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Jane Fonda agradece milagro de vivir

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Agencia Reforma

Jane Fonda se propuso una meta clara: vivir al máximo antes de morir. Y, a sus 80 años, puede decir que lo ha cumplido.

Su agenda laboral así lo avala: protagoniza la cuarta temporada serie de Netflix Grace & Frankie, hace unos meses estrenó la cinta Cuando Ellas Quieren y realizó el documental Jane Fonda en Cincos Actos, que se estrena el lunes en México por HBO.

Y eso es sólo en el ámbito laboral, pues también es un mito sexual, activista política y fiel defensora del feminismo. ¿Cómo le hace?

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Pues duerme unas nueve horas, le perdió el miedo a la edad y al envejecimiento, lee mucho, cultiva sus amistades, no tiene arrepentimientos, es agradecida y, bueno, su cuerpo aún recuerda esas intensas clases de aerobics que popularizó en los 80.

“Tengo que pellizcarme. Cada que me levanto pienso: ‘Primero que nada, no puedo creer que haya vivido tantos años, que aún me vea bien, que tengo amigos que me aman, una carrera, ideas...

“Simplemente no lo concibo. Todos los días me paro a trabajar con una mujer a la que amo, Lily Tomlin, en un show que es un éxito (Grace & Frankie). ¡Es como un milagro y no lo doy por sentado!”, dice.

En Jane Fonda en Cinco Actos, documental de HBO dirigido por Susan Lacy, se exploran aspectos fundamentales de la vida de esta leyenda de Hollywood, empezando por su niñez, eclipsada por la fama de su padre, Henry Fonda.

El filme, presentado en la edición pasada del Festival de Cannes, también aborda los periodos compartidos con sus tres esposos y, al final, una radiografía de su pasado y presente.

La estrella destaca que su curiosidad ha sido su tabla de salvación y el motivo por el que, por muy interesantes que fueran sus maridos (Roger Vadim, Tom Hayden y Ted Turner), sabía que siendo “la esposa de” no lograría cumplir sus aspiraciones.

“Pensaba: ‘Si aquí es donde termina todo, con este hombre, en este momento, siendo yo este tipo de persona, ¡no! Esta no va a ser mi vida, hay más.

“Siempre quería más, pero no de una manera superficial, de tener dinero y posesiones, sino que podía ser mejor de lo que era, más interesante, más compasiva, tenía tanto por aprender. Siempre quería ser y hacer las cosas mejor. Nunca me conformé”, agrega la neoyorquina.

Su prolífica carrera incluye dos Óscares (de siete nominaciones), cuatro Globos de Oro, dos BAFTA y un Emmy, algo digno de reconocer si se considera que abandonó la actuación durante 15 años, mientras estuvo casada con Turner.

En 2005 fue su gran regreso. Protagonizó con Jennifer Lopez la comedia romántica Si te Casas te Mato y entre sus trabajos más recientes estuvo la cinta Our Souls at Night (2017), junto a Robert Redford.

Hoy Jane reconoce que su concepto de amistad se ha transformado, y de hecho atribuye su longevidad a los buenos amigos que ha hecho con el tiempo.

“Fue hasta que me embaracé y tuve un hijo que me di cuenta que no podía sostenerme únicamente con mis dos pies, que quería amigas. Fue al mismo tiempo en que me convertí en una activista, dejé a mi esposo francés (Vadim) y me mudé de nuevo a EU.

“Comencé a conocer mujeres que tenían estudios, que dedicaban su vida a hacer de este mundo un lugar mejor, que apoyaba y protegían a sus amigas. Fue una revelación”.

Su madre se suicidó cuando tenía 12 años, muchas de sus conocidos de la infancia han muerto y, probablemente en los próximos cinco años, todas sus articulaciones serán postizas, según vaticina.

Pero la estrella de Barbarella ve la vida como una gran montaña que ascender, en la que el cuerpo se deteriora pero la sabiduría incrementa.

ASÍ LO DIJO

“Simplemente ya no me estreso tanto. Es tan complicado ser joven, pero cuando envejeces, todo es relajación... y ojalá que sea uno más sabio”.

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