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En Los Globos de Oro, el sabor mexicano se combinó con el #MeToo, el llamado espiritual contra el acoso sexual

En la sala de prensa de los Globos de Oro, Guillermo del Toro muestra su felicidad por el Globo de Oro que le fue otorgado gracias a "The Shape of Water".

En la sala de prensa de los Globos de Oro, Guillermo del Toro muestra su felicidad por el Globo de Oro que le fue otorgado gracias a “The Shape of Water”.

(Jordan Strauss /Invision/AP)
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Los profundos discursos sobre el racismo y el acoso sexual marcaron este año una nueva era para la entrega de premios Globos de Oro y el negro fue el color protagonista de la edición cuando actores y actrices lucieron ese color para denunciar el trance que vive Hollywood tras los escándalos sexuales que destapó el caso Weinstein.

“Hay una nueva era en marcha”, dijo el presentador Seth Meyers en su monólogo de apertura, “y puedo decirlo, porque han pasado años desde que un hombre blanco estaba tan nervioso en Hollywood”.

“Por cierto”, continuó, “un especial saludo a los anfitriones de otros premios que me están mirando esta noche como el primer perro que dispararon al espacio exterior”.

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En el lado estrictamente latino, el interés mayor era saber cuál iba a ser la suerte de “The Shape of Water”, una cinta en inglés dirigida y coescrita por el realizador mexicano Guillermo Toro, que se encontraba nominada en siete categorías.

Por ese lado, el triunfo no fue tan grande como se esperaba, porque la inspirada aventura sobre el romance entre una humana y una criatura anfibia, que había llegado con enormes expectativas, no se llevó el trofeo en la categoría de Mejor Película Dramática, que terminó en manos de “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” (la ganadora más sorpresiva del evento), mientras que tampoco tuvo suerte su protagonista Sally Hawkins en el área de Mejor Actriz de una Película Dramática, otorgada a Frances McDormand por el título citado líneas arriba.

Sin embargo, además de que el filme recibió el premio a Mejor Banda Sonora (que no es de los más cotizados), Del Toro obtuvo la victoria en el importante rubro de Mejor Director, y en la sala de prensa del Beverly Hilton, el hotel donde se llevó a cabo la ceremonia, respondió una pregunta de HOY Los Ángeles asegurando que la conexión entre los temas de tolerancia y de feminismo que se ven en la obra y lo que viene pasando en la actualidad estadounidense se deben a que esta empleó la estrategia de las fábulas y las parábolas para aludir de manera creativa a circunstancias actuales, del mismo modo en que lo hizo “Get Out”, la comedia de terror sobre racismo que participó a su lado en la contienda.

Preguntado por el interesante balance entre terror y esperanza que existe en sus películas, Del Toro dijo, ante la risa de los presentes: “Es que soy mexicano”. “Nadie ama la vida como nosotros, porque estamos muy conscientes de la muerte”, agregó. “Todos estamos subido en un tren cuyo destino final es esa muerte, y no podemos negarlo; sería irrealista hacerlo”.

Por el lado estrictamente azteca, generaba igualmente expectativas “Coco”, que como se esperaba terminó ganando en el rubro de Mejor Película Animada, y que fue representada no solo por su director principal, el anglosajón Lee Unkrich, sino también por su codirector Adrián Molina, de origen mexicoamericano.

Ante los reporteros, ambos insistieron en el cuidado que se puso para afrontar el proyecto con dignidad. “Sabíamos que teníamos una responsabilidad enorme, y por eso mismo, viajamos desde el comienzo a México y contratamos a consultores de allá”, dijo Unkrich. “No queríamos caer en estereotipos ni en clichés, y aunque nuestra intención no era hacer algo completamente mexicano, queríamos que se sintiera lo más auténtico que fuera posible”.

“Los que colaboraron con nosotros no dejó nunca que nos saliéramos del camino correcto, y eso hizo que esta haya sido una de las películas más valiosas en las que hemos participado todos los que tuvimos que ver con ella”, comentó por su lado Molina. “Creo que el mensaje principal es el poder recordar de dónde vienes, algo que es muy importante para los mexicanos pero que ha funcionado increíblemente en mercados inesperados, como el chino. De todos modos, la gente de México es la que se ha emocionado más, porque nos ha dicho que este es el momento adecuado de mostrarle al mundo entero una imagen positiva del país de mis antepasados”.

La productora Darla K. Anderson, el director Lee Unkrich y el guionista Adrian Molina posan tras recibir el premio por "Coco".

La productora Darla K. Anderson, el director Lee Unkrich y el guionista Adrian Molina posan tras recibir el premio por “Coco”.

(LUCY NICHOLSON / Reuters Photo)

Terrenos peligrosos

Como lo dijimos al comienzo, el fantasma del abuso sexual no dejó casi nunca de estar presente, incluso en lo que respecta a una cinta tan inocente como “Coco”, ya que justo antes de su estreno, el jefe principal de su compañía productora, Pixar, anunció que se retiraba seis meses del trabajo por “errores” indeterminados que parecían tener que ver con “abrazos” y toqueteos no correspondidos. Al ser preguntado por esta circunstancia, Unkrick dio una respuesta un tanto evasiva en la que afirmó que la empresa “está tomando las medidas adecuadas para mejorar nuestro ambiente laboral”.

Desde la alfombra roja que antecedió a la ceremonia, se notó que las damas y los caballeros asistentes se habían solidarizado con los hechos desatados en la segunda parte de este año al optar masivamente por vestirse de negro en reconocimiento a las víctimas de los mismos actos. Y el show había comenzado apenas cuando el anfitrión Seth Meyers hizo una dura broma sobre las reacciones ante la inevitable muerte del ejecutivo Harvey Weinstein en un futuro indeterminado.

En realidad, el tema tampoco dejó de sentirse en la sala de prensa, y le tocó incluso responder sobre el mismo a Greta Gerwig, la encantadora directora y guionista de “Lady Bird”, quien se enfrentó a una pregunta relacionada a su trabajo del pasado (como actriz) con Woody Allen, quien ha sido también acusado de conductas inapropiadas. Tal y como lo hizo antes Unkirch, Gerwig tomó la ruta ambigua para decir que “es algo en lo que he pensado profundamente y que me importa mucho, pero no me he puesto de un lado ni del otro. Ahora mismo, creo que debo enfocarme en mi posición como escritora y directora”.

Claro que la abandera de esta causa fue Oprah, quien recibió un premio especial por su trayectoria y que, tras hacerlo, dio en el podio un discurso en el que el punto central fue la defensa de las mujeres, pese a que el caso al que aludió específicamente era el de una afroamericana que fue violada por varios hombres blancos.

Oprah Winfrey llega ante los reporteros portando el trofeo Cecil B. DeMille en el hotel Beverly Hilton.

Oprah Winfrey llega ante los reporteros portando el trofeo Cecil B. DeMille en el hotel Beverly Hilton.

(Kevin Winter / Getty Images)

En la sala de prensa, la actriz, animadora y activista habló también extensamente sobre diferentes asuntos, insistiendo en que “las cosas no se pueden hacer solo por dinero, y esto se aplica también a los trabajos de cine. Las grandes experiencias de mi vida vienen de trabajar desde adentro, y si esto [el premio] se siente auténtico, es porque realmente lo es”.

“Para cada acción hay una reacción; lo que empezó en octubre nos está dando una oportunidad para hacer algo poderoso, como usar este momento para solucionar lo que estaba pasando”, añadió. “Hay muchas mujeres a las que les han sucedido muchas cosas malas y que no tienen los recursos para denunciarlas, pero el hecho de que nos hayamos unido como una sola voz puede cambiarlo todo”.

El tópico de actualidad se inmiscuyó también en el gran momento de gloria de “Big Little Lies”, ganadora en la categoría de Mejor Serie Limitada de TV. Debido a que esta producción contó con una verdadera constelación de estrellas en su reparto (empezando por las célebres Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Laura Dern) para narrar una historia de secretos, solidaridades y sí, abusos contra mujeres, fue especialmente llamativo estar en la sala de prensa cuando todas ellas se presentaron ante nosotros para responder las debidas preguntas.

“Ha sido un año difícil para nuestra industria por todas las cosas negativas que han salido de la oscuridad”, dijo Witherspoon. “Tenemos que sanarnos, porque las cosas no van a poder seguir como han estado. Lo bueno es que hombres y mujeres estamos más unidos que nunca, determinados a hacer cambios, y queremos que se haga la misma luz en lo que corresponde a otras industrias, porque en esta somos privilegiados al poder ser escuchados, pero hay muchas otras personas que no tienen la misma oportunidad”.

Kidman recordó que lleva dos décadas trabajando con una organización que intenta erradicar la violencia de género, pero que es todavía difícil lograr la atención que se necesita para un cambio decisivo. “Necesitamos tener más directoras [de cine y de televisión], así como más directoras de fotografía; en toda mi carrera, solo he trabajado con dos”, precisó.

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