiento por un padre que nunca conoció, pero al que quiere de todos modos emular, y siguiendo por Rocky, quien se ha mantenido “en sus trece” (ni siquiera entiende las tecnologías nuevas), pero está más encantador que nunca.

Durante un camino a la cima que será sin duda arduo (porque el final deja sabor a secuela), Adonis se enfrenta a varios obstáculos, entre los que se incluye el rechazo de su madre adoptiva (Phylicia Rashad) a la decisión que ha tomado para subirse a la lona en lugar de seguir una provechosa carrera financiera, así como la desconfianza que provoca el hecho de ser hijo de un icono; y Jordan se muestra completamente convincente en el rol, incluso cuando tiene que contrastar el carácter naturalmente violento de su representado con la conducta ‘nerd’ del mismo, ya que, a diferencia de otras figuras representativas del deporte de los puños, esta no bebe una gota de alcohol ni consume drogas.

Si “Creed” no fascina por su trama (a fin de cuentas, Coogler no pretendía romper con la tradición de las cintas anteriores), lo hace definitivamente por su puesta en escena, comandada por un cineasta que, a pesar de haber hecho solo dos largometrajes, muestra un poderoso talento visual y filma las peleas con unas tomas larguísimas que tienen que haber requerido de una extensa planificación, sobre todo porque los golpes lucen reales y porque el camarógrafo se encontraba probablemente expuesto a ser noqueado en cualquier momento.

Por todo lo señalado, este “Creed” debería ser del gusto de muchos de los espectadores que se animen a visitar las salas locales durante los días festivos que se avecinan, aunque es probable que quienes rechacen de plano la violencia intrínseca del box se sientan perturbados por la sangre presente en el enfrentamiento final, cuando Adonis tiene que lidiar con el implacable Ricky Conlan, quien es interpretado por el rudo peleador profesional Tony Bellew.

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CREED

Estreno: En cartelera

Director: Ryan Coogler

Reparto: Sylvester Stallone, Michael B. Jordan, Tessa Thompson

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