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Dolores Huerta tiene ahora en las salas un documental que nos permite revalidarla como luchadora social

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Ya ha tenido la posibilidad de aparecer en la pantalla grande interpretada por una actriz famosa (Rosario Dawson) gracias a una película llamada “César Chávez”, pero ahora, Dolores Huerta cuenta con una producción documental de cine que se encuentra dedicada a ella misma, y que se estrena este viernes en el Nuart Theatre de West L.A.

En realidad, como lo manifestó hace unos días durante una entrevista con HOY Los Ángeles, la veterana y legendaria activista chicana no se sintió realmente satisfecha con la cinta dirigida por Diego Luna, sobre todo porque el guionista Keir Pearson nunca habló con ella para desarrollar una historia que, en sus palabras, favorecía a ciertos hombres a los que se les adjudicó acciones efectuadas por ella misma, pese a que estos terminaron incluso enemistados con Chávez.

“De todos modos, fue importante en el sentido de que logró llegar a un gran sector del público americano que no sabía nada del movimiento campesino, que se menciona solo en algunos de los libros que se usan en las escuelas de este país”, nos dijo la mexicoamericana de 87 años.

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En todo caso, “Dolores” (el nombre del documental) deja en claro el protagonismo que tuvo Huerta en United Farm Workers, el histórico sindicato de campesinos que cambió las condiciones de vida de inmigrantes de origen mexicano en los campos de California; pero tampoco deja de lado aspectos críticos de su vida, como el modo en que descuidó a sus hijos (que aparecen incluso llorando en determinado momento, ya de adultos) por dedicarse incesantemente a las causas sociales.

Sin embargo, uno de los momentos más duros del documental es el que muestra la brutal golpiza sufrida por Huerta a manos de la policía de San Francisco en 1988, cuando ella tenía ya 58 años, lo que nos llevó a preguntarle si la reciente muerte de una joven durante los incidentes de Charlottesville le hizo recordar tiempos tristes del pasado.

“Siempre hay mártires en esta lucha; en esta película se muestra dos muertes durante nuestras protestas campesinas, cuando en realidad fueron cinco: una de ellas fue de un árabe y otra de una judía”, recordó. “Se muestre lo que se muestre en producciones de esta clase, fueron muchos los que construyeron este movimiento y se sacrificaron por él”.

“Sea como sea, es necesario que la gente vea cosas como esta para evitar el avance de la ‘alt right’, que surge porque muchos desconocen completamente que las contribuciones de los indígenas y de los trabajadores mexicanos se dieron incluso antes de la llegada de los europeos a Estados Unidos”, precisó.

La etapa más conocida de Huerta se dio durante una época en la que no existían la Internet ni mucho menos las redes sociales, pero eso no significa que ella considere que el activismo es una labor extinta.

“Con la presidencia de [Donald] Trump, muchos activistas que estaban medio dormidos están despertando, porque se dan cuenta de que si no actúan, las cosas se van a poner peor”, resaltó. “Vienen las elecciones del Congreso en el 2018, y esa es una buena oportunidad para parar un poco lo que están haciendo los republicanos”.

En ese sentido, una de las escenas más llamativas del documental es la que reproduce el instante en el que Huerta afirmó que “los republicanos odian a los latinos”. Esa frase le costó muchos problemas y pedidos de boicot, pero ella la sigue defendiendo.

“Oh, claro; es algo que se está viendo ahora mismo. Trump quiere gastar una cantidad increíble de dinero para levantar su muro y pretende eliminar los programas de Acción Afirmativa que le han permitido ir a la escuela a muchos latinos y afroamericanos”, dijo la activista (en el momento de la entrevista, no se había producido todavía la escandalosa eliminación del DACA).

Varios de los participantes de “Dolores” que fueron entrevistados recientemente hablan en la cinta del furor que se vivía en la época en que se mostraron más combativos, y recuerdan que la posibilidad de cambiar por completo el sistema parecía una realidad cercana. En ese sentido, Huerta asegura que ni siquiera en los años recientes imaginó que en el 2017 tendríamos a un presidente como este en la Casa Blanca y a neonazis marchando por las calles.

“Pensamos que con la llegada al poder de Hillary Clinton o de Bernie Sanders, el camino a la justicia iba a seguir adelante; lo que está pasando es un retraso, pero como organizadora, miro estas cosas como oportunidades, ya que si pudimos sobrevivir las políticas regresivas de Nixon, podremos hacer lo mismo con las actuales, y ahora con la ayuda de más anglosajones”, precisó.

Finalmente, otro detalle que nos impresionó en la nueva película es el modo en que Huerta insistió en tener una vida realmente modesta para acercarse a las penurias de la gente a la que ayudaba, pese a vivir en el epicentro del capitalismo y del materialismo.

“Yo nací en Nuevo México, donde el santo más alabado era San Francisco Javier, que al igual que San Francisco de Asís, [pregonaba la idea] de trabajar con la gente pobre”, precisó nuestra entrevistada. “Me gustó también mucho la filosofía de Gandhi, de vivir como los pobres. Todo el dinero que gastamos en cosas que no nos llevaremos al morir puede usarse para hacer un mundo mejor”.

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