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RESEÑA: Keanu Reeves está más combativo que nunca en la tercera entrega de ‘John Wick’

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Mucho tiempo después de la etapa dorada que tuvo gracias a su participación en las sagas de “The Matrix” y “Speed”, Keanu Reeves regresó inesperadamente a las grandes ligas del cine hollywoodense de acción debido a su papel estelar en “John Wick”, una cinta del 2014 que resultaba tan agresiva como entretenida.

Lo que más distinguía a esa primera entrega era la espectacularidad de unas escenas de pelea mano a mano que se encontraban estupendamente coreografiadas y que en las que Reeves participaba mayormente sin la ayuda de dobles, lo que impresionó a diestra y siniestra porque demostraba el excelente estado físico en el que se encontraba el actor a los 49 años de edad.

Media década después, las aventuras de este personaje (un asesino profesional retirado que regresaba a las andanzas luego de que unos mafiosos mataban al perro que le había regalado su esposa fallecida) siguen vigentes y se plasman en un tercer episodio, “John Wick Chapter 3: Parabellum”, que no quita el pie del pedal y que, en lugar de ello, refuerza de manera impresionante la calidad de sus momentos de enfrentamiento.

La serie nunca se ha distinguido por su complejidad argumental, hasta el punto de que tuvimos que repasar los dos primeros episodios antes de ver este, porque no recordábamos casi sus tramas; en realidad, todo lo que se cuenta -que es bastante inverosímil- parece ser una simple excusa para las ansiadas secuencias de combate, que no tardan nunca en llegar.

En ese sentido, sería fácil acusar a la nueva cinta de ser una obra menor, cuando lo cierto es que la manera en que están filmados estos planos y el evidente esfuerzo de todos los involucrados para llevarlos a cabo poseen una impronta artística de incuestionable nivel.

Al igual que otras sagas, e incluso en medio de lo ya señalado en términos de la historia, lo que sucede en esta entrega no será entendido si no se ha visto las películas anteriores. Ahora, luego de cometer una falta grave en el mundo del hampa, Wick ha sido puesto a disposición de cualquiera que quiera eliminarlo con el fin de recibir una recompensa de $14 millones.

Pero cumplir con la faena no será fácil, como lo saben bien los fans de la saga, porque además de ser un luchador extraordinario, este tipo parece ser indestructible, hasta el punto de otorgarle a sus aventuras un aire fantasioso y de cómic (sin estar basado en uno) con el que se trata de esquivar las acusaciones que se le pueden hacer a este filme en particular por su enorme carga de violencia.

Por ese lado, y más allá de la ‘estrategia evasiva’, “Parabellum” -que es nuevamente dirigida por Chad Stahelski- es susceptible de ser cuestionada justamente por minimizar la brutalidad que presenta y por no mostrar las secuelas reales de acciones de esta clase, pese a que sus diálogos hablan de asumir las consecuencias de los actos que uno mismo comete.

Pero la verdad es que el espectador estará demasiado entusiasmado por lo que se ve en la pantalla como para preocuparse por estos detalles, y que el carisma de Reeves es tan fuerte que se impone sin que el intérprete tenga que caer en excesos dramáticos.

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