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‘Lucha México’ es un documental en el que se respira esta popular disciplina

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A primera vista, “Lucha México” es un documental sobre un fenómeno profundamente latinoamericano que se encuentra realizado por dos anglosajones, los mismos que responden a los nombres de Alex Hammond y de Ian Markiewicz.

Pero lo cierto es que al menos uno de los dos directores tiene raíces insospechadas; nos referimos a Hammond, una joven cineasta con sangre azteca en las venas. “Yo crecí en Connecticut y Nueva York, pero mi mamá es de San Luis Potosí”, le dijo a HOY la residente de la Gran Manzana durante una visita a Los Ángeles, planeada justamente como parte de la campaña promocional de una cinta que se estrena el 15 de Julio en salas como Laemmle Playhouse 7 de Pasadena, Frida Cinema de Santa Ana y Regency Plant 16 de Van Nuys, además de ser lanzada ese mismo día en el format de Video On Demand.

De ese modo, a lo largo de su vida, Hammond ha visitado varias veces el país vecino, pasando incluso veranos enteros al lado de su abuela y de sus numerosos primos. “Pero, ciertamente, haber hecho esta película es lo que me ha llevado más cerca de México y una de las razones por las que acepté la idea de Ian de hacer algo relacionado al ‘wrestling’ ”, precisó.

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Esta no es la primera vez que ambos trabajan juntos; se conocieron cuando él la invitó a desempeñarse como editora en un trabajo que tenía un ‘deadline’ muy apretado, y como se llevaron muy bien, decidieron dirigir a dúo “Better Than Something - Jay Reatard”, filme en el que retrataron a un controvertido rockero independiente que falleció siendo muy joven.

“Nosotros no solo dirigimos, sino que también producimos, filmamos y editamos, y sabíamos que necesitábamos de algo así para poder llevar a cabo un proyecto tan ambicioso como el de ‘Lucha México’ sin contar con un equipo”, explicó Markiewicz. “Básicamente, dependendemos el uno del otro para hacer todo”.

Como Hammond habla espanol y Markiewicz no, en los momentos en los que había que colocar frente a la cámara a gente que no sabía ingles, ella se encargaba de las entrevistas y él de la parte técnica; y en otros momentos el proceso se revertía. “Claro que, por lo general, él estaba más enfocado en lo que correspondía a la lucha y yo en el aspecto cultural, que me interesa mucho”, afirmó la muchacha.

De hecho, esto último es uno de los detalles más interesantes de “Lucha México” y uno de los que lo diferencia de otros documentales que se han hecho sobre el tema, porque en este filme se observan de cerca diversos elementos populares de la Ciudad de México, hasta el punto de que uno puede llegar a sentir el olor de los tacos y de la comida callejera.

“Queríamos que la película no fuera solo sobre la lucha, sino también mostrar respeto por ella, por lo que, aparte de enfocarnos en unos luchadores que son además atletas y también entrenadores, extendimos la mirada a un mundo que es mucho más grande”, señaló Markiewicz. “No usamos un narrador, porque la idea era hacer algo con estilo cinematográfico”, retomó Hammond. “Para mí, la gracia de hacer documentales es que la audiencia se sienta como si estuviera en los lugares que son retratados”.

Por otro lado, aunque el que más aparece en la pantalla es “Shocker” (José Luis Jair Soria), un conocido luchador que es completamente bilingüe e indudablemente carismático, la cinta no se centra en un solo personaje, sino que trata de abarcar un espectro de lo más amplio en el que se incluye a los enmascarados, a los que actúan sin máscaras y hasta a las mujeres que participan en la disciplina; cada uno de estos sectores requirió de una aproximación y de un tratamiento distintos.

“Se piense lo que se piense de ellas, estas son personas que se dedican por completo a sus personajes y que arriesgan sus vidas todo el tiempo, y eso es algo que queríamos honrar”, retomó Hammond. “En realidad, las peleas son muy duras; no tienen redes de seguridad, la lona no es nada suave y no hay nada que los reciba cuando caen fuera del ring, algo que ocurre muchas veces”, completó Markiewicz. “No hay manera de fingir estas cosas; más allá de los trucos que hacen, estos tipos dan el todo por el todo para entretener a sus audiencias”.

Pese a que su presencia es esporádica, aparece por aquí y por allá “El Hijo del Perro Aguayo” (Pedro Aguayo Ramírez), un luchador que falleció en Tijuana en el 2015 y que se convirtió en el mejor ejemplo de los riesgos a los que se enfrentan estos sujetos. “Cuando él murió, supimos de algún modo que la película iba a estar dedicada a su memoria, y quisimos también mostrar que estas cosas no le ocurren necesariamente a muchos luchadores, pero que son siempre una posibilidad”, enfatizó Markiewicz.

Para Hammon, fue especialmente interesante trabajar con las luchadores femeninas que aparecen en la cinta. “No son muchas, pero pelean con la misma intensidad que los hombres y son igualmente dedicadas”, explicó ella. “Debido a las limitaciones de tiempo que tienes al editar una película, no pudimos poner a todas las que entrevistamos, pero creo que ‘Sexy Star’ y ‘Faby Apache’ fueron las más interesantes en terminos de sus habilidades y de las situaciones que les ha tocado atravesar”.

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